Mi fotógrafo no persiguió a Ava Gardner en Tossa de Mar (1950) sino en Biarritz (1957), durante el rodaje de The Sun Also Rises.
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Las bellísimas fotos de Ava Gardner en Tossa se guardan en el archivo histórico de Corbis. Las fotos de mi fotógrafo pertenecen al patrimonio de mi memoria:
[ .. ] Las fotos de Marc tomadas en el Hôtel du Palais se vendieron mal -no alcanzaron el precio esperado-, porque su sereno patetismo sin mácula solo desnudaba la mirada viciosa del espectador que las contemplaba atraído por el señuelo de turbias emociones. Y -a pesar del cigarrillo de su mano izquierda- el busto de miss Lavinia Gardner, arrodillada, para recoger el cuerpo caído de un hombre mal afeitado, irreconocible, poseía la belleza sacra de una madonna del quattocento. El brillo azabache de su pelo hacía más radiante el blanco purísimo de su camisa desabrochada. Y el esplendor sereno de sus labios entreabiertos poseía la límpida desnudez de los atributos de una diosa caída por voluntad propia en el bajo mundo de los mortales.
La única foto que publicó Vogue -Ava Gardner en pie, con la mirada feroz de una mujer herida, pero invicta, interpelando al objetivo que retrocedía huyendo de la luz justiciera de sus ojos, sin maquillaje- escapaba por completo a la fantasía canallesca de quienes habían tramado aquella encerrona vil. Y Marc mismo todavía tardó algún tiempo en advertir el milagro -no del todo involuntario- consumado con aquella imagen. El encuadre solo era parcialmente suyo. Porque aquella Gracia, con rostro y figura de mujer, única, inalcanzable, lo había obligado a retroceder hasta el muro de la escalera, desde donde había disparado por última vez. Y la tenue luz cenital que iluminaba aquel cuerpo aéreo y carnal, a un tiempo, provenía de los reflejos de una majestuosa araña de incontables cristales -invisibles en la imagen-, aportando sus reflejos a la algodonosa luminosidad gris de un día de lluvia, en el escenario noble donde las líneas esculturales de aquel cuerpo mortal y rosa hacían más llamativas sus proporciones olímpicas, apenas tocadas por el polvo ceniciento de una noche de soledad, alcohol, tabaco y tranquilizantes. [ .. ]
● Mi fotógrafo y la inmortalidad de las adolescentes en flor.
● Dark Lady y mi fotógrafo.
● Vogue, la fotografía, el arte y el mundo que vendrá.
● Dark Lady.
● Fotografía en este Infierno.
● CJC y algunas heroínas de Truffaut, Fellini, Visconti y Billy Wilder.
Angel Duarte says
Querido JP,
Como he estado unos días desaparecido en combate por las tierras del Apóstol, y absolutamente desconectado de wifis y similares, pues me permito enviarte un saludo bajo la sonrisa seductora, a más no poder, de Ava. ¿No querrías que me enlazase vía crisis?
Un abrazo, ahora desde León… Por cierto, la UGT se reúne en pleno en el Hostal de San Marcos… Mientras haiga fondos feder…
Jesús Cardona says
Juan Pedro,
¿es cierta la leyenda que dice que en Tossa de Mar Ava Gardner fue invitada a bailar una sardana y que su lozanía provocó una monumental desafinada del que tocaba la tenora?
JP Quiñonero says
Jesús,
No tengo ni idea. Si no es cierta suena mucho más que cierta. En una vieja película de Huston, que tiene a la señora Gardner como maravillosa protagonsita elíptica (la historia del Juez de la Horca) la cosa comienza advierto… «… las cosas quizá no ocurrieron así… pero así debieron ocurrir…» Cito de memoria de mi inglés macarrónico. Película absolutamente genial, que culmina poniendo en la boca del juez: «… usted justificó mi vida, Señorita Langtry..» Rostropovich, Huston y la precisión relativa de la historia y lo bello.
Q.-
JP Quiñonero says
Querido Àngel,
Recuerdo con mucho cariño ese hostal / parador. La última vez que lo visité (solo, ejem, ejem) regresé a las tantas de la madrugada en un estado lamentable. En verdad, me equivoqué… y comencé a llamar al portalón de una iglesia próxima, a gritos. Hasta que llegó la guardia civil y me advirtió que me había equivocado a puerta… si la UGT de Asturias y la Barcelona del 37 saliese de su tumba…
Q.-