Mercado Saint-Honoré, 15 noviembre 2009. Foto JPQ.
Se subastan los despojos de las neurosis y delirios de grandeza de Yves Saint-Laurent, con felino instinto comercial.
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Tras una magistral campaña de propaganda, la colección de arte de la pareja Yves Saint-Laurent / Pierre Bergé, presentada como “venta del siglo” (¡!), sin mucho pudor, se vendió por 342 millones de euros, hace meses.
Difunto el gran maestro de la alta costura, su amante montó una sala de subastas y es el principal beneficiario de la venta de sus antiguas propiedades, divididas en distintos lotes, con un admirable arte del marketing publicitario.
La “venta del siglo” fue orquestada en nombre de “piezas únicas”. Desde hoy (17 nov. 09), durante tres días, Christie’s y Pierre Bergé (siempre finísimo, en materia de transacciones artístico / financieras) podrán a la venta 1.200 lotes de “objetos íntimos” que la pareja había amontonado en varios domicilios parisinos y en el chateau Gabriel, en las alturas de Deauville, en la costa normada.
LA RECHERCHE, RECHAZADA
Con el gran arte de la venta, los 1.200 objetos han sido puestos bajo la advocación de Marcel Proust, so pretexto que el más grande de los novelistas franceses del siglo XX, y mucho más, tuvo una cita con su primer editor fallido (Gaston Gallimard) en ese mismo chateau Gabriel. El marketing tiene razones que no siempre son rigurosamente históricas.
En verdad, Gaston Gallimard comenzó por rechazar los primeros volúmenes de la Recherche proustiana, por consejo de André Gide. Es cierto que Proust veraneó muchos veranos en Normandía. Pero residió casi siempre en el Grand Hôtel de Cabourg, que hoy vegeta en penosa decadencia. Y huía de Normandía con los primeros fríos de septiembre, como él mismo cuenta en su novela.
VISCONTI NO TOMARÍA LA AUTOPISTA
Minucias históricas, a matizar. Pierre Bergé y Christie’s esperan conseguir de 3 a 4 millones de euros por el conjunto de 1.200 chucherías familiares de la pareja Saint-Laurent / Bergé: sillas neogóticas, tapices indios, vajillas exóticas, bibliotecas de maderas preciosas, porcelanas Meissen y un heteróclito etcétera. El grueso de la venta será donado a una fundación, con fines doblemente filantrópicos y fiscales.
Cauto, Pierre Bergé no ha sacado a subasta el chateau Gabriel (gran casa señorial sería más exacto, en castellano). Lo ha vendido por un precio secreto a un millonario ruso de nuevo cuño, dejando para el gran público las 1.200 chucherías subastadas recurriendo comercialmente a las leyendas de Proust y Visconti, que no sé si estuvo jamás en Normandía, pero no soportaría los atascos de la autopista, hoy.
Manuel F. says
Bombonazo, de esos que hacen recobrar la fe en la vida (humano o la otra)
maty says
Jo, sí que te motiva la imagen del perro. Hay gente pa tó. 😛
JP Quiñonero says
Manuel, Maty…
Manuel,
Manuel, Manuel…
Maty,
A Manuel solo le interesa la semiótica beat del arte poscontemporáneo, oye,
Q.-
Valery says
Foto realmente adorable, quién lleva a quién?
Saludos
Valery
Barcelona Daily Photo
Trujillo Daily Photo
Carmen says
Maty, gracias por la risa que me acaba de dar. Una de las cosas buenas de este blog, entre otras muchas, es que a veces te puedes reir, cosa cada vez más difícil, y que algunos agradecemos infinitamente…
Carmen
JP Quiñonero says
Valery, Carmen…
Valery,
Fina observación. En otras dos imágenes (con la chica, un amigo y el perro, ni el amigo ni ella conseguían contener al perro, obstinado en evitar mi cámara, también).
Carmen,
Un Infierno chistoso… madre del Señor…
Q.-
Carmen says
Q.-, eso es un gran mérito.
Qué mejor que un infierno chistoso, imagínate el sinsentido de un cielo chistoso. No puede ser.
Carmen
JP Quiñonero says
Carmen,
Si… es curioso, tirando papeles, esta tarde, recuperé un chiste del New Yorker… una pareja, en el Infierno… Ella le dice a él: «Tu idea de la felicidad, reducida al Paraíso, es muy limitada…». Horas más tarde, leo tu infierno chistoso…
Q.-