La gran ventaja de consagrar las fiestas de Moros y Cristianos como un patrimonio cultural de la humanidad es que pudiera propagarse el carácter universal de la guerra civil, permitiendo la floración de nuevas formas de Inquisición:
- Católicos víctimas de la Nueva Tiranía Musulmana.
- Musulmanes víctimas de las fiestas populares cristianas.
- Agnósticos cómplices de unos y otros.
- Pueblos de la más diversa sensibilidad, bien pertrechados para perseguir a Alguien, el Vecino (o Quien Sea) y Quemarlo; para Recogijo público y Podredumbre Imprescindible para Continuar la Larga Marcha de una Guerra Civil Planetaria, Más Allá de las estrechas fronteras de Caína…
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