Busto de Chateaubriand en el Square des Missions-Étrangères, frente al domicilio del escritor, rue du Bac, entre 1838 y 1848. 24 noviembre 2024. Foto JPQ.
Imprescindibles para sobrevivir
¿Por qué leer, hoy, las Memorias de ultratumba de Chateaubriand…? Porque ese libro habla de la crisis que amenaza nuestros hogares, la desertización que está devorando nuestra patria, la crisis agonal que se cierne sobre nuestra civilización.
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EROS Y LOGOS
En la historia de la prosa francesa -perspectiva indispensable para comprender los orígenes, la genealogía y el carácter fundacional de ese libro-, Madame de Sévigné y Proust encarnan la luminosa alfaguara donde mana la frase más pura y las Mil y una noches donde esa historia encuentra su prolongación “natural”, invitándonos a contemplar los abismos de nuestra modernidad agonal.
José Antonio Millán Alba nos recuerda otras encrucijadas esenciales e indisociables del gigantesco edificio construido por Chateaubriand: la prosa de Pascal, anunciándonos la vaciedad del hombre en un mundo amenazado por la desertización espiritual; y la bajada al infierno de Céline, adentrándose por el campo de batalla de una civilización en ruinas.
Me atrevería a recordar otro sillar no menos capital, Les Rêveries du promeneur solitaire de Rousseau. Ese paseante nocturno precede a Chateaubriand, el viajero, descubriendo en el paisaje terrestre y la geografía de las estrellas el eco de las más íntimas oscilaciones de su corazón, espejo, a través del amor, la memoria y la palabra (enlazados de íntima manera, a través de Eros y Logos), de la naturaleza última de la creación, iluminando los paisajes de la historia, redimidos a través de la lengua y la palabra, que el gorjeo de un mirlo (en el libro de Chateaubriand) o el sabor de una magdalena (en el libro de Proust) nos ayudan a descubrir en el fondo de nuestro corazón: la carne se hace verbo, palabra… metamorfosis semejante a la proclamada por el Evangelio de Juan: el Verbo se hace carne. La carne y la historia son redimidos a través de las trompetas del Apocalipsis, anunciándonos el advenimiento de un mundo nuevo, en el tiempo mesiánico de la creación.
EL POEMA Y LA PROSA MODERNA
Para llegar a ser ella misma, cada generación debe beber el agua bautismal de sus raíces. Le cabe a José Antonio Millán Alba el inmenso honor de ofrecernos, a través de un colosal trabajo de traductor, acompañado de una introducción indispensable y unas notas muy pedagógicas, el fruto maduro y virginal, a un tiempo, de un Chateaubriand contemporáneo de nuestros más íntimos dramas, precipitados por el hundimiento fáustico de nuestros hogares, la desertización geográfica y moral de nuestra patria, el melancólico ocaso de nuestra civilización.
En el caso de Millán Alba, se trata de la culminación provisional de una obra indispensable. Autor de una novela esencial (En penumbra, 2006), traductor emérito de Maupassant, Huysmans, Baudelaire, Rimbaud, Mallarmé, Max Jacob y los moralistas franceses; catedrático, ensayista y gran especialista en literatura francesa, Millán Alba culmina con su introducción y versión de las Memorias un trabajo que, en cierta medida, ya estaba “anunciado” en sus ediciones, notas y trabajos sobre Rimbaud y Baudelaire, cuyas prosas y poesías fundan la prosa y el poema en prosa moderno, bebiendo en las aguas bautismales de Chateaubriand y Proust, justamente.
NUESTRO HOGAR, EN CUARENTENA
Con la precisión del gran lector “entomólogo”, Millán Alba nos ayuda a descubrir en el libro de Chateaubriand la genealogía más precisa de nuestra desertización espiritual: hundimiento de todos los valores; emergencia de una sociedad donde la vida del espíritu ha sido sustituida por el comercio de cosas que se compran y se venden (convirtiendo a los seres humanos en autómatas, a la manera de Frankenstein; o almas muertas, como nos anunció Gogol); víctimas las sociedades de tormentas de ideas muertas, usadas como armas de ocupación, conquista e instauración de un nuevo orden desalmado (privado de alma: desarticulada la sociedad civil, ayuna de relaciones morales), donde vivir es vivir en cuarentena mercantil, acosados los últimos hombres y las últimas sociedades libres por bandas de fanáticos prestos al sacrificio de seres humanos, en nombre del Terror…
El Chateaubriand de Millán Alba es un poeta épico que hablándonos del fin del Antiguo Régimen, el Terror revolucionario, el advenimiento y caída de Napoleón, nos habla del mundo anterior a la mundialización, el Terror de los nuevos fanatismos planetarios, el melancólico ocaso de nuestra civilización, amenazada por la desertización geográfica y espiritual de nuestro antiguo hogar, en cuarentena.
