Anoto y tomo nota del amargo laconismo del mayor escritor catalán vivo, para mi sensibilidad:
“… derecho a decidir, como si esto no fuera lo que se hará en las próximas elecciones” [ .. ] “la gente está harta de padecer problemas y de recibir política en lugar de soluciones, de ahí que se tema a la abstención” [ .. ] “en Catalunya el catalanismo tiene menos tirada y pegada de lo que dicen sus fieles…”
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La Vanguardia, 29 nov. 07
Muy manifestados y felicitados
Baltasar Porcel
La manifestación del próximo sábado se reduce a una pugna partidista. Tanto como pelean los políticos por esa manifestación del sábado, y un servidor que no conoce a nadie interesado en ella. Además, será a favor del derecho a decidir, como si esto no fuera lo que se hará en las próximas elecciones. En las que podrá votarse desde la independencia hasta la españolidad. Con lo que la manifestación se reduce a pugna partidista. Lo que resulta lógico, sin clientela electoral no hay victoria ni cargos. Como se comprende que el tripartito celebre su primer aniversario felicitándose, ¡no se hará el harakiri!
¿Todo, pues, perfecto? Al contrario, que la gente está harta de padecer problemas y de recibir política en lugar de soluciones, de ahí que se tema a la abstención. La que la manifestación y el aniversario hasta podrían abonar. Aunque estos fastos no son en balde, pues saldrá uno u otro gobierno voten muchos o pocos. O sea, que el ánimo popular está ante una fatalidad, cuando debiera aguardar una esperanza.
Sin embargo, alabemos que Mas incite a decidir sobre el futuro catalán, y que Montilla ya vaticine cuál será: la victoria de Rodríguez Zapatero y la buena salud del tripartito. Por tanto, lo contrario de lo que desearía la militancia catalanista y de lo que ofrece el PP. Y de ahí que el catalanismo no tenga más salida inmediata aparente, o menos posibilidad de ser aún más demonizado, que aliándose con el PSOE afín al PSC. Aunque un sonado triunfo del PP podría serle más útil, pues lo provocaría reanimándolo. Mientras, con ese flotar entre dos aguas que ofrece el socialismo, la ciudadanía afín a la cosa anda cansina.
Pero en Catalunya el catalanismo tiene menos tirada y pegada de lo que dicen sus fieles, y la motivación política máxima precisamente entre el catalanismo radica a la izquierda. Así se han formado los Governs tripartitos, que pudiendo ser nacionalistas van siendo social-españoles.
Tras ganar Artur Mas las elecciones que, sin embargo, le apearon del poder, hablé largo con él, nunca más lo he hecho, y le dije eso de que lo tendría muy crudo pues la cultura política catalana en general, por filosofía y origen demográfico, es de izquierda, y que sin una atrevida «culturalización» previa su coalición no ascendería. Pero como no le hablé de política, ni debió oírme.
O sea, que el centrismo y las clases medias resultan demasiado obvios. Aunque su sensatez real sea superior a las soflamas doctrinales. El genio de Pujol consistió en activar y conferir fe a este segmento, al igual que Suárez positivó el más o menos franquismo, que González catapultó a la izquierda y a la juventud y que Aznar devolvió sus fueros a la derecha.
Y sé que me muevo entre el ni fu ni fa, pero es que, al margen de lo que vote o de si me abstengo, no veo nada con gran entidad única para recomendarlo a tambor mitinesco. Marià Villangómez escribió este poemilla, que hago mío: «Ara no sé cap a on mirar, / ara em molesta tot que em mira, / ara m´assec a una cadira / a esperar l´hora de dinar».
● Cataluña, víctima de los políticos catalanes
● Sobre España, el concepto de nación y la destrucción de Cataluña, 2
Que se hable mucho de soberanismo o independentismo no significa que hoy haya mas independentistas que unos tiempos atras. Mas ruido que nueces. El catalanismo clasico tenia un fundamento que ya se ha cumplido. Hoy hay dos caminos: la gestion o el estado propio. Pero ninguno de los dos tienen la profundidad de Prat de la Riba, no hay ideas solidas.
Enmedio del marasmo, las mobilizaciones contra la RENFE no seran superiores a las caceroladas contra la inntervencion en Irak, el Prestige o el Plan Hidrologico. La Catalunya sensual y sentimental prefiere la sonrisa de ZP que el bigote antipatico de Aznar, a pesar de que los numeros canten y las inversiones fueran mas numerosas en la ultima legislatura popular.
Un análisis magistral que tiene todas las de confirmarse salvo que suceda lo inesperado, que nada tiene que ver con la fatalidad: lo inevitable.
Este párrafo es especialmente lúcido, probablemente lo más lúcido de todo el texto, por cuanto saca a primer plano aquello que se convirtió en estratégico, aunque ignoro si fué por liderazgo o por el aprovechamiento de la inercia de los movimientos sociales en cuanto a sentimiento se refiere. Creo que cuando confluyen las fuerzas de la política con la inercia de una mayoría, el resultado es dinámico y marca un posicionameiento de progreso, antes que un enquistamiento de las posiciones.
Y pienso que la situación en Cataluña está enquistada. No veo una posición activa, dinámica y de progreso (entiendo por progreso el movimiento hacia la superación de la situación) por parte de ningún grupo político salvo la espera paciente y serena, en lo que ella pueda ser así, en la forma de un equilibrio de fuerzas necesarias, aunque desiguales, en el tripartito. Aguantar el pulso, gobernar y esperar a que Mas se desgaste y el PP tome aire, parece que debiera ser el siguiente período. ¿Quien, de ser cierto, se comerá a quien? ¿Quien será el gato y quien el ratón… o los ratones?