Ignacio Martínez de Pisón cuenta en su nueva novela, Enterrar a los muertos (Seix Barral), la historia de José Robles Pazos, amigo de John Dos Passos, traductor de su monumental Manhattan Transfer, secuestrado y asesinado por los servicios secretos soviéticos, que contaban con la activa complicidad del PCE, en la Valencia de 1936-37, donde se celebraba un legendario Congreso de Intelectuales Antifascistas.
Cuando yo comenzaba a escribir estaba muy mal visto en Madrid intentar hablar de tal asesinato, entre tantos otros, de muy distinta índole.
Desde hace bastantes años, muchos de los documentos sobre esa historia se encuentran en la John Hopkins University (entre los manuscritos de las colecciones de Milton S. Eisenhower). En inglés también se publica por estos días otro libro que reconstruye la misma historia: The Breaking Point: Hemingway, Dos Passos, and the Murder of Jose Robles (Counterpoint Press), escrito por Stephen Koch.
Sorprende que se haya tardado tanto tiempo en rescatar esa tragedia, emblemática, sin duda, indisociable de las matanzas de anarquistas y trostkistas en la Barcelona de 1937, a manos de los esbirros soviéticos y sus cómplices españoles.
Luis Cernuda, que estuvo en Valencia en el Congreso de Intelectuales Atifascistas, ya había incluido en Desolación de la Quimera un poema dedicado a Victor Cortezo, que los especialistas fechan hacia 1961, y describía los sucesos de Valencia de este modo:
A diario, en el hotelucho
En que ambos parabais,
Oías a medianoche
El ascensor, subiendo
Al piso donde algún sacripante del Partido
Subía por nueva víctima.
Eminentes antólogos no incluyeron nunca el poema al que pertenecen esos versos, Amigos: Víctor Cortezo, en las antologías más reputadas.
Anonymous says
que silencio sepulcral cae sobre esa historia y los versos de Cernuda…
Mario