Rosemary’sBaby(1968).
Roman Polanski ha consagrado su vida a filmar la historia de sus fantasmas y caída final. Quizá la justicia de California sea con él más indulgente de lo que él fue con los personajes cinematográficos que hablan de los rostros íntimos de su historia personal.
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La Tess Durbeyfield / Tess d’Urberville de Tess (1980), encarnada por Nastassja Kinski, cuando ella era amante del cineasta, ya contaba la historia de una pasión que precipita la huida de la justicia de la protagonista, heroína y mártir, para culminar con el triunfo último de la justicia, en la horca.
LA CÁMARA NO MIENTE
Y Polanski ya había resumido con mucha claridad sus relaciones con la cámara, los personajes y la historia:
“El cine es una especie de radioscopia del director, que no puede escapar, esté donde esté. No puede mentir. Su obra muestra enseguida la mentalidad del tipo que ha hecho el film, si es pretencioso, inteligente, racista, imbécil, etc”.
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“Ya, desde muy joven, tenía tendencia a admirar las películas que se desarrollaban en un interior, en las que podías sentir la presencia de los muros a tu alrededor. Me gustaban más que las escenas espectaculares de caballería con miles de figurantes corriendo de un lado para otro, en las que nunca llegaba a comprender quienes eran los enemigos y quienes eran los amigos. Me gustaban las películas en las que me sentía dentro de un decorado”.
[ .. ]“A los sueños cinematográficos he tratado de darles la forma más aproximada a la de mis propios sueños, alterando un poco el color, ya que no sé por qué los colores en el sueño no son realmente puros, ni muy contrastados ni muy vivos. Cuando tomé LSD, en California, noté que algunas alucinaciones se parecen mucho al sueño por su dinámica. Si tienes una alucinación de un animal, por ejemplo, esto no dura, cambia de forma. No hay nada estático”.
[ .. ]“Yo no pongo la cámara para molestar a los actores, que suelen ser muy neuróticos. Pongo la cámara donde estoy yo, en la acción. Para ver muy de cerca. Es muy sencillo…”
Eljovenniñojudío, huido del gueto de Cracovia, estará siempre presente en la conciencia y la mirada del artista, el creador, el director de cine, que contempla desde muy cerca la pesadilla del infierno concentracionario, fecundando la pesadilla del “mundo nuevo”: Rosemary está preñada del Diablo en Rosemary’s Baby (1968).
Y esas madres preñadas de niños diabólicos viven en apartamentos de grandes ciudades, rostros de cada día de un Infierno que se ha extendido del campo de concentración a la gran metrópoli moderna. Ese el tema de su legendaria “trilogía de los apartamentos”, Repulsión (1965) Rosemary’s Baby / La semilla del diablo (1968) y Le locataire / El inquilino (1976). Sin duda, Oliver Twist (2005) cuenta la historia y pillerías de un niño capaz de salir adelante en el infierno de la gran ciudad, a la manera del niño Polanski escapando de los campos de concentración donde muere su madre (Auschwitz) y su padre agoniza en desesperación. Y el arte, la cultura, pudieran ser la tierra inmaterial donde el verdugo (un oficial nazi) y la víctima (un prófugo polaco) llegan a encontrar algo en común que los salva a ambos, en The Pianist / El Pianista (2002).
Lelocataire/Elinquilino(1976)
Pero, en verdad, los fantasmas, las pasiones y las tragedias íntimas, confesables e inconfesables, siempre están a flor de piel.
Cuando Polanski filma la tragedia de Macbeth (1971), con una libertad que no se permitieron Orson Wells (1948) ni Akira Kurosawa (1957). su lady Macbeth estará preñada, como Sharon Tate, la esposa asesinada en atroz confusión. Y el espectáculo sombrío de su muerte recuerda el pavoroso espectáculo de la matanza de Manson -que se creía Jesucristo y el Diablo-, a quien Polanski cruzó o pudiera volver a cruzar en una cárcel de California, que es, al mismo tiempo, la tierra prometida del séptimo arte y el Infierno de Cinelandia, donde los muertos y los vivos se cruzan en la producción, distribución y consumo universal de cine y fantasmas.
No es un azar que la obra magna de Polanski quizá sea Chinatown (1974), cuyo protagonista principal, Jack Nicolson, era el propietario de la mansión donde el director reconoció (1978) haber tenido “relaciones sexuales ilícitas” con una niña de 13 años. Chinatown / barrio chino de una ciudad mítica e infernal, Los Ángeles, que no es el Berlin sobre el que vuelan ángeles, como en la película de Wim Wenders, si no un desierto geográfico, humano, moral, donde impera la ley de una selva desalmada, donde Polanski se creía a salvo, a través del arte, sin hacerse muchas ilusiones, cuando hace decir a uno de sus protagonistas: “Políticos, edificios feos y prostitutas, todos se convierten en respetables, si viven lo suficiente”.
