Guerra civil vasca, escribía el 5 de junio del 2007. Guerra civil vasca, 2, insistía el 14 de mayo pasado. El derramamiento criminal de sangre inocente, corriendo por las calles, continúa pudriendo esa misma guerra civil.
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ETA ya ganó, en cierta medida, la batalla de la central nuclear de Lemóniz.
¿Volverá a ganar la batalla de la Y vasca..?
Durante la batalla de Lemóniz, ETA contó con la complicidad de varios frentes paralelos (nacionalista, ecologista, etc.). La batalla de la Y vasca tiene varios frentes, de otra naturaleza, enraizando la podredumbre y el conflicto, ensangrentado, en la tierra, los pueblos y las gentes que viven en Euskadi, de muy diversas sensibilidades cívicas, religiosas, políticas, culturales.
Pedro José Chacón Delgado says
Cuando ETA ganó la batalla de Lemóniz, España, sin ser, creo, consciente de ello, y sobre todo su ciudadanía, se condenaron para un siglo vista a quedar como una «potencia de segundo nivel» en el orden internacional.
Se suele presentar a Francia, y JPQ me podrá corregir si me equivoco, como modelo de nación con presencia y pujanza política y cultural en el mundo, y no sin razón, evidentemente. Pero muchas veces se nos olvida, cuando hacemos esta reflexión, que si Francia es lo que es en el concierto internacional hoy en día se debe, muy principalmente, a que, para las dimensiones de su territorio, alberga el despliegue de centrales nucleares más importante del mundo mundial, que le permite estar al margen de los vaivenes del precio del petróleo, con lo que eso supone de obviar la influencia de la OPEP (incluido Estados Unidos y Rusia) y a la vez exportar energía selectivamente a los países que considere «aprovechables». Todo ello con la aquiescencia de su ciudadanía y el respiradero de sus colonias de ultramar, donde son más fácilmente encubiertos los daños colaterales de los residuos nucleares ingentes que produce.
En fin y no sigo más.
Abrazos maketos.
juan luis says
Estimado sr. Quiñonero. No estoy en absoluto de acuerdo -ni siquiera en el sentido metafórico- con su calificación del terrorismo vasco -y su deriva totalitaria- como guerra civil. Es más, no comprendo cómo puede usted hacer semejante comparación. Se lo digo sin acritud alguna y desde la admiración que me produce su trabajo. Le envío un saludo cordial.
JP Quiñonero says
Juan Luis, Pedro José,
… Juan Luis,
Me parece muy bien que pienses de otra manera. He definido mi visión de la guerra civil vasca a lo largo de varias entradas de este Infierno, desde varios puntos de vista, histórico, cultural, político. Basta con pegar un vistazo a un montón de entradas, si te interesa el tema. ¿Me perdonarás que no vuelva ahora sobre una cuestión que he / hemos debatido en otras ocasiones..?
… Pedro José,
Muy alto pones el nivel…
Empezaré por el final: la sociedad francesa apoya masivamente la energía nuclear, civil y militar. El arma nuclear francesa fue cosa del general de Gaulle, con el objetivo estratégico de situar a Francia entre las grandes potencias. Objetivo matizable, si se quiere, pero conseguido y apoyado masivamente por la sociedad y la clase política, al 99.90 %. El parque nacional de centrales nucleares civiles asegura a Francia el 75/77 % de su consumo de electricidad. Incluso le permite vender electricidad a España. Esa alternativa es apoyada masivamente por la sociedad y todas sus fuerzas políticas y sindicales. Hay una minoría ecologista hostil, poco o nada significante…
… todo eso es posible por dos razones: 1. Unos dirigentes que tuvieron esa visión. 2. Un tejido social y cultural que apoya tal alternativa. No veo en España ni tales dirigentes ni tal tejido social y cultural.
Pero lo esencial era, si no me equivoco … Lemóniz, ¿no..?
A mi modo de ver, España NO es una potencia de “segundo nivel”… de segundo o tercer nivel son Francia, Alemania, el Reino Unido (Rusia, China, India, Brasil, son de primer nivel… los EE.UU. son otra cosa, más grande, sin rival, en la escena mundial)… España viene un poco o un mucho detrás, según se mire. Y no creo que Lemóniz cambiase gran cosa.
Para pesar en la escena mundial es necesario tener fuerza, influencia, capacidad y voluntad de proyectarla. Eso solo se tiene cuando se cuenta con un tejido social y cultural sólido, apoyando una economía y otros indicios de fuerza tangibles. En términos culturales, eso se llama “arquitectura espiritual”. Y esa “arquitectura espiritual” de España (JRJ dixit) se arruinó en España con la Picaresca. Es el tema central de mi libro De la inexistencia de España, De la inexistència d’Espanya.
Cada tema con su loco,
Q.-
Pedro José Chacón Delgado says
La identidad por toda política, aplicada al caso vasco y al proyecto de central nuclear más importante nunca visto hasta entonces en España, y que se pretendía radicar nada menos que en Lemóniz, dio como resultado que el futuro energético, y al mismo tiempo económico y, sobre todo, político de España en el concierto internacional se viera perfectamente lastrado para un siglo por lo menos y todo porque desde el nacionalismo vasco, radical pero también moderado de entonces, se decidió ir en contra de la construcción de aquella central.
