45, rue de Rennes, 19 noviembre 2019. Foto JPQ.
Apenas ha tardado cinco semanas en imponer su Ley.
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Jovencísmo samurai de la raza Shiba Inu, despierta a sus amos delicadamente (¿?) si el despertador es insuficiente; lleva y trae sus propiedades personales (bolas, huesos, hurtos ocasionales, juguetes, etc.) por salones y pasillos; ladra a cualquier ruido, amenaza o fantasma humano que se escuche al otro lado de la puerta de la calle; husmea cuidadosamente a cualquier desconocido (a) que se presente intempestivamente, antes de aceptarlo como amigo (a); corretea sin descanso por el salón antes de dar un salto final e instalarse en el sofá de sus amos (que es el suyo), sin estar nunca muy convencido con el programa de tv nocturno… en definitiva, un joven samurai considera impropio de su condición un solaz y reposo tan mediocre, que solo invita al sueño, la tierra prometida de los sueños, añorando las aventuras, promesas y riesgos de las interminables jornadas de venturosa caza…
Recuerdo de Inés… La casa encendida.
Era la alegría de la casa…
A su manera, cuidó de JF y PJ, hasta que se fueron de casa. Luego, los recibía siempre con sus efusivas muestras de cariño maternal.
Cada rincón de nuestra casa, su casa, está tocado por la gracia de sus idas y venidas, descubriéndonos la existencia de misterios invisibles para nosotros, incluso cuando nos alertaba, en silencio, levantando la cabeza y escuchando (¿?) la llegada de alguien que pronto llamaría a la puerta y ella sabía próximo cuando todavía estaba en la escalera, invisible.
Se alegraba, tanto como nosotros, cuando se trataba de un amigo querido. Se instalaba en la puerta de la casa, vigilante, cuando se trataba de un desconocido, velando por el hogar de toda la familia, la suya.
Nos ha dejado. Ha ido a reunirse con Buck.
Ahora viven juntos para siempre en la tierra celeste evocada por Ahmed al-Raisuli, despidiéndose de Mrs. Perdicaris:
“Se que volveremos a vernos. Un día. Como dos nubes unidas en un cielo estrellado”… → Recuerdo de Buck.
Dice Luis Rosales en La casa encendida:
Al día siguiente,
[ .. ] al mirar hacia arriba,
[veo] iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,
las ventanas,
-sí, todas las ventanas-;
Gracias, Señor, la casa está encendida.
Irene says
Vaya! Bienvenido aquí, Buck
JP Quiñonero says
Irene,
Buck ha leído tus palabras en su ordenada personal y ha corrido a gritarme: «¡Amo, qué señora tan simpática, tu lectora, Madame Irene..!»…
Q.-
Irene says
Guau!
JP Quiñonero says
Irene,
«Amo, que lectoras tan inteligentes tienes, así, cualquiera…» me dice Buck,
Q.-
Fina says
¡Quiño!
¡Qué monada!
Os imagino «divertidos» y bien acompañados con Buck II jugueteando por la casa…
Es un placer conocerlo… 🙂
JP Quiñonero says
Fina,
Ay… esa es la visión más «poética» de la cosa… la «autoridad» de Buck también tienen rostros menos líricos, pero, bueno, es verdad: aporta una forma de cariño muy particular, sin duda.
Q.-
Antonio Rubio Plo says
Conmovedor. Y eso que no tengo perro. Muy literario. Sale Buck en alguno de tus libros?
JP Quiñonero says
Antonio,
Ah… Buck I, Buck II e Inés salen un poco en el libro que estoy escribiendo … que va para largo, un par de años.
Gracias, Antonio, Grancias,
Q.-
El lejano says
«Terrible» (en francés) tu Buck !! Parece un perro de bande dessinée…
Mi hija, que es veterinaria, dice que los Shiba Inu son perros difíciles y que ve muchos clientes que tienen problemas con ellos (es una raza que está de moda).
JP Quiñonero says
El Lejano,
Bueno… los Shiba Inu son… una suerte de guerreros solitarios, de una fidelidad heroica, muy orgullosos, manifiestan su amor con una «virilidad» que no tiene nada que ver con la de los pequeños perros de compañía… el Shiba Inu es una suerte de samurái… siempre dispuesto a salir de caza, de juegos, de, de, de … con lo cual, reclama una complicidad absoluta durante horas y horas… camina con mucha gracia y prestancia… la gente se para pedir permiso para poder tocarlo..!!!
Q.-
El lejano says
¿Son como los chow-chow, que sólo obedecen a su amo y a nadie más, aunque sean miembros de la familia?
JP Quiñonero says
El lejano,
Me siento incapaz de comparaciones perrunas.
Shiba Inu.
Q.-
Pablo Eugenio Fernández says
Está uno tan pendiente de otras cosa, Quiño, que me perdí esta entrada, ay..!
Sí, Buck II
Tengo en el campo mastines y collies. A mí me encanta el setter y el braco alemán. «Un día de perros» en el campo, de caza, fue uno de mis mejores días. No pegué un sólo tiro, pero sentí un amor como nunca había sentido por los perros
También geranios rosas, bien
JP Quiñonero says
Ay, Pablo,
No tengo tanta experiencia… ¡ni mucho menos..!
En plan perros y caza… recuerdo a Miguel Delibes, que sabía mucho…
Los geranios, sí…
Avanti..!
Q.-