Convergencias y coqueteos de fondo.
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Le Figaro, 3 noviembre 2014.
Por vez primera en la historia de la V República, la extrema derecha y la extrema izquierda defienden proyectos políticos que tienen muchos puntos en común, contra el euro, contra la UE, contra la inmigración, contra el liberalismo, en defensa del “patriotismo económico” de un Estado “fuerte y protector”.
El domingo, Marine Le Pen declaraba al semanario Journal du Dimanche: “Con frecuencia, la extrema izquierda hace buenos análisis. Pero no va hasta el final de su lógica”.
El lunes, la misma Marine Le Pen declaraba al diario Le Figaro: “Los análisis del Frente de izquierdas de Jean-Luc Mélenchon no están muy alejados de los análisis del Frente Nacional”.
Históricamente, Jean-Marie Le Pen, presidente del Frente Nacional (FN, extrema derecha), defendió políticas económicas “ultraliberales” presuntamente próximas a las de Ronald Reagan.
Marine Le Pen dio un giro radical a aquellas políticas, con mucho éxito entre los obreros franceses. Durante los últimos diez años, del 30 al 35 % de los obreros franceses votan sistemáticamente al FN, convertido en el primer partido obreros de Francia.
La presidenta del FN defiende hoy políticas económicas que “coquetean” con las ideas de la extrema izquierda francesa: restauración de la jubilación a los 60 años (proyecto que también defienden el PCF y el Frente de izquierdas), ruptura con el euro y “patriotismo económico” (tesis que defiende toda la izquierda de la izquierda), denuncia radical del capitalismo, el liberalismo y la UE (con posiciones bastante próximas a la izquierda anticapitalista).
Tribuno populista e izquierdista, líder del Frente de izquierdas, Jean-Luc Mélenchon declaró recientemente al semanario socialdemócrata Nouvel Observateur: “Al final, todo se jugará entre Le Pen y nosotros”. A juicio de Mélenchon, la izquierda y la derecha tradicionales (Hollande y Sarkozy) son siempre “más de lo mismo”. Según Mélenchon, “Hollande ha hundido a la izquierda. Solo la extrema derecha ha conseguido ganar votos entre los obreros. La izquierda debe preguntarse por el origen último de ese proceso”.
Oficial y retóricamente, la izquierda socialista y comunista denuncia siempre las amenazas de Marine Le Pen y su FN. Sin embargo, el Frente de izquierdas, el PCF y el Frente Nacional defienden políticas económicas que tienen muchos puntos en común con los proyectos económicos de la extrema derecha. Marine Le Pen, por su parte, continúa “pescando” votos con proposiciones que ha defendido la izquierda y la extrema izquierda en muchas ocasiones: “aumento masivo del salario mínimo”, jubilación a los 60 años, bajar “inmediatamente” las tarifas del gas y la electricidad, creación de un “impuesto mundial contra las transacciones financieras”.
Racismo y temas “culturales” y multiculturales siguen enfrentando formalmente a la extrema derecha y las extremas izquierdas, que viven una suerte de “luna de miel” ideológica en el terreno esencial de las políticas económicas.
Así se convirtió la extrema derecha de Le Pen en el primer partido obrero de Francia, 2.
Hénin-Beaumont, duelo Mélenchon – Le Pen.
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