Los españoles pagan más impuestos para ser más pobres y menos libres.
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La crisis ha agravado un proceso histórico muy anterior, indisociable de la crisis agonal del Estado providencia:
–La Deuda se come el trabajo y los impuestos de los españoles.
–España: más funcionarios para administrar la pobreza creciente.
–España / OCDE: más funcionarios para administrar más pobreza y más paro.
–Estado y gobierno(s) nos hacen más pobres y menos libres, 2.
–España / UE y la revolución fiscal pendiente.
–La presión fiscal y la deuda pública de las comunidades autónomas españolas crece más rápido que la media de la UE.
El último informe del Regristro de Economistas y Asesores Fiscales sobre la fiscalidad autonómica y foral subraya la agravación de todos esos problemas:
-Crece la inseguridad jurídica.
-Se acentúa la tendencia generalizada a subir impuestos.
-El reino de taifas fiscal tiene manicomiales consecuencias perversas. En muchos casos, los costes de recaudación son tan altos como los impuestos recaudados.
-Caos normativo entre el Estado las comunidades autónomas…
Eurostat y ABC, 10 enero 2012.
–IRPF e independencia, en España, Reino Unido, Escocia y Cataluña.
Estas son las diez conclusiones de El panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2013 del Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF):
1. Las CCAA han utilizado mucho su capacidad normativa para regular los tributos cedidos. Ahora bien, esta afirmación se puede matizar diciendo que se han ocupado menos del Impuesto sobre el Patrimonio, quizás porque ha estado “en suspenso” de 2008 a 2010, y que en 2013 ya existen Comunidades que derogan ciertas normas establecidas en años anteriores.
2. En todos estos tributos, los beneficios fiscales, que son muy numerosos, tienen una aplicación muy restrictiva en cuando a los contribuyentes a los que afecta, por circunscribirse solo a determinados colectivos, con múltiples requisitos y con limitaciones de renta.
3. Por lo anterior, los beneficios fiscales tienen un impacto recaudatorio muy limitado, si exceptuamos las bonificaciones o deducciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones en los territorios donde se aplican.
4. La técnica legislativa empleada puede conducir a cierta inseguridad jurídica. En primer lugar, se legisla mucho, en segundo lugar, se modifica a menudo la normativa, en tercer lugar, hay Comunidades que no elaboran textos refundidos y, por último, para los contribuyentes es muy difícil conocer todas estas normas.
5. Es una normativa con altos costes de control, al establecerse en muchas ocasiones requisitos a futuro y durante muchos ejercicios.
6. Por la crisis económica se genera una tendencia generalizada a subir tipos. Esta tendencia se consolida en el IRPF y en el ITP y AJD, se apunta en el IP, tributo en el que también van desapareciendo las bonificaciones generalizadas, y en ISD, en el que algunas autonomías suprimen, ya para 2013, la tributación simbólica de familiares cercanos.
7. El margen de incremento de tipos impositivos en el IRPF está prácticamente agotado por la aplicación (en principio en 2012 y 2013) de la tarifa complementaria estatal y por la subida de la tarifa autonómica en muchos territorios, quedando nuestro marginal máximo entre los más elevados del mundo.
8. Tampoco el resto de figuras impositivas de nuestro sistema tributario tienen muchas posibilidades de incrementar su recaudación por la vía de la subida de tipos. Solo el IVA tenía cierto recorrido al alza, pero la subida de 2012 los ha dejado en línea con nuestros socios de la UE. El Impuesto sobre Sociedades, al margen de la financiación autonómica, sí parece que pudiera mejorar su recaudación en una reforma profunda, dejando al lado las modificaciones coyunturales que en él se han producido.
9. La recaudación que aportan los impuestos propios, de media, a las Comunidades Autónomas, es solo el 1,8% de los ingresos tributarios. Por ello, en muchos casos, los costes de gestión superan la recaudación que de ellos se obtiene. Sin embargo, no dejan de crearse nuevos impuestos y de modificarse los ya establecidos.
10. Como bastantes de los impuestos propios que implantan las Autonomías se parecen y tratan de gravar el mismo hecho imponible, pero se articulan de manera muy diferente, se produce un cierto caos normativo en este campo. Una solución podría ser que el Estado estableciese determinados impuestos medioambientales y los cediese a las Autonomías, teniendo éstas capacidad normativa sobre determinados elementos de los mismos.
Las negritas son mías.
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