[mi libro] es una reflexión sobre el estado de humillación, decadencia e indignidad en que han caído las facultades de Humanidades [ .. ]
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La obra de Jordi Llovet, Adéu a la Universitat. L’eclipsi de les humanitats (Galàxia Gutenberg), se inscribe con personalidad propia en una estela de grandes ensayos escritos por George Steiner, Allan Bloom, Francisco Rico, entre muchos otros, a quienes él recuerda oportunamente. Me atrevería a recordar yo mismo los trabajos de otros autores, como Marc Fumaroli, Jean Clair o Jacqueline de Romilly, comprometidos también ellos en la misma de resistencia contra el proceso de desertización en curso.
Las raíces de tal proceso crepuscular fueron iluminadas por Nietzsche, Heidegger, Hannah Arendt, entre muchos otros. Llovet matiza con mucha precisión erudita tales desