En Europa y las Américas se agradecen a don Juan Carlos cuatro palabras que han tenido la virtud de dejar al descubierto inquietantes procesos, como la militarización populista de las sociedades americanas.
Leslie Crawford estima en Financial Times que el Rey está “conquistando” la www, Juan Carlos’ words conquer the net.
Paulo A. Paranuga comenta el problema de fondo, en el parisino Le Monde, subrayando la inquietud de los militares profesionales, ante las nuevas amenazas militaristas que encarna Hugo Chávez, a quien un general chileno denuncia de este modo: “La politización de los ejércitos no es buena para la sociedad, ya que tiende a militarizar la vida política. Y esa militarización de la vida civil también es dañina para los militares que deben estar al servicio del Estado y no del gobierno de turno”.
Ricardo Gil Otaiza denuncia en El Universal venezolano la incidencia brutal de esa militarización populista de la sociedad: “Cada vez que habla el presidente Chávez caen los índices bursátiles y se derrumban los precios. Aumenta la pobreza. Chávez azuza la división social, el odio de clases, crece el desabastecimiento, prolifera la confusión y el desasosiego”. Guadalupe González insiste en el Excelsior mexicano en esa inquietante dimensión asocial del militarismo populista: “Aumenta en toda América Latina la incertidumbre de sectores tan importantes como la banca, el gas y las infraestructuras, que temen la incertidumbre jurídica”.
El nuevo militarismo populista también tiene un patético costo para la integración económica del Cono sur americano, denunciado en El Universal mexicano por Rubén Aguilar Valenzuela: “En Naciones Unidas, en la Cumbre Iberoamericana, en el Grupo de Río, Hugo Chávez siempre utiliza la misma táctica… provocar, multiplicar los insultos”. El profesor de la Universidad Iberoamericana subraya un punto capital: el Rey de España ha salido al paso de un personaje que intimida y asusta en público, aunque, en privado, es tratado de muy otro modo: “En los pasillos y los retretes, las delegaciones diplomáticas de ríen de él tratándolo de payaso”.
En política no existen los payasos y aquellos a los que se toma por tales suelen ser siniestros personajes. Creo que este post está muy bien orientado, pues al fin y al cabo resaltar que:
– Chavez es un militar
– Chavez es un militar que dió un golpe
– Chavez es un militar que sobrevivió a un golpe en contra por los militares
– Chavez arma a su ejército (su ejército) al que descabeza de elementos hostiles
Los ejemplos en Latinoamérica, cuando proceden del estamento militar, son preocupantes.
Luis,
Está claro lo de payaso.
Me pareció sintomático que algunos diplomáticos utilicen ese calificativo… ¡cuando hablan en los urinarios / retretes públicos..!
Q.-