Las tribulaciones familiares de Nicolas y Cecilia Sarkozy corren el riesgo de causar al presidente tanto daño como las tribulaciones de la pareja de Ségolène Royal y François Hollande al PS [Ségolène, socialismo(s), sexo y odio(s)], desencadenando un aluvión de rumores, especulaciones y denuncias de su “larga mano” e influencia ante poderosos editores, accionistas y dirigentes de influyentes medios de comunicación.
Los redactores del semanario Le Journal du Dimanche (LJdD) hicieron pública ayer tarde una carta abierta dirigida a Arnaud Lagardère, presidente de EADS y Lagardère Media, que es, al mismo tiempo, el primer constructor francés de armas y el primer editor de libros y revistas, denunciando presiones inaceptables, en estos términos: “Usted intervino ante la dirección de nuestro semanario, para pedir que no se publicase un artículo dando la noticia que Cecilia Sarkozy no había votado el día de la elección de su marido. Creemos que se trata de una censura inaceptable, contraria a la libertad de prensa. Nos indignamos de tales prácticas, de otra época, denunciadas por el conjunto de la profesión”. A juicio de la asamblea de redactores del JdD, la intervención de Lagardère, amigo personal de Sarkozy, “da crédito a las graves acusaciones contra las cabeceras de su grupo, sospechosas de favorecer la campaña de Nicolas Sarkozy”.
El grupo Lagardère también es propietario del semanario Paris Match, que ya precipitó otro escándalo incendiario. Match publicó las fotos de Cecilia Sarkozy, paseando, de noche, junto a su amante, un antiguo consejero publicitario de Sarkozy. Aquellas fotos agravaron la crisis familiar de los Sarkozy. Pero el director del semanario fue despedido meses más tarde.
RUMORES AL MÁS ALTO NIVEL
Tras aquel primer escándalo, una periodista especializada en prensa del corazón escribió una “novela en clave” con los amoríos presumidos o reales de Nicolas Sarkozy con una periodista y biógrafa de Jacques Chirac, cuando Cecilia abandonó el domicilio coyugal. Ministro del interior, Sarkozy convocó al editor que proyectaba publicar aquel libro, convenciéndolo de su inoportunidad. El libro terminó publicándolo otro editor, para decepción de los lectores.
Con tales antecedentes, la desaparición de Cecilia Sarkozy, y su aparente decisión de no votar, el día de la elección triunfal de su esposo, con el que se reconcilió hace meses, precipitó los más escandalosos rumores, atizados por la información finalmente censurada en el JdD.
A lo largo de la campaña, las idas y venidas de Nicolas y Cecilia Sarkozy estuvieron sometidas a una presión importante. Pero ambos hicieron apariciones significativas en los momentos oportunos. La desaparición de la esposa, la mañana del voto, desató una nueva ola de rumores sobre viejas historias de su esposo y nuevo presidente. Nadie duda de la publicación de informaciones o rumores al más alto nivel. ¿Cuándo..?
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