Treinta y cinco años de democracia no han cambiado la cruda naturaleza esperpéntica de la escena política.
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Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar, abandonaron la Moncloa perseguidos por los aullidos de las brujas audiovisuales, lanzando contra ellos atroces maldiciones.
No entro en la justicia o injusticia cívica y política de tales dramas, cívicos e individuales, a un tiempo. Me limito a recordar el pavoroso espectáculo de aquellas interminables y dolorosas agonías, precedidas de feroces tormentas de piedras y clavos cayendo como una maldición sobre las víctimas, que salían de la escena política sin comprender la naturaleza de su lapidación pública, ofrecida en espectáculo, con saña.
Zapatero camina hacia su destino sin comprender nada, quizá convencido que la suerte terminará sonriéndole. La hospitalización de Rubalcaba se inscribe en esa esperpéntica saga negra. ME GUSTARÍA EQUIVOCARME.
El espectáculo sucesorio de ZP no invita al optimismo ni la piedad.
Justo pensé ayer lo mismo sobre Rubalcaba. Ahora intentarán desacreditarlo por su salud, de la que dicen hace bastante tiempo es un poco precaria.
En fin, el batacazo electoral en mayo es inevitable salvo imprevistos. Espero que, al menos, pierdan la Diputación de Barcelona, con lo que el PSC-PSOE se hundiría en la miseria, siendo el golpe definitivo al partido que ha traicionado a tantos catalanes no nacionalistas estos años.
¡Qué bien escritos están estos párrafos, Juan Pedro!
¡Qué grande y sintética descripción!
Un abrazo
Maty, José Julio…
Maty,
Justamente, ayer noche me asaltaron esas ideas: cosas de la vida.
José Julio,
Me abrumas… un abrazo con mucha gratitud.
Q.-
Juan Pedro, cada día te pareces más a mi forma de pensar 😛
«Deja que los muertos entierren a sus muertos».
Maty, Carmen…
Maty,
Pues vaya usted a saber. Acabo de pedir la nacionalidad andorrana.
Carmen,
… quizá si; pero, ojo, que hay muertos que están muy vivos, decía Lope (¿?) con muuchhííísima mayor elegancia y precisión. Veremos,
Q.-