N* me pidió un “retrato”, muy breve, de Arielle Dombasle. He hecho cosas mucho más amargas en mi vida.

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Quizá sea la cantante más sexy en lengua francesa. Aunque, en verdad, Arielle Dombasle también es actriz, cineasta, mujer de mundo, vamp, letrista, modelo, guionista y hasta de señora de su casa, cuya obra, pública y doméstica está dominada por una palabra mágica: “El deseo…”

Hija de padre industrial y abuelo diplomático, nacida en Hartford (Connecticut, EE.UU.), educada en México DF, ganada su fama en París como actriz de Rommer y Raoul Ruiz, casada en segundas nupcias con un escritor millonario, Bernard-Henri Lévy, Arielle Dombasle es menuda, pequeña, de labios carnosos, silueta de jovencita angelical con modales de vampiresa y retórica de mujer de vuelta de casi todo, con cierta pureza.

Entre sus diez primeros discos, en francés y castellano, hay de todo: de viejos boleros y standards de la música amorosa suramericana (Amor, Amor…) a locuras íntimas (Extase). Su filmografía comienza con una película estrictamente subversiva (La Montagne sacrée, de Jorodowsky) e incluye varias obras maestras (Perceval de Rommer y Le Temps retrouvé de Raoul Ruiz), pasando por un largo rosario de bodrios y genialidades varias.

Esta primavera, Mme. Dombasle dará mucha guerra. Un nuevo disco, Glamour à mort (“canciones sexy, de nuestro tiempo”) y una película propia: La Traversée du désir. Un documental en torno al “primer deseo” de personalidades francesas, de Bernadette Chirac a Isabelle Huppert. Tras su paso encantador por un cabaret sexy, Crazy Horse, con un espectáculo que rozaba el porno-chic, la cantante se disfraza con la máscara no menos atractiva de una directora de cine que seinterroga por algo esencial: ¿Cómo y cuando florecen los primeros deseos..?

• Erotismo y Personajes en este Infierno.