El fantasma pasablemente delirante de una Europa convertida en Eurabia (víctima del terrorismo islámico y la declinante demografía de los europeos blancos, católicos, protestantes, judíos, agnósticos, ateos o indiferentes), poblada por unos europeos musulmanes reproduciéndose a una velocidad vertiginosa, reposa, entre otras calenturas, en una visión fantasmal de la sexualidad musulmana, que viene de muy lejos.
Releyendo a Baudelaire, como cada noche, desde hace meses, descubro este verso:
Elle a dans le plaisir la foi mahométane … que Alain Verjat y Luis Martínez de Merlo traducen así: En su placer la fe mahometana conserva.
No tengo nada claro qué sabía Baudelaire de “la fe mahometana”. Ni percibo con claridad como la señora aludida en Allégorie podía expresar su gozo a través de sus presumidas convicciones religiosas.
Según sus editores y traductores, algunos versos de ese poema (una alegoría de la prostitución) pudieran ser una “trasposición” de un famoso cuadro de Delacroix, Las mujeres de Argel, pintado partir del recuerdo más o menos vivaz de una visita a un harén argelino.
● La sexualidad de las mujeres musulmanas y el destino de las civilizaciones.
● El Islam y la sexualidad. Tras un Kama Sutra árabe.
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