Una obra muy mayor.
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En verdad, tras la apariencia de una película de “acción” / “guerra”, American Sniper es una reflexión moral sobre la violencia y la guerra, a la manera de las grandes obras de Howard Hawks (Sergeant York) y John Ford (The Man Who Shot Liberty Valance).
Hawks filmó la crisis cívica y moral de los veteranos de la Primera guerra mundial, que una influencia tan dramática tuvo en las metamorfosis espirituales del hombre, la cultura y las artes de nuestra civilización.
John Ford filmó el terror y la crisis moral de la violencia enquistada en las fronteras entre culturas y tierras pobladas de demonios y seres desalmados.
Clint Eastwood ha filmado los dilemas morales de la lucha contra el Terror, cuando cada mujer, cada niño, cada ser humano, pueden ser una bomba cuya mecha es el odio y puede estallar en el corazón de nuestras ciudades en cualquier momento.
En la guerra filmada por Hawks, todavía existe un “frente” y una “retaguardia”. Los hombres se miden por su resistencia al dolor (Jünger). En la guerra filmada por Ford, el héroe solitario todavía vive los épicos debates del drama caballeresco del ciclo artúrico.
En la guerra filmada por Clint Eastwood en American Sniper (sus dos grandes películas sobre Iwo Jima plantean otros problemas esenciales de la guerra contemporánea), el “frente” se instala en el corazón de las ciudades convertidas en campo de batalla, donde los civiles pueden ser bombas humanas, manipuladas por el Demonio de la novela Los demonios de Dostoievski.
Los demonios es el monumento canónico para intentar comprender los mecanismos psicológicos que fundan el Terror y el terrorismo de nuestro tiempo. Dios ha sido abolido y suplantado por el odio. El crimen, la matanza, el derramamiento de sangre humana, conducen al paraíso donde reina la tiranía del Terror: un espacio sin orillas donde hombres, mujeres y niños se han convertido en seres poseídos por el Demonio, cuya sombra tentacular tiene la forma de una tela de araña maligna que devora los despojos de carne humana que le traen hombres, mujeres y niños poseídos por su sed de mal (Wells dixit).
De ahí la tragedia del sniper: sus ojos de mortal perseguido por esa araña maligna dudan cuando contempla al fondo del visor de su fusil una inquietante bomba que tiene la silueta de un anciano, un niño o una mujer embarazada.
La soledad del sniper, como la soledad del samurái de Jean-Pierre Melville, es la soledad de un ser errante en una selva poblada de predadores y animales de presa: El samurái, el héroe, el asesino, el waldgänger. A su muerte, la lluvia cae sin misericordia sobre las banderas de sus padres. Y los contornos del alma humana y la polis sufren de esa tormenta que hace más presente la incertidumbre y el dolor.
Clint Eastwood, en Iwo Jima, contra la guerra de Irak.
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Clint Eastwood, en Iwo Jima, contra la guerra de Irak.
Volverás a Iwo Jima, pero nunca llegarás a nada.
Caína / Iwo Jima: distintas maneras de morir.
Cine.
txema says
Sin duda C. Eastwood tiene grandes films y sus dos sobre la isla de Iwo Jima son magníficos y muchas otras, para mi de la mejores fue Sin Piedad, creo que era el titulo en castellano cuando comenzó a dirigir allá por los 90.. Pero para mi, la ultima peli de C. Eastwood tiene muchas interpretaciones, tanto por lo que representa de la guerra como todo lo que no dice. La típica representación de buenos y malos, el patriotismo del francotirador y todos sus valores tradicionales, el ensalzamiento del héroe que defiende los valores de su país, los estereotipos presentes constantes y un largo etc. Me dejo un mal sabor de boca y en el contexto actual el presentar la guerra de Irak a un reduccionismo de los dilemas morales de un francotirador, me parece dejar a un lado muchas cosas. No conocía la existencia real del personaje en cuestión, pero la vanagloria de la muerte de un soldado elevado a héroe por matar mas de 165 personas en una guerra que fue incoada con mentiras, solo me produce arcadas. Seguro que le dan algún oscar por supuesto con el 90% de los votantes blancos, hombres y rubios. Prefiero la isla mínima 🙂 salud
JP Quiñonero says
Txema,
Qué decir…
Un plano recurrente, el plano del rojo / ojo del sniper mirando… dice bien, una y otra vez, que el «héroe» / «leyenda» duda muy mucho sobre tales apelaciones.
La madre / viuda de un muerto habla de una guerra injusta.
Uno tras otro, los amigos / colegas del sniper también dudad de lo bien fundado de esto o aquello.
Las banderas y el espectáculo de las banderas… llueve y llueve, la imagen está enturbiada por la lluvia: no hay ninguna glorificación; todo lo contrario, las imágenes están diciendo que el espectáculo está muy poco claro, con un largo rosario de heridos y víctimas que salen adelante por que son hombres enteros…
No creo que las imágenes hablen de ninguna glorificación. Si me apuras, puede hablarse de una peli «pacifista», con una visión muy negra de la guerra, pero rindiendo homenaje, sin duda, a los hombres que son capaces de morir incluso si no tienen nada claro lo que están haciendo…
Q.-