Desde mucho antes que existiese este cuaderno de bitácora, había escrito en incontables ocasiones que Francia es víctima del canibalismo del Estado y el inmovilismo egoísta y rapaz de sus sindicatos de trabajadores privilegiados.
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En 1995, solo encontré consuelo en Die Zeit, que hablaba de la sublevación de los privilegiados, ya entonces. En Madrid y Barcelona se peroraba, ¡siempre! de “otro mayo 68”. Hoy, por vez primera, en Carpetovetonia, descubro encantado en La Vanguardia dos gráficos que ilustran muy pedagógicamente el problema de fondo: unos sindicatos de sectores protegidos, que perturban la vida de un país para defender sus privilegios, trabajando menos y cobrando mejores pensiones que el resto de sus colegas franceses y europeos.
● La Vanguardia, 21 nov. 07, La semana laboral en Francia, España y otros países europeos.
● La Vanguardia, 21 nov. 07, Pensiones y jubilaciones en Francia, España y otros países europeos.
● Le Monde, oct. 07, Los sistemas de pensiones privilegiadas en Francia.
● Le Figaro Magazine, sep. 07, Funcionarios en Francia.
● Francia, en este Infierno.
PS. Afortunadamente, Francia tiene otros muchos rostros, menos arcaicos, más dinámicos, creativos, etc. Pero, paradójicamente, es la Francia arcaica la que más fascina a la influyente intelligenstia cainita, a través de sus mafias filantrópicas instaladas en el mundo cultural, periodístico y editorial, infatigable promotor de sus ideas muertas.
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