Bulevar St.-Germain, 5 marzo 2013. Foto JPQ.
Me pareció curioso que ella y sus amigos utilizasen como señuelo político, social, una frase emparentada con otra de Lawrence que yo traduje libremenente y fue plagiada textualmente por Cela.
Bulevar St.-Germain, 5 marzo 2013. Fotos JPQ.
Apelando al puesto de los sueños en la vida social, ella y sus amigos habían colgado una pancarta glosada por sus pegatinas, que viene a decir:
“Cuando un hombre solo sueña, solo se trata de un sueño. Cuando muchos hombres sueñan juntos, es el principio de una realidad”.
Frase emparentada -salta a la vista, a mi modo de ver- con la famosa sentencia de Lawrence, al principio de sus Seven Pillars of Wisdom: “Hay dos tipos de hombres; aquellos que al despertar creen que sus sueños fueron ilusión, y aquellos que sueñan despiertos. Estos últimos son los más peligrosos, porque ellos están dispuestos a jugarse la vida por hacer realidad sus sueños…”
La historia del plagio de Cela la conté hace años en mi Retrato del artista en el destierro:
Cual no seria mi sorpresa al descubrir que Camilo terminaba varios de los capítulos de Madera de boj, y ponía fin a su libro, con una frase mía, que él copiaba y repetía, una y otra vez, sin citarme: hay desde tiempo inmemorial entre Galicia, Cornualles y la Bretaña un legendario camino sembrado con pepitas de oro… frase que yo había escrito en mi casa de Caldetes, y publicado, por vez primera, el veintiuno de agosto de 1998, iniciando con ella un artículo que se llamaba Galicia artúrica y terminaba con una cita célebre del Lawrence de la revuelta árabe: hay dos tipos de hombres; aquellos que al despertar creen que sus sueños fueron ilusión, y aquellos que sueñan despiertos. Estos últimos, dice Lawrence, son los más peligrosos, porque ellos están dispuestos a jugarse la vida por hacer realidad sus sueños. Quien tenga la curiosidad de leer el original inglés de esa cita advertirá que me tomo una cierta libertad, al traducir un texto que Camilo copia y reproduce, sin citar a sus autores, siguiendo mi versión libre [ .. ]. Cuando descubrí mi corta veintena de palabras, sirviendo de broche a varios capítulos y al fin de Madera de boj sentí una cierta tristeza. Me hubiera bastado un guiño para ser feliz; pero el silencio de Camilo hacia el autor de aquella modestísima frase, el rudimentario traductor de Lawrence, eran una punzada gratuita, de la que me sentía víctima innecesaria. El genio verbal de Camilo no estaba necesitado para nada de mi Galicia artúrica.
Curioso, me digo, ese libro mío tuvo una acogida francamente entusiasta:
-José María Pozuelo Yvancos, El tiempo recobrado, Luminosas complicidades.
-Santos Sanz Villanueva, Celebración de las letras.
-Baltasar Porcel, La tierra y la memoria.
-Rafael Conte, En busca de las letras.
-Carlos Semprún Maura, Retrato del artista en el destierro.
-Ferran Sales, Quiñonero publica sus memorias literarias desde los años setenta.
–Quiñonero y Jordi Gracia premio Ensayo de la Fundación Caballero Bonald.
- Fotografía y Personal en este Infierno.
j o s e p says
Hablando de T.E. Lawrence, me ha venido a la mente E.M. Foster (Faros i Farelló), Lawrence Durrell (El cuarteto de Alejamdría) y Robert Graves (biógrafo del primero).
En un día lluvioso su cita me ha transportado a Alejandría, El Cairo, Damasco …
JP Quiñonero says
Josep,
Grandísimos maestros, sin duda. Comparto la devoción por ellos. Me atrevería a añadir dos nombres: Gerald Brenan, que murió en Alhaurín, en Granada. Y Gerald Durrell, autor de un libro maravilloso, My family and other animals,
Q.-
Laura says
Divertida y siniestra la historia de Cela plagiario, en esta entrada fuera de serie.
JP Quiñonero says
Laura,
Buenoooo… encantado con lo de «fuera de serie»: quiero pensar que la cosa va en positivo,
Q.-