Caldetes, 20 agosto 2010. Foto JPQ.
Lo.Li.Ta. Lola. Dolores. Dolly. Lolita…
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Vladimir Nabokov continúa creciendo de modo vertiginoso: de la misma manera que el dolor, la amargura y la soledad proliferan por la nueva geografía mundial de la soledad, el desarraigo, el destierro.
Soledad del desarraigo y el destierro de masas. Soledad del hombre privado de heimat, patria natal, condenado al desarraigo en su patria administrativa, privado de su lengua natal en una patria / madrastra de adopción, convertido en número perdido en el desierto de los números administrativos.
Realidad mundial que ya estaba en el corazón de las magnas obras de transición de Nabokov, cuando él abandonaba la lengua rusa de su infancia (en la que ya había escrito varias obras maestras, como La defensa Lujín), abandonaba los primeros tanteos de escribir en francés (la lengua en la que fueron escritos algunos capítulos de futuras obras maestras, en inglés, como Speak, Memory), y adoptaba definitivamente el muy peculiar inglés en el que serían escritas sus obras maestras definitivas, Lolita, Pale Fire, Ada, etcétera.
El volumen II de las novelas completas de Nabokov, en curso de publicación en La Bibliothèque de la Pléiade, incluye los libros esenciales de ese período, Le Don, La vraie vie de Sebastian Knight, L’enchanteur, Brisure à senestre, Lolita y Autres rivales. Por momentos, a lo largo de esa epopeya poética, el lector asiste, atónito, a varias metamorfosis únicas, quizá, en la historia de las literaturas: un autor que traduce a una lengua de adopción sus primeros recuerdos infantiles (del ruso al inglés), antes de volver a traducirlos él mismo de su lengua de adopción a su primera lengua materna.
El desarraigo, el destierro del hombre, errante, en busca de una lengua donde morar, es uno de los temas centrales de Nabokov. Hay otros, indisociables: la fiebre del deseo, indisociable de la imaginación y la construcción de nuevos mundos. Ese será el tema central de Pale Fire y Ada. Es el tema de mi viejo homenaje, el de mis Escritos de VN.
Vuelvo sin cesar a Nabokov, desde hace años y años. Su lengua me ayuda a preservar la mía, que vive otras formas de destierro, acosada por otras amenazas, que quizá sean las mismas. Así los deliciosos colores de sus mariposas nocturnas terminaron iluminando algunas siluetas femeninas de mi Dark Lady. Y las incontables estrellas de sus juegos y heroínas componen la gloriosa cartografía que guía mis pasos, errante yo mismo en una noche sin estrellas.
- Un hombre errante, en busca de idioma.
- Laura, Lolita, Annabel y otras heroínas de Vladimir Nabokov.
- Nabokov, palpitaciones inéditas.
- Nabokov, Azorín, Valle Inclán y otras confesables pasiones.
- Escritos de VN.
- Crítica literaria, Imprescindibles para sobrevivir y Personal en este Infierno.
José Julio Perlado says
Mucha alegría me ha dado, Juan Pedro, ver a Nabokov en la Pléiade: el desarraigo, el destierro del hombre errante, como tú dices…
un abrazo.
JP Quiñonero says
José Julio,
Si, esta edición mejora un poco las ediciones anglosajonas, con un aparato crítico excepcional, muy excepcional,
Q.-
PS. Algo tiene en común con el Conrad de Los vientos y el mar, claro.
Enrique MF says
Q: Sí, Bibliothèque de la Pléiade… Francia, otro mundo, tan distante de esta Carpetovetonia nuestra.
Y hablando del maestro, creo que sin el exilio, sin la experiencia del errabundo, del desterrado, el genial Nabokov habría sido un escritor bien distinto. En cierto modo V.N. estaría agradecido a ese forzado desarraigo. En Speak, memory hay un pasaje del propio Nabokov bien significativo al respecto:
Jesús Garrido says
Caldetes destrach imagino. Buen recuerdo
JP Quiñonero says
Enrique, Jesús…
Enrique,
Hombre… «agradecido» quizá no sea la palabra exacta; el destierro y el desarraigo no son la alegría de la huerta; otra cosa es que, efectivamente, a partir de tal realidad, el creador siembre nuevos mundos.
Jesús,
Caldes d’Estrac, efectivamente, si…
Q.-
maty says
ABC.es (EFE) La Iglesia rusa acusa a «Lolita» y «Cien años de soledad» de promover la pedofilia
JP Quiñonero says
Maty,
Mis Escritos de VN que reeditará Confluencias son un homenaje a Nabokov, efectivamente. La nueva edición es, ya, otro libro, claro, muy otro, quizá,
Q.-