ThePianist/ElPianista(2002)
Anciano jovencísimo (76 años), Polanski ha vivido lo suficiente para no escapar a la justicia de aquella ciudad maldita. En libertad provisional (1977), aureolado por la fama, creyó posible largarse a la vieja Europa (Münich) y dejarse fotografiar rodeado de prostitutas. Ni la fama ni el arte lo salvaron de la cólera de un fiscal, que volvió a ordenar su encarcelamiento, volviendo a aceptar la libertad provisional.
Creyéndose inmune, gracias a la pillería del gran arte cinematográfico, Polanski volvió a huir de la justicia (1978), para ganar más fama, gloria, con mucho arte, y consumar un nuevo matrimonio con otra de sus actrices (Emmanuelle Seigner). Para seguir filmando sus fantasmas, héroe y mártir de sus propias fábulas.
“Por lo visto, media ciudad está tratando de enterrar el asunto, y me parece bien. Pero el caso es, señora Mulray, que casi me queda sin nariz. Y me gusta mi nariz, me gusta respirar con ella”, dice el detective (Jack Nicolson) de Chinatown. En verdad, casi todo el mundo había esperado poder enterrar el “asunto” Polanski. Salvo él.
Tessd’Urberville(1980)
La muerte de lady Macbeth filmada por Polanski, rodeada de sus hijos nacidos y por nacer, solo era cosa del director. Nadie podía soportar una pavorosa escena ensangrentada. Su Olivier Twist (2005) aún deseaba creer en la suerte del niño capaz de engañar y engañarse, siempre a salvo, gracias a su astucia y pillería. Sin embargo, el mismo Polanski había montado e interpretado, en francés (1988), otra obra legendaria y profética: La metamorfosis de Kafka. Con el despertar, el protagonista, Gregor Samsa, descubre que se ha convertido en una pequeña alimaña perseguida y acorralada.
La gloria, la fama, las mujeres, los prostíbulos, los grandes hoteles, el chalet de Gstaad, eran ilusiones, espejismos. “O llevas agua a Los Ángeles o llevas Los Ángeles al agua”, se decía en Chinatown. Niño genial, como el mismo Mozart de Amadeus que él monta en Milán (1999), Polanski sigue fiel a su arte, su gloria, sus pasiones: Le Bal des vampires / El baile de los vampiros (1967) que tanta fama y dinero le dio continúa inexorable su carrera. Volverá a ser un éxito, como comedia musical, en Berlin, el 2006.
Pero ese baile de vampiros quizá sea algo más que una fábula onírica. La protagonista de Tess (que también era la amante de Polanski) cederá a la pasión, el crimen y la huida… la huida de la justicia. Tess Durbeyfield / Tess d’Urberville será o creerá ser una mujer libre. Pero terminará en la horca. La justicia la perseguirá, hasta el fin. La justicia de Los Ángeles sigue su curso, implacable, quizá menos lírica, trágica y pavorosa que en Chinatown: el prófugo debe rendir justicia de sus actos. Para ganar su liberación final, Polanski debe consumar una acción que no figura en el guión de ninguna de sus películas: entregarse a la justicia y esperar clemencia.
- Polanski, proscritos y subvenciones de Estado.
- Cine y Personajes en este Infierno.
Juan Pedro, ¡qué bien redactas!
Llevo años leyéndote, mas soy incapaz de impregnarme de sabiduría con el manejo de las palabras. Puedo aproximarme tras un gran esfuerzo, pero en tí parece que fluyen naturalemente.
Lo dicho, no he sido llamado para la escritura. ¡Pero sí para la lectura!
Nota: he vista varias veces Chinatown (la primera en los cines). En el disco duro guardo una copia en alta definición (en contenedor matroska .mkv).
Mas en estos momentos me siento más próximo al padre de Nastasia, Klaus Kinski y su personaje: Aguirre y la cólera de Dios [7,2] (copia en dvdrip, de sólo 700MB). También, a la espera, Fitzcarraldo [7,6].
Aquí lo mentas de pasada: Abismos de pasión, aventura y descarríos 16.12.2006
Maty,
Ayayayay… la generosidad es algo todavía mucho más dificil de conseguir que la cosa libresca: se tiene o no se tiene, ni se compra ni se vende. Gratitudes,
Q.-
PS. ¡Viva John Milius…!
Maty,
deja algo para los demás… Has «sido llamado» para la lectura, para la informática, para el cine, para la música, para el bricolaje, para el debate político. ¿También quieres la escritura?
Carmen
PS: como los dioses de la informática, que tienes de tu parte, me siguen castigando me permito seguir bromeando.
Teresa -> Barcepundit -> EL PAÍS ELVIRA LINDO OPINIÓN «Violación violación»