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Memorias de ultratumba, de François-René de Chateaubriand. Traducción, introducción y notas de José Antonio Millán Alba. Cátedra, Biblioteca Áurea. Madrid, 2010. 1654 páginas. ABC / Cultural, Civilización en ruinas.
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- Amor y vejez.
- Fumaroli, Chateaubriand y la importancia del Terror en los orígenes de la poesía moderna.
- Imprescindibles para sobrevivir, en este Infierno.
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BulevarRaspail, 261. 20 octubre 2007. Foto JPQ. La leyenda quiere que ese arbol fuese plantado personalmente por Chateaubriand, a la puerta de una coqueta residencia secundaria. Durante un par de siglos, la vieja casa de Chateaubriand resistió a todas las especulaciones, hasta dar cobijo a un legendario centro de cultura norteamericana. Allí estudió y trabajó Esther Ferrer. Allí estudié yo inglés. Hasta que… la especulación entregó el terreno que fue propiedad de Chateaubriand a un grupo de grandes lujos, que destruyó la antigua casa para construir una atroz fundación de arte contemporáneo, madriguera publicitaria del mal gusto cosmopolita. El árbol plantado por Chateaubriando pudo salvarse. Hasta hoy, acosado por los alambres e iluminaciones propios de un campo de concentración de nuestro tiempo.
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BulevarRaspail,261.3septiembre2010. Foto JPQ.
Cuanta sabiduria erudita: es usted una joya, oiga.
Teresa,
Menos coña, anda,
Q.-
De coña, nada.
En esta ocasión le leí antes en papel que en internet.
¡Dios! Los sábados son días en el que el solaz se confunde con la sabiduría, gracias a ti.
Por cierto, Teresa, tenemos al gran Fidel -en su maldad, claro- de un profético subido.
Abrazos… i petons
Àngel,
Es que los sabios con Nivel C sois muy generosos y optimistas, oye,
Q.-
PS. Viejo perro apaleado… «adivino» un «soniquete» irónico en las cosas de Teresa.
Piensa el… que todos son de su condicion… entré con mal pie en este Infierno. Cambié de pseudo, hice elogios ditirambicos, en vano. Todo suena a falso, cuando todo es sincero. Infortunios de la virtud.
Pues amig@ Teresa te advierto que el amigo JP. tiene un olfato muy fino…¡pero que muy fino!!!
para estas cosas y para otras…
Teresa, Antonio…
Teresa,
Quizá lleves razón: cosas de mi paranoia… «Cada loco con su tema…». Perdón, si estoy equivocado.
Antonio,
Anda, anda. Gracias por el capotazo.
Q.-
No podia dormir sin su rechazo, oiga.
Teresa,
Me lo temía,
Q.-
Maestro Q.:
Crea en los afectos que se muestran con una púdica máscara de ironía (como es el caso de Teresa) y desconfíe de quien se emboza en la transparencia y la sinceridad, que son artificios tan puñeteros como inconsistentes.
Además, la verdad de quien no tiene que mentir, nunca es interesante.
Gatopardo,
Cuanta sabiduríaaaaa… quizá lleves mucha razón y deba disculparme con Teresa, a estas horas, espero que no sea demasiado tarde,
Q.-
PS.Dicho de otro modo… «… quien bien te quiere, te tomará el pelo…«
A mí Teresa me recuerda a Mme Marie, a quien echo de menos, la verdad.
Carmen
Carmen,
Es cierto el parecido / paisanaje, si, quizá. Dicho eso… ya decía Baudelaire que el lector de blogs va, viene, aparece y desaparece con la volatilidad estéril y sin mañana del corazón de los mortales,
Q.-
Q.-,
sí, como en la vida misma, esos «conocidos», incluso a veces «amigos» que desaparecen sin más hasta que un día uno llega a conocer a más muertos que vivos, y ahí seguramente empieza la vejez.
