Pon tdes Arts, 19 junio 2011. Foto JPQ.
El amor ha vuelto a vencer al poder político, municipal, en este caso.
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La tradición quiso, durante muchos años, que los enamorados se jurasen amor eterno comprando un candado, en el que escribían o grababan sus nombres o iniciales, antes de cerrarlo, atado para siempre al Pont des Arts. Luego, tiraban la llave al Sena y sellaban con un abrazo y un beso una historia de amor llamada a perdurar por los siglos de los siglos, con su candado atado a un puente que tiene poco más de dos siglos de historia.
Hace poco más de un año, el alcalde de París, Bertrand Delanoë (socialista, el primer político francés que declaró su homosexualidad), decidió que tanto candado de amor era una “amenaza potencial” contra la estructura metálica de la pasarela del puente…
Un equipo de cerrajeros municipales, pertrechados con el utillaje imprescindible para cortar candados atados a una pasarela metálica, pusieron fin a la historia de amor entre incontables parejas de enamorados y el Pont des Arts.
Con nocturnidad y alevosía, una triste noche del mes de mayo del 2010, los cerrajeros municipales hicieron desaparecer millares de candados, marcados con amorosos mensajes.
Durante unas semanas, unos meses, los enamorados que podían volver al Pont des Arts se limitaban a recordar con un abrazo su primer juramento, con llave y candado, en el puente. Lentamente, el otoño y el invierno pasado, algunos enamorados decidieron reanudar la tradición: besarse, abrazarse y sellar su juramento de amor con un candado cerrado con llave, tirada al Sena.
Con la primavera, al fin, el Pont des Arts vuelve a ser lo que fue. Los enamorados han vuelto. Y, con ellos, millares de candados recuerdan al paseante sin rumbo, de nuevo, que allí se juraron amor eterno miles y miles de enamorados, en muchas lenguas de cinco continentes, como Jose y Bea, cuyo candado de amor se cerró y quedó atado al puente esta misma primavera.
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PontdesArts, 19 junio 2011. Foto JPQ.
- París, la noche, el Sena, los enamorados.
- París. Enamorados ingleses.
- Love on the left bank… recuerdo y homenaje.
- Fotografía y París en este Infierno.
j o s e p says
Que daño ha hecho Moccia!
JP Quiñonero says
Josep,
… oscilo entre dos tentaciones:
-¡Qué razón llevas…!
o..
-No hay mal que por bien no venga.
Qué quieres,
Q.-
j o s e p says
Dentro de unos años los representantes del sector de los candados le darán un premio a Moccia por haber promovido esta maravillosa industria, un poco incomprendida.
JP Quiñonero says
Josep,
Hombre, creí que conocías la historia… Moccia viene de una famosa casa fabricanta (sic) de candados de lujo, milaneses.
Hace años, la antigua casa productora de candados de lujo entró en crisis. Y el patriarca / abuelo le dijo al nieto Moccia: «Tienes que hacer algo…» La operación literaria de los candados funcionó con tanto éxito que el dinero de los bestsellers permitió relanzar la empresa con candados muy fashion, tendencia puente, con grandísimo éxito de ventas… hasta hoy,
Q.-
Jesús says
Yo hubiera dicho que la cosa venía del Ponte Milvio. Chico, lo que es la intertextualidad y la globalidad y las vueltas y revueltas. Cuando yo llegué a París, diría que los candados del Pont des Arts habían desaparecido…
Parece que los editores y los docentes y hasta los padres de púberes andan encantados con Moccia. Yo en mi condición de tío de púberes, estoy francamente encantado también. Lo mismo sale un Quijote de Tre metri sopra il cielo: cosas más raras se han visto.
PD: El padre de Federico, «Pipolo», fue cineasta notable, en mi opinión.
JP Quiñonero says
Jesús,
Horreur(sic)… confieso desconocer las películas del padre y los libros del hijo. Nobody’s perfect,
Q.-
Jesús says
Hombre, los libros del hijo, ya hecho y derecho como estás… Qué quieres que te diga. Ahora, constato que animan mucho a la lectura y yo, con eso, más contento que unas pascuas.
JP Quiñonero says
Jesús,
Si, si… y, efectivamente, esa dimensión tan positiva de sus libros es muy de agradecer, claro está,
Q.-
marta_ says
estimados…
el Pont des Arts me recuerda inevitablemente a La Maga y al Horacio que nunca pensaron siquiera en dejar un candado ni símbolo cualquiera de su amor (más que un paraguas abandonado en un parque del que no recuerdo el nombre, líneas después)
se ve que lo que no pudo La Maga traer a ¿su Montevideo natal? lo trajeron los best sellers o andá a saber quién …
http://www.minube.com/fotos/rincon/70142/357452
gracias, gracias, gracias, siempre gracias por ese París de tus fotos
JP Quiñonero says
Marta,
Doble alegría… tu comentario sobre mis fotos, qué ilusión… y, luego, ah, si, el recuerdo de La Maga y Horacio… un París de leyenda; mañana volveré sobre otro París, no menos legendario,
Q.-