Rue de Rennes, 23 junio 2019. Foto JPQ.
El fulgor de los geranios me recuerda las noches de San Juan de mi infancia.
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Noche de San Juan con Kipling, Kavafis y Josep Pla.
“Mi padre amontonaba trastos viejos, maderas, enseres inservibles… y les metía fuego, en nuestra calle…” San Juan, Kavafis y los griegos de la diáspora.
Noche de San Juan, los recuerdos, las llamas…
“Cuando yo era niño, mi madre leía en voz alta a Eliodoro Puche; y las hogueras de San Juan, por aquellos años, anunciaban algo gozoso que había comenzado con las fiestas de mayo, en los altares con ofrendas de flores a santas y vírgenes llevadas por las calles en procesión nocturna, que yo seguía, embriagado, persiguiendo los perfumes de la primavera, las niñas y las adolescentes en flor…” La noche de San Juan, jóvenes caballeros y adolescentes en flor.
Kipling, Kavafis, Josep Pla y la noche de San Juan, en Nueva Icaria.
Bellos geranios, bella noche de San Juan…
Feliz día, JP!
Irene,
Qué ilusión, tus palabras…
Graciassssss
Q.-
Dejamos la primavera y entramos en verano. Las estaciones del año son valoradas y disfrutadas hasta por los que han perdido la razon y se quedan con las flores los frutos el fuego y la plenitud de la vida. Todo vida. No saben nada de San Juan ni de Maria ni de san Pedro solo de los campos como cambian sus colores los calores de las espigas y de todas las plantas que se llenan de granos y como recuerdan los granos que plantaron en el frio de invierno. Los campos desaparecen y las ciudades crecen y aumentan . La tierra se transforma en cemento y los caballos en chapas que corren como un caballo de ochenta patas. Adios campo de mi infancia y bienvenida o malvenida ciudad de mi vejez.
José,
Anda, anda…
Contra viento y marea, con cemento o sin cemento… las verbenas & noches de San Juan… ¡siguen vivas..!
¡Y muchas gentes, grandes y menores, siguen celebrándolas a su manera..!
En París y en Hamburgo no saben lo que se pierden desconociendo esas cosas. ¡Ellos se lo pierden..! Claro que ellos me dirán que yo desconozco las cosas maravillosas que son fuente de vida para ellos…
Lo de que la juventud, la vejez y tal… no me convence toomuch. Hay niñatos que son viejos desde la infancia. Y hay jubiladas encantadores & encantadoras, con una marcha que para mí quisiera…
Q.-
Quiño,
En Atenas tampoco celebran la Verbena de San Juan…ni la llegada de los Reyes Magos. Cada país con sus tradiciones. ¡Qué le vamos a hacer!
A ver Quiño si conseguimos ser de esos jubilatas encantadores y con mucha marcha; hasta el ultimo instante…
Buenas noches a todos/as.
Fina,
Pues ellos se lo pierden, los atenienses, qué decir.
Sí, quizá ese sea el tono justo… intentar conseguir… sin fanatismos de ningún tipo, intentando mejorar la marcha, que cada cual se la busque / gane, a su aire,
Q.-
PS. Lo de «ser feliz» o «alegre» a punta de pistola tampoco es plan, claro.
¡Ay, Quiño!
No me gustan las imposiciones de ningún tipo y menos a punta de pistola, claro.
No concibo el ser «feliz o alegre» sin libertad de acción, sin paz interior.
Me pregunto quién decide el país donde nacemos, crecemos, residimos y en el que morimos. ¿Será potestad nuestra o del destino?
En fin, entretanto, a mejorar la «marcha» dentro de lo posible y sin fanatismos.
Buenas noches a todos/as.
¡Ay, Josep!
Valoremos y disfrutemos, en lo posible, cada estación del año que nos queda…
Veo que amas la plenitud de vida de los campos de tu infancia. Las ciudades también ofrecen sus atractivos y comodidades, no todo es malo. En cuanto a la vejez ya es un tema más delicado. esperemos que la diosa fortuna nos permita llevarla con optimismo y dignidad.
Bona nit!
Fina,
Bueno… en mi caso, todas esas preguntas me abruman una miqueta. Lo que intento es pura y sencillamente: vivir y dejar vivir, tan ricamente… en cuanto me topo, forzosamente, con alguien que tiene opiniones y pretende dármelas a conocer, intento escapar, largarme con mi música a otra parte, para seguir gozándo y maravillándome con casi todo lo que encuentro a mi paso,
Q.-
¡Ay, Quiño!
Qué buena y práctica filosofía tienes: «Vivir y dejar vivir». Saber gozar y maravillarse de todo…Así de simple.
¡Qué sencillo podría ser si supiéramos vivir el día a día, sin más pretensions, sin miedos; con la inocencia, la pureza y la alegría de los niños!
Fina,
Quizá lo razonable sea no hacerse demasiadas ilusiones. A partir, cualquier rodaja de pan con aceite, sal y una miqueta de tomate tiene sabores celestiales…
Q.-