Lo curioso es que en los blogs, al menos en el tuyo en el que mantienes relación muy directa con tus lectores, los «personajes», como en la buena literatura, llegan a tener para mí a veces más realidad que las personas que conozco. José Julio, Gatopardo, Maty, J. Moreno,Jordi, Mme Marie, etc, me parecen más reales que muchos de mis compañeros de trabajo o vecinos y, sin embargo, no los conoceré nunca y puede incluso que no existan, al menos tal como se presentan.
Carmen
Carmen,
Llevas razón, claro.
Tras la prudencia desencantada del perro vijo que yo soy, quizá sea el momento de decir cosas muy positivas sobre los lectores de blogs; y, en particular, sobre algunos lectores de este Infierno…
… Maty y Gatopardo han hecho por mí cosas de una inmensa generosidad de sí mismos. José Julio y Luis Rivera hasta precipitaron agradables encuentros. Con Gregorio Luri hasta sostengo una doble cita anual. Sani me ha hecho inmensos regalos. Jordi siempre me da noticias curiosas. Con J. Moreno hasta tomamos un copazo (de agua mineral). Con Enrique M. hasta nos «carteamos»… Miguel Leache me tiene al corriente de sus cosas, que tanto me gustan.
… sería larguísmo enumerar todos los casos que ya forman parte de la modesta historia de este Infierno. Hay otros casos, como los de Nina, Mme Marie o el más reciente de Teresa, que son personajes enigmáticos, secretos, que nunca sé si están presentes y emboscadas en la oscuridad o se largaron para siempre, como es el caso de tantos otros personajes, que no siempre son personajes amistosos, ni mucho menos: algunos, hasta choricean y hacen cosas inconfesables sobre las que correré un tupido velo. A otros, como Olga y Lauro hasta he llegado a fotografiarlos…
Q.-
PS. Otros, como Jesús, Ricardo Lanza o tú misma, sois lectores de una agudeza francamente alta, sospecho que indisociable de actividades intelectuales más o menos palmarias. Otros, como Àngel Duarte, siempre me enseñan cosas.
Maestro Q.:
Mi generosidad sólo es un diabólico egoísmo bien entendido.
Respecto a los lectores comentaristas, los hay que saltan como la cabra del gitano, y los hay que se empecinan en buscar su propia diversión, sin proporcionarla. Los de temer son los del «Club Amén» que todo lo encuentran bien, superlativamente bien, porque su aprobación sin fisuras pueden llevarnos a engaño.
Por cierto, metafísico estás… ¿Es que no comes?
Gatopardo,
Anda, anda… bien sabemos los dos…
Q.-
PS. Qué olfato sobre mi estado metafísico… voy mejorando, de anticuado, murciano, outsider, perro viejo, paranoico, iluso… pasar a metafísico no deja de ser un salto positivo: debe ser el trauma vacacional, o postvacacional, o algo así. Me chuto con agua mineral y pastillas para la tos; nunca se sabe.
Q.-,
me alegro de lo que escribes, porque a veces se te nota muy cansado. Y es que, además de tu trabajo, llevar un blog tal como tú lo haces me parece un gran esfuerzo, respondiendo a todos y procurando hacerlo con una educación que debe de costar mucho, a veces, dadas algunas intervenciones nuestras.
Por lo demás, una lectura atenta del blog (tipo tesina o trabajo detectivesco) revelaría sin mucho esfuerzo algunos misterios.
Gatopardo,
que los Dioses protejan a quienes nos hacen reír.
De nada.
Carmen
Carmen,
¡Qué «olfato»…!!!
Efectivamente: Estoy Muy Cansado… pero, pero: mi trabajo, no me cansa nada. El blog, tampoco… este espacio es para mí una obra que hago con gusto y sin esfuerzo… ¡se quedan sin publicar muchas fotos y cosas personales!!! ¡por motivos de espacio, como suelen decir en los periódicos…!!!
Misterios, misterios… bien me gustaría a mí descubrir algunos, incluso en este cuaderno.
Gracias por tus bocanadas de sensibilidad a flor de piel, oye: se agradece, un montón,
Q.-
Me uno al pensamiento de Carmen….
Gracias por estar ahí cada día y no faltar nunca…
Much@s empezamos el duro día con tu blog.
Gracias de nuevo.
Antonio,
Graciasssssssssssssssssssssss…
Q.-
PS. Temo terminar ruborizándome un poco. Bueno.
