Place de l’Odéon, 9 febrero 05. Foto, by JPQ.
Leo con cariño y respeto las reflexiones de Juan Manuel (Bonet) sobre la geografía parisina del surrealismo, al filo de la expo París y los surrealistas (CCCB), comisariada por Victoria Combalis.
Los turcos, en la RAA, del 22.1 al 12.4.05
El comentario musical de mi desconocido amigo K. a mi post Esquizofrenias poco “europeas”, recordando que la Novena Sinfonía de Beethoven, el Himno oficial de Europa, concluye con una Marcha turca, plantea con mucha finura intelectual cuestiones muy sensibles, ocultas para el sonambulismo colectivo.
1. Como K. subraya con ironía, tan “nimio” detalle “ha pasado desapercibido para muchos miembros de la comisión redactora del texto-engendro”. No imagino a Giscard haciendo campaña al son de una Marcha turca, aunque estuviese escrita por Beethoven, o Mozart.
2. No es un azar que el himno oficial de Europa concluya con una Marcha turca. La música otomana ejerció influencia y fascinación en la gran música de nuestra civilización, a través de caminos, escuelas y personalidades que no es este el lugar de entrar a dilucidar.
A título meramente coloquial: No es un secreto que el Imperio otomano fue el primer Estado plurinacional (¿europeo?) que tuvo una organización musical – militar permanente, desde el siglo XIII. En la Mehterhané (banda militar imperial) se utilizaban tambores, chirimías, clarinetes, triángulos, platillos, crótalos, bombo, entre otros instrumentos fabricados por artesanos griegos y armenios. La música militar otomana y su organización influyó directamente en Napoleón (admirado por Beethoven). En otro plano, el “brío” de los géneros musicales otomanos también sedujo a personalidades capitales de la historia de la música. Marchas turcas escribieron Gluck, Mozart y Haydn, entre otros. El finale de la Novena Sinfonía y la Marcha turca de Las Ruinas de Atenas (¿otro título alegórico sobre el destino de Europa?) son dos obras célebres de Beethoven.
La moda turca en la que se inspiraron Mozart y Beethoven no es solo cosa de ayer. La muy británica Royal Academy of Arts presenta, desde el 22 de enero hasta el 12 de abril, una magna exposición, Los Turcos, que reconstruye para el gran público la fabulosa historia de más de mil años (entre el 600 y el 1600) de alta cultura otomana, presentada de este modo: The Ottomans were great patrons of the arts, like their contemporaries the Timurids, and the Great Seljuks before them. They commissioned works of art and literature of exceptional quality and beauty. The Ottoman imperial palace in Istanbul, the Topkapi, was famous throughout the world and boasted great riches from all across the empire. The Ottoman empire lasted until 1923.