Camino del aeropuerto de Beauvais, 30 junio 2007. Foto JPQ
Inés duerme a los pies de PJ.
J. nos envió ayer las primeras fotos de JF en el puerto de Waterford. Su habitación está vacía. Sobre la cama, sus raquetas de tenis, algunos libros. Buck ha tomado posesión de su almohada. ¿Le guarda su puesto, esperando su vuelta? ¿Asume él su puesto en nuestra casa?
Al oírme deambular, Inés se levanta, me mira, me sigue y se instala en el sofá de mi despacho. Vigila de reojo mis movimientos. A la vista de mi aparente indiferencia, se despereza, salta y vuelve a la cama con PJ, a sus pies.
Recuerdo al Flush de Mrs. Woolf (en verdad, el cocker spaniel de Elizabeth Barrett Browning), soñando inmortales cacerías ancestrales en unos bosques hoy amenazados por la lluvia ácida. Cuando Inés se quedó olvidada en una gasolinera de la autopista nos esperó varias horas, escondiéndose entre los automóviles de un parking; hasta que, al fin, volvimos, angustiados, temiendo perderla, atormentados, sin saber si ella nos habría esperado o se había precipitado bajo las ruedas de un camión, corriendo, sin rumbo, huyendo, enloquecida.
Luis Rivera says
No hay mejor compañía que esa callada, tierna, necesitada y necesaria; no porque la compañía de los otros no pueda ser buena sino porque la de nuestros pequeños amigos es una compañía intima, con nosotros mismos ensimismados, ellos parte de nosotros. Goyerri, como Inés y PJ va tomando posesión de todo espacio mío en cuanto lo abandono, parece disfrutar con ese juego de «quien se va de sevilla pierde su silla»…
JP Quiñonero says
Luis,
Buck e Inés forman parte de nuestra familia, supongo que como Goyerri, con una fidelidad y cariño sin falla,
Q.-