Quien estaba detrás de aquella construcción no era una empresa cualquiera, era Iberduero, la actual Iberdrola, con lo que era entonces el BBVA detrás también, y todo el capital vasco-español empujando. Pero, claro, no era un proyecto del PNV. Algún día se volverá sobre aquello y se tendrá que ver la importancia capital que tuvieron aquellos hechos para la trayectoria española del futuro, no sólo en términos contantes y sonantes, que también, sino como conciencia de país, que no es capaz, de manera unitaria, de apoyar un proyecto y que se baja los pantalones directamente frente a una cuadrilla de iluminados.
Luego podremos pensar que es que España es lo que es y que el nivel de su ciudadanía da para lo que da. Pero los hechos son tozudos y a la vista están: la identidad vasca entonces, focalizando su acción en destruir el programa nuclear español en ciernes, decidió el futuro energético, económico y político de todo el Estado español para el futuro. El poder político de España dió ahí una muestra más, como la ha dado durante estos treinta años de Transición, de lo que es no entender el problema político vasco: no saben que aquello no es el país de unos vascos indómitos que luchan por su libertad, sino que es el país de vascos y maketos, en proporciones parecidas, y de muchos mestizos ya también, donde la parte nativa quiere imponerse a toda costa sobre la sobrevenida, forzando al Estado a que le dé todo el poder (la independencia) con el principal objetivo de acabar sometiendo del todo a la otra mitad de la población que no comulga con sus designios.
Esta es toda la historia que se dirime aquí y que no se ve desde fuera, cada vez estoy más convencido de ello.
Permítame JPQ, que le vuelva a reiterar mi crítica, sumándome a la que hace más arriba Juan Luis, hacia esa postura equidistante que mantiene respecto al tema vasco, donde comprender a todos es entender a todos y perdonar a todos. De ese modo lo que tenemos son dos cosas, dichas desde el máximo respeto y atendiendo sólo a su manera de pensar:
1. Que usted se erige en una especie de ciudadano español por encima del bien y del mal, ajeno a cualquier problema que le afecte directamente y sobre el que tenga que decidir de qué bando está. Parece que decidirse por un bando en una cuestión, a mi juicio, de importancia capital para el país, como es la del problema nacionalista vasco, es entrar, según Vd. en una pelea de dimes y diretes, de porrazos o algo así, ha dicho Ud. alguna vez, y de la que escrupulosamente se quiere mantener al margen.
2. La consecuencia es, según Ud., que el problema vasco es un problema en el que ambas partes tienen su culpa, alícuota según usted, y todo porque quienes somos amenazados y/o excluidos de la condición de vascos por quienes tienen el poder político y social en el País Vasco(aunque mantengamos nuestros derechos políticos de voto y nuestras propiedades a salvo en el registro de la propiedad, claro, porque es que también se nos dice que nadie nos quita nada ni nos impide votar) somos igualmente responsables del pozo de ignominia en que se ha convertido el País Vasco en estos últimos treinta años.
Saludos maketos un poco indignados, qué quiere Vd. que le diga.
JP Quiñonero says
PJ,
Madre del Señor… cuando se recurre al Ud. para hablar es que la cosa está ardiendo. O algo mucho peor. Sospecho que lo tengo bien empleado.
1. Please, vuelve a leer lo que escribo: EN NINGÚN MOMENTO HAY NI UN SOLO JUICIO DE VALOR. Mera descripción.
2. Que haya vascos que apoyan a ETA NO es culpa mía. ¿Cuántos son? Lo ignoro. Sospecho que bastantes. ¿Se arreglará el problema matándolos a todos con tiros en la nuca, como hace ETA y como hacía el GAL?
3. Cuando unos vascos apoyan a ETA, y otros o todos los vascos son víctimas de ETA… Y las distintas formas de ser vasco no consiguen entenderse ni siquiera en lo que pudieran ser las raíces del problema… cuando esa situación se prolonga desde hace décadas, se trata, para mí, en efecto, de algo muy parecido a la guerra civil.
4. Al día de hoy, en este Infierno se han publicado más de un centenar de entradas consagradas a ETA y Euskadi. La cosa está tratada desde todos los ángulos: del policial al cultural, del político, etc. Me parece magnífico que tales entradas NO interesen a nadie. Pero si no interesan, mejor no embarcarse en hacer caca o pipí sobre este modesto espacio.
5. Hay una MANERA POLICIAL DE HABLAR que consiste en atribuir al interlocutor unos pensamientos que él jamás ha expresado, de ninguna manera. Es lo que tú haces conmigo, con un desprecio olímpico hacia lo que yo digo, yo escribo y yo pienso. ESE DESPRECIO TUYO forma parte, a mi modo de ver, del diálogo de sordos que también tiene la misma guerra civil vasca.
6. Ni que decir tiene: NO VOLVERÉ A ENTRAR AL TRAPO DE ESTAS LÚGUBRES HISTORIAS, oye,
Q.-
J. Moreno says
Este Pedro Chacón Delgado tiene como meta fija extender la fobia antinacionalista por todos los blogs que pisa.
Curiosamente su fobia la dirije solamente en una dirección: las pequeñas nacionalidades.
Desde aquí le dirijo una respuesta: Pásate al internacionalismo, así no sufrirás tanto.
Yo llevo 50 años en Catalunya y no he tenido nunca problemas PERSONALES con los nacionalistas, no comparto los sentimientos nacionales, y con los españoles menos; a mayor nación, mayores problemas.
el tambor del bruc says
J. Moreno,
Estoy contigo, tienes toda la razón. No hay peor nacionalismo que el español. El jorobado no se ve su joroba.
Un cordial abrazo.