Boulevard Saint-Germain, 23 mayo 2020. Foto JPQ.
Señoras y señoritas musulmanas, parisinas, viven el descofinamiento en curso, imprevisible, con la misma alegría aparente del volver a la calle, mal que bien.
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París mestizo, work in progress.
París en tiempos del coronavirus … el desconfinamiento, moda USA para chicas parisinas bien.
El flâneur de Baudelaire llega a pensar que la moda es el rostro contemporáneo de la muerte.
Inspirándose en el Leopardi del Diálogo entre la Moda y la Muerte, el Benjamin de los Pasajes abunda en esa visión saturnal: la moda eterno retorno de las mercancías muertas, seduciendo a “mujeres objeto”, tan próximas a las muñecas de Ramón y las rubias / muñequitas pintadas de Gardel, en Nueva York.
Richard Avedon llegó a fotografiar una fábula que ilumina a su manera esos paisajes.→ Avedon, el amor, la gloria, la moda, la muerte.
Sospecho que mis fotografías ilustran otras realidades de distinta naturaleza.
París en tiempos del coronavirus … el desconfinamiento, la parisina y la moda española en París.
Joven modelo americana en la terraza del Café de Flore.
Neoyorquina desayunado en Saint-Germain, en el Café de Flore, el día de fin de año, San Silvestre.
José says
1500 millones de musulmanes y muchos no acaban de entrar en el mercado capitalista restante. Tienen su moda propia su estilo de vida su dios propio sus bancos aun sin usura. Los cristianos 2500 millones pero con muchas modas de todas partes muchos descristianizados viven modas efimeras no asi la mayoria de los musulmanes. Intentan mantener su forma de vida pero las ciudades son una amalgama de formas de vivir y de vestir pensar bailar y divertirse. En la foto una parece mas occidentalizada que la otra. La pandemia ha hecho que las calles estuviesen vacias ahora todo vuelve a ser como antes y las calles se llenan y son multiculturales. Los escaparates buscan clientes y volveran a ofrecer lo que se pida. Puede aparecer una moda burca que impida que entren virus y no solo arena en los rostros cubiertos menos unos ojos que miraran a otros ojos.
JP Quiñonero says
José,
Pues vaya usted a saber, efectivamente…
Supongo que los musulmanes están divididos como los cristianos, los agnósticos y los de mi pueblo, por no hablar de los españoles, que esos son de echarles de comer aparte…
Dicho eso… entre 5 y 6 de los 67 millones de franceses son musulmanes. Oséase, que vaya usted a saber como evolucionan las distintas modas francesas…
Q.-
Fina says
Josep,
Pensaba que te había comentado algo, pero no lo veo publicado…puede que no le haya dado a la tecla correcta.
Te decía, más o menos, que mientras unos ojos sepan y puedan mirar a otros ojos…todavía queda alguna esperanza.
Bona nit!
Carole says
Con todo respeto y nula simpatía, todo eso de los velos islámicos huele mal, o muy mal, según se mire, de lejos.
JP Quiñonero says
Carole,
Ay … las musulmanas son como son, como las madrileñas, las catalanas, las murcianas, incluso las guatemaltecas… en fin,
Q.-
Fina says
Quiño,
Comprendo la alegría de volver a la calle, a las terrazas, hoy me he tomado un cortadito frente al mar en una de ellas. No fue fácil, pero al final pudimos encontrar una mesa libre. Casi que no me lo podía creer… 🙂 Hay que perder las pequeñas y grandes cosas para saber apreciarlas de verdad…
En cuanto a las modas, son tan cambiantes y efímeras que no me importa no seguir sus dictados. Me gustan las prendas cómodas y a ser posible favorecedoras, en armonía con la edad y la personalidad de cada uno/a…
En fin, creo que lo importante es sentirse a gusto con lo que te cubre a cierta edad, o descubre… si se puede exhibir juventud y belleza…
Buenas noches a todos/as.
JP Quiñonero says
Fina,
Todo lo que dices es de una limpieza y sensatez abrumadora…
¡Y eso es lo extraordinario..!
Cuando, cada mañana, de muy buena mañana, pego un vistazo a la canallesca (la prensa, en el argot profesional) se me ponen los pelos de punta, ante las riadas de horrores de toda especie que se suceden por todas partes.
Luego, efectivamente, a lo largo del día, la cosa va mejorando, pero, bueno, quizá sea más imprescindible que nunca escuchar a personas como tú.
He dicho,
Q.-
Fina says
¡Ay, Quiño!
Gracias de corazón por estas cosas tan bonitas y halagadoras que escucho…
Conforta tanto sentirse valorada, aunque sea más de lo merecido.
Dentro de mi sencillez y limitaciones, creo ser muy afortunada al poder frecuentar este INFIERNO tan enriquecedor.
¡Que por muchos años sigamos contando con un anfitrión tan generoso y exquisito como tú!
Amén.
JP Quiñonero says
Fina,
Avanti..!
Q.-
PS. Pues no faltaba más…