Q: Por puro cansancio propio, o para no cansar a los demás, algunos pasamos temporadas con voto de bendito silencio. Pero no se abandona la lectura y el ojeo en el Infierno. El Infierno es a fin de cuentas uno de los pocos lugares donde hallamos algún rastro de lo divino.
Sin amén, por aquello del club que citaba Gatopardo.
Juan Pedro,
por las amables alusiones que le haces a Carmen en tu confidencia sobre lectores del blog, mi agradecimento siempre… Sabes cuánto te aprecio, intelectual y humanamente, con – muchas veces- caminos paralelos…
Abrazos
Carmen,
gracias a tí también por el recuerdo. Existo. No sé si como me imaginas o no, pero en lo que se escribe -o en cómo se escribe – uno se retrata. Es muy difícil disimular.
Mi agradecimiento siempre y mi afecto.
JJP
Teresita la aviadora vuela rauda y veloz con su tarrito de lagrimas, presta a consolar las neuras del baranda.
José Julio, Teresita, Enrique…
José Julio,
Nos apreciamos, oye. Avanti…!!
Teresita,
Acabaré pensando que eres una moza francamente potable, oye. Graciasssssssss…
Enrique,
… para divina… Tamara Drewe… por poner un ejemplo, en fin, dicho sea con respeto, claro. Gratitudesss…
Q.-
Yo solo pasaba un momento (y ya me voy) a subscribir lo que escribe Antonio. Conviene decirlo, desde el respeto discrepante que ya sabe JP.
Jesús,
Nada como la controversia civilizada y la chafardería (sic) de toda especie,
Q.-
Nada para levantar el ánimo como El puñal del godo de don José Zorrilla, impagable lectura, sublime experiencia para la juventud, forja de mi caracter y solaz de mi vejez, que os recomiendo (léase con voz campanuda):
CONDE Lo mismo que pregunta le respondo.
¿Tiene algo que cenar?
RODRIGO Nada.
CONDE Pues basta.
La cuestión, por mi parte, ha dado fondo.
¡Nada que ver con Chateaubriand y todos esos afrancesados!
Gatopardo,
Efectivamente, ya está bien de cursilerías, mariconadas y sensiblerías franchutas. ¡Viva el gazpacho manchego…! Cosa de hombres, recios y montaraces, como Dios manda, ya está bien,
Q.-
Nada para levantar el ánimo como
Copla de Bruni y Sarkozy
Repito, no soy su agente literaria, que otro gallo le cantaría conmigo. Sería rica a estas alturas. La erudición de Eliah Meyer ha puesto de relieve (en valor, dicen los horteras)el profundo arraigo de esta copla entre el pueblo gitano. De ahí la venganza de Sarkozy.
Jesús,
gracias. De todas formas, lo mejor de los judíos es que suelen escribir de lo esencial, de la mancha humana, que diría P. Roth, o Freud, o Dios sabe quién.
Carmen,
Tela marinera, en efecto. Gatopardo and Co. son temibles…
Q.-
Carmen:
¿Eres tú?
Gatopardo,
ya sabes que no, para pesar tuyo. Aunque yo te haría padecer un contrato vitalicio. Y trabajar más que el pobre Balzac. Mucho cuento tienen los literatos.
Vaya… Con eso de las noticias curiosas me he sentido como el reportero mas dicharachero de Barrio Sesamo… Quinyo, cabe decir que si tienes buena clientela (yo me considero mas un gorro) sera porque eres buen posadero. Una de mero!
Carmen:
¡Gracias a Dios! ¡Qué peso me has quitado de encima!
Me veía recibiendo en navidades esas cajitas con almendras de mazapán y las recomendaciones para tomar a discreción flores de Bach…
Puedes pedirme que trabaje, no hay problema. Para el vicio de pedir, está la virtud de no dar.
Ay Gatopardo,
como mucho, en Navidad, te mandaría una invitación para participar en el próximo Coloquio Internacional sobre «Origen y pervivencia del polvorón en España», que pienso organizar. A ver si de una vez aclaramos cómo se pudo generar y, sobre todo, cómo se ha podido perpetuar la fabricación de tamaño dislate, un dulce probablemente de la morería destinado, quizás, a ahogar a los cristianos (Robert presentará una ponencia sobre este aspecto). Pero hay otras muchas hipótesis fascinantes y me gustaría contar con tu contribución. Sobre las flores de Bach, no me llegan los ánimos ni para un seminario. Y, de todas formas, me detendrían por injurias y calumnias.