La OTAN y la guerra de Afganistán también sufren los efectos económicos de la crisis.
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Con un presupuesto de unos 2.000 millones de euros, la Alianza tendrá este año un déficit superior a los 640 millones de euros. Hostigar, neutralizar o matar talibanes sale cada día más caro.
A caballo entre la gestión “empresarial” de la guerra y los presupuestos de “inversiones” (equipos y operaciones militares), el nuevo secretario general, Anders Fogh Rasmussen, confirma varias inflexiones tácticas no exentas de riesgos para el futuro.
En el terreno de la gestión presupuestaria del conflicto, no parecen previsibles los recortes. Bien al contrario. Washington y sus aliados siguen prometiendo el envío de más soldados, con un costo creciente, que seguirá incrementando el gasto y el déficit.
Ante tal evidencia, Rasmussen ha conseguido la votación de un nuevo presupuesto, de 140 millones de dólares (España pudiera aportar unos 10 millones) calificado de “paz y reintegración”, presentado como una “inversión”: se espera comprar talibanes, ofreciéndoles dinero y “alternativas laborales” (formación, trabajo) si abandonan la guerra, individual o colectivamente.
Un talibán cobra mensualmente unos 10 dólares en Afganistán. Y puede llegar a cobrar 300. La OTAN espera poder mejorar esa oferta “laboral”, completada con un “plan de carrera”. Aparentemente, comprar talibanes sería mucho más barato que combatirlos o matarlos.
Siendo ingeniosa -en paralelo a la gestión estrictamente militar de la guerra-, la táctica de paz y reintegración deja en suspenso muchas incertidumbres. La compra o corrupción de los aliados del enemigo es tan vieja como la guerra de Roma contra Viriato. Pero, en nuestro tiempo, el tráfico de drogas, armas y seres humanos tiene unas proporciones financieras mundiales que los aliados trasatlánticos han sido incapaces de combatir con eficacia hasta hoy.
- “Compramos talibanes: 300 dólares mensuales…”.
- Afganistán en este Infierno.
J. Moreno says
ja,ja, ja….Quiño…me ha entrado un ataque de risa…solo falta que pongas…matarlos como conejos…
No se si esta sociedad es paranoica y esquizoide a la vez.
Lo que sí se, es que ha este paso Africa ya no empieza en los Pirineos, comienza en el Cabo Norte.
He escrito una pequeña decripción del personaje que tenemos en el Palau.
La he cogido del «Mister Chance» de Peter Seller.
¡¡Qué geniales películas ha hecho Hollywood!!
Dejo la RED que me voy a bailar y cenar con un grupo de 14 amigos: 12 € la cena y 12 el baile con cantante y piano electrónico. Junto al Paseo de Gracia, la Diagonal y ya no te doy más pistas.
Agur….
Alicia says
J. Moreno:
Oye, qué buen plan, cenar y bailar con los amigos..
y bien barato1
¡Qué te lo pases muy bien!
Alicia
Angel Duarte says
Depende. Lo que hoy pueda ser barato quizá sea caro mañana.
El cálculo coste/beneficio siempre resulta complejo. Más en este caso. Véase lo costoso que está resultado Karzai.
JP Quiñonero says
Àngel,
Claro, claro… esa táctica me recordó inmediatamente a A Robert McNamara, en sus días de gloria, explicando ante un pizarrón universitario cuantas bombas era necesario tirar para matar a un vietcong… concluyendo con una regla de tres un poco sumaria: «Si matar a un vietcong nos cuesta tantas bombas, que tienen un precio de tantos dólares -transporte incluido-, matar a tantos vietcongs nos costará tanto… podemos asumir tal desafío presupuestario…»
Q.-
PS. En su día, McNamara -como el resto de la Corte / Camelot del carismático JF Kennedy- fue presentado como uno de los hombres más inteligentes de aquella usaadministration que también anunciaba un mundo mejor.