El “escándalo” Sarkozy – Zapatero ha servido para recordar el estado de penosa indigencia en el que continúa hundiéndose la profesión periodística, siguiendo la ruta de la más amarilla prensa basura.
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La cosa comenzó estallando con ribetes muy rojo ketchup: Sarkozy, Zapatero y el periodismo basura.
Y ha continuado ramificándose con ribetes esperpénticos, en Carpetovetonia y París, a través de un coro de lamentables protagonistas:
1. Periodistas que no saben francés / español, ni siquiera leído, incapaces de traducir con precisión frases coloquiales, embarcándose en “interpretaciones” de pavorosa ignorancia sentenciosa, rayana en el filisteísmo xenófobo. Periodistas que a la primera de cambio, leen y refritan una cosa y su contraria. Sin vergüenza para tragarse la basura que comienzan por difundir, mintiendo de oficio, antes y después.
2. Periodistas que refritan a los periodistas que no saben francés / español, ni siquiera leído, y lanzan al vuelo las campanas de una chabacanería ultra, con el maligno fin de atizar las más bajas pasiones “políticas”.
3. Politicastros y politicastras (sic) que entran al trapo de tal periodismo basura, con una lamentable ristra de desvaríos populistas, demagógicos, a la altura de la basura que arrastran con sus zapatos.
Qué penoso espectáculo…
- Periodismo en este Infierno.
Angel Duarte says
Hubo un tiempo en el que la gente pasaba hambre, pero la lectura del periódico era, literalmente, una experiencia salvífica. Una puerta abierta. Hoy, siendo mucho más competente desde un punto de vista profesional, desprende los vapores de los peores cenagales.
Abrazo
JP Quiñonero says
Àngel,
SI. DICHO SEA CON AMARGA SOLIDARIDAD LECTORA,
Q.-