Villejuif, 22 diciembre 2014. Foto JPQ.
“Un proceso histórico, social, político y cultural de gran calado…”.
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La alcaldía de Villejuif (56.000 habitantes, en la periferia sur de la capital) ha decidido “debautizar” / cambiar el nombre la plaza Georges Marchais, que se llamará, a partir de ahora, plaza Georges Mathé.
Tras la trivialidad aparente de una decisión municipal, se trata de un acontecimiento simbólico de primera importancia, acelerando la desestalinización del cinturón rojo de París: un proceso histórico, social, político y cultural de gran calado.
Villejuif fue una alcaldía comunista durante un siglo corto. La pequeña / gran ciudad del departamento de Val-de-Marne, en la gran banlieu parisina, fue uno de los símbolos históricos del “cinturón rojo” de París: un “cinturón” de alcaldías comunistas rodeando la capital de Francia durante poco menos de un siglo. Georges Marchais fue el último de los grandes dirigentes comunistas franceses nítidamente stalinista: apoyó la invasión de Afganistán, jamás condenó la invasión de Checoslovaquia, dinamitó el “eurocomunismo” y fue célebre por la brutalidad inquietante de su populismo autoritario y ultracomunista.
A finales del siglo pasado, comenzaron a caer los bastiones electorales. Tras la hoz y el martillo de las antiguas alcaldías comunistas comenzaron a aparecer carnicerías halal para nuevas clientelas musulmanas, alternando con bocadillerías “orientales”, no menos halal: “Ese término hace referencia al conjunto de prácticas permitidas por la religión musulmana. Aunque el término en sí engloba a todo tipo de prácticas, es comúnmente asociado a los alimentos aceptables según la sharia, o ley islámica”.
Se abre ahora una nueva página en la historia del “cinturón rojo”: “debautizar” / cambiar de nombre plazas y calles. En Villejuif, la avenida Stalingrado todavía lleva ese nombre, que ha desaparecido misteriosamente de las placas de las esquinas; la gran plaza consagrada a Georges Marchais, cambia de nombre, para llamarse ahora plaza Georges Mathé. “Bye bye” al stalinismo local y regional, enterrado en la tumba de las cosas que se desean olvidar. Para mejor recordar a otros personajes. En este caso, la alcaldía ha decidido honrar a Georges Mathé, que fue un resistente e investigador en el hospital Paul-Brousse de la ciudad.
Edouard Obadía, miembro del equipo municipal, comenta: “Todo el equipo, conservadores, centristas, socialistas y ecologistas votamos la desestalinización de las calles de nuestra ciudad. Marchais, comunista, fue un personaje muy polémico. Siempre juzgó positivo el régimen de la difunta URSS, jamás condenó la invasión de Checoslovaquia, trabajó en la Alemania nazi durante la guerra”.
La desestalinización de Villejuif y el resto del “cinturón rojo” tiene otro rostro histórico, social y cultural: la ciudad y buena parte de la periferia parisina se han convertido en tierra de nadie, muy multicultural. Carnicerías y bocadillerías halal forman parte esencial del nuevo paisaje urbano. Los antiguos bastiones obreros, con inmigrantes polacos, italianos y españoles se han convertido en archipiélagos multiculturales con mucha población musulmana, oriental y africana. El emblema de la hoz y el martillo ha desaparecido de la imaginería urbana, sustituido por la caligrafía fluorescente que anuncia bocadillerías orientales y carnicerías musulmanas, halal.
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Villejuif, 22 diciembre 2014. Foto JPQ.
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