Saint-Sulpice, 27 enero 2011. Foto JPQ.
Se trata de uno de los libros más importantes que se han escrito en castellano sobre la experiencia de leer. Y uno de los muy raros consagrados a la crisis de la lectura, la crisis del libro, la crisis agonal de nuestra cultura.
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Me refiero a La tristeza del mundo. Sobre la experiencia política de leer (Ediciones Encuentro), de Enrique Andrés Ruiz, poeta, ensayista, crítico de arte, comisario de grandes exposiciones, Arqueología y Vanguardia en el Arte Español.
Enrique había reflexionado con mucha sabiduría sobre la crisis y muerte de las vanguardias (sustituidas por algo quizá peor y más endemoniado, Arte contemporáneo, calvario infernal, Burros y tiburones compran burros y tiburones muertos). Su reflexión sobre las crisis de la lectura prolonga, en cierta medida, aquella revisión en curso de la historia y crisis del arte contemporáneo, indisociable de la crisis más general de la cultura de nuestra civilización.
Crisis que tiene muchos rostros…
–Desertización espiritual, seguida de una rampante Tiranía de la nada, cuyo rostro más visible quizá sea la industria de los best-sellers.
–Libertad de elegir derogada a través de la proliferación infinita de naderías, suplantando las creaciones del espíritu por chucherías desalmadas.
–Sabotaje de los viejos cánones fraguados por los autores de poetas y novelas, suplantados por el relativismo de los intereses comerciales y publicitarios.
–Procesos que culminan con la adoración de la nada impuesta por la religión laica del mercado…
Enrique termina su ensayo recordando al Heidegger de Europa y la filosofía alemana (1936): nuestra civilización estaba y está amenazada por una “dolencia incurable”, la “confusión de las palabras”. Más modestamente, hace años intenté razonar la crisis de España como consecuencia de una “enfermedad del espíritu” que había proliferado con la ética y estética hampescas que triunfaron de manera imperial con la Picaresca, De la inexistencia de España.
¿Qué hacer..? Juan Ramón pensaba, y yo rescaté su tesis, sorry por la inmodestia, que era imprescindible reconstruir la arquitectura espiritual de España. Jünger creía que la colosal tarea del hombre del siglo XXI quizá fuese la reconstrucción espiritual del mundo. Enrique vuelve al Logos de Juan y me recuerda al Eliot de los Cuatro cuartetos:
For last year’s words belong to last year’s language
And next year’s words await another voice.
… en esas estamos, más solos que nunca: El Taller de la gracia.
¡Avanti..!
- Crítica literaria y Pensamiento en este Infierno.
JJG Noblejas says
Leyendo esto (muchas gracias, Q.) me viene a la memoria algo que mencioné hace tiempo también, y lo re-cito bajo los efectos de un ataque de inmodestia, sobre la famosa frase atribuida al agnóstico Malraux: «El siglo veintiuno será religioso o no será».
Es una idea, expresada por Malraux con diversas palabras, en conversaciones y entrevistas, pero nunca escrita en sus obras. Una idea tan atribuída a su pluma como desmentida por la investigación de sus escritos, en los que -efectivamente- no figura.
Y donde dice «religioso», puede ponerse «espiritual», «metafísico», «místico», porque esas y otras variantes de la idea se presentan por unos y otros como la auténtica expresión escuchada repetidas veces de boca de André Malraux.
Por ejemplo, en 1955, al ser entrevistado por un periodista danés dice, hablando del espíritu de los tiempos que corren, que «la civilización moderna, la del siglo de las máquinas, intenta racionalizar los problemas morales, sustituyendo con un fantasma las profundas ideas del hombre, elaboradas por las religiones. Y como la ciencia no tiene por objeto el hombre, sino el cosmos, nos encontramos ante la más terrible amenaza que ha podido conocer la humanidad». Y de ahí que concluya la entrevista con una de esas frases redondas que siempre buscaba: «la tarea del próximo siglo será la de volver a poner los dioses en su sitio. El siglo 21 sera espiritual o no será».
En ello estamos…
G.L: says
Si me permites añadir un ligero matiz, Q., porque a veces la crisis se incuba en el matiz: «La crisis de la lectura lenta». Estoy pensando, claro, en el prólogo de «Aurora», de Nietzsche. Leer se lee mucho… siempre que no exija un esfuerzo de comprensión. Jules Verne es hoy tedioso para nuestros jóvenes porque son incapaces de resistir una descripción. En las diferentes narrativas actuales la acción ha sustituido al argumento. Deberíamos decirles a nuestros niños que no se aprende a leer, que nunca acaba uno de aprender a leer.
Y hay que decírselo leyendo.
JP Quiñonero says
JJG Noblejas, Gregorio…
JJG Noblejas,
Como dudarlo, la cita de Malraux es una referencia canónica, claro. Yo prefiero citar a Jünger y Juan Ramón por razones personales: el personaje Malraux puede ponerme los pelos de punta, aquí o allá; sin que esa «pelopuntez» (sic) disminuya en nada su inmenso talento, claro.
Gregorio,
Claro, claro… en verdad, me digo, lectura, libro, lengua / lenguaje han sufrido metamorfosis todavía mal exploradas, qué decirte que tu no sepas.
Hay lectores y lectores de blogs y comics; pero una inmensa mayoría no soportan más allá de una aérea lectura de diez o quince líneas, que pronto olvidan… cuando la lectura de dos líneas de Heráclito requiere horas, días, meses, años, décadas siglos de exégesis… exégesis indisociable del trabajo, el esfuerzo, etcétera.
El matiz que tu introduces quizá sea esencial para continuar desbrozando el terreno de los nuevos lenguajes… entre los lenguajes binarios de los informáticos y el lenguaje / Logos de Juan hay algunas diferencias, claro… de ahí, para mí, el carácter endemoniado de las industrias de la incultura, derogando todos los cánones, valores, etcétera.
Q.-
G.L: says
Nos echaremos al monte con Heráclito bajo el brazo… a «hablar con los muertos con los ojos», que decía Quevedo.
J. Moreno says
Fué un desatre inhumano para la diversidad, la tendencia ganadora a sintetizar la religión en un solo DIOS.
¡¡Hay Heráclito!! Hoy la cultura Occidental te ha arrojado al ostracismo…..
Bon día desde la barriada de Sants.
JP Quiñonero says
Gregorio, J.Moreno…
Gregorio,
Reconocerás que es más sensato tirarse al monte con Heráclito que con el Libro rojo…
J.Moreno,
Anda, anda…
Q.-
JJG Noblejas says
Puestos a tirarse al monte, tampoco está de más considerar la posibilidad (una entre tantas y tan variadas diversidades que plantea el monoteísmo) del monte Carmelo, con Juan de la Cruz como guía. Así me parece que puede resultar más fácil no perderse en algunos de los viejos vericuetos heraclíteos de la paradoja del ser «lo sabio» y al tiempo querer y no querer ser llamado Zeus: una especie de ‘dilema cornuto’ el del politeísmo con un Dios cuestionable y problemático, que no sabe si es o no es Dios (ni siquiera si es «el saber» abstracto y común a todos los dioses que merecen tal nombre), y por lo tanto, a fin de cuentas, si es genuinamente sabio o no lo es. En fin, la vida misma… Un’altro salutone, caro Q.
JP Quiñonero says
JJG Noblejas,
Hombre… un poco alto pones el listón, me temo…
Q.-
JJG Noblejas says
Si, me temo que quizá se me ha ido un poco la mano en esto de escribir a vuelapluma, «écriture mécanique» a fin de cuentas, sin llegar a «écriture automatique». Un cordial saludo, JJ
JP Quiñonero says
JJG Noblejas,
En cuestión de sensibilidad o sensibilidades, quizá sea muy honroso poner muy alto el listón de las convicciones propias…
Q.-