En verdad, el fútbol también habla de cosas mucho más graves.
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Francia, por ejemplo, vive el rosario de catástrofes que han culminado con una humillante eliminación en el Mundial como una “tragedia”, un “desastre”, una “humillación internacional”, que los sociólogos interpretan como un “reflejo” de crisis más hondas, la clase política percibe como un “síntoma de graves desencantos” y la opinión pública vive con profunda amargura, pidiendo “cabezas” que no tardarán en caer.
Stéphane Beaud, sociólogo, establece una relación entre el psicodrama futbolístico nacional y la crisis social de los 500 o 600 guetos urbanos repertoriados por el ministerio del Interior. Y un ensayista reputado, como Alain Finkielkraut, escribe: “No sé si esta selección representa a Francia. Lo que si está claro es que la selección nacional es un fiel reflejo de nuestra sociedad, con sus clanes, sus guetos, sus divisiones étnicas, sus enfrentamientos. Y esa realidad, brutal, es un espejo terrible de nuestra sociedad francesa”.
Tras la catástrofe deportiva, el debate cultural de fondo aflora a todos los niveles y hasta tiene dimensiones políticas y “psiquiátricas”. Eric Besson, antiguo portavoz de la oposición socialista para asuntos económicos, actual ministro de la identidad nacional, establece una relación entre el desastre deportivo y las raíces últimas de una crisis social más honda, que él describe de este modo: “La prioridad, tras la humillación, es la reconquista del honor nacional. Ante la globalización, con sus tentaciones individualistas y comunitaristas, étnicas, religiosas y culturales, es más necesario que nunca reconstruir y afirmar nuestros valores nacionales. Los valores que son el cimiento profundo de nuestro proyecto colectivo. Esos valores han fallado y han estado ausentes en la selección nacional. De ahí que la catástrofe deportiva sea un reflejo de otras crisis. Y es nuestro deber intentar afrontar y combatir esa crisis de valores”. [ABC, 22 junio 2010. JPQ, Francia pide cita a sus psiquiatras].
De psiquiatras, me temo.
- El fútbol ilumina el estado moral de Francia.
- Francia y Deporte en este Infierno.
Un ejemplo aquí
Gregorio,
Efectivamente… todo comienza en la escuela: qué decir que tú no sepas mucho mejor, justamente,
Q.-
Crees querido Q.- que un joven francés de hoy entraría en el personaje de «La náusea» y sufriría con él.
Y digo francés por citar algún europeo…
A Rokentin hoy, no lo entendería nadie…
Y es que la Cultura Occidental está moribunda.
J.Moreno,
Pienso lo contrario… pienso que los personaje de Albert Camus no ayudan a comprender esta nueva realidad. De hecho, Camus fue un francés de Argelia, y le gustaba mucho el fútbol… enfín.
Q.-
Camus no fué nunca santo de mi devoción…
Los pocos escritos que leí suyos, no hicieron mella en mí.
J.Moreno,
Anda, anda… vuelve a Camus y tira todas esas papachuchas sartrianas, de un arcaico subido. Camus era un hombre bueno y honrado, no como el otro, un torcido cínico y peligroso,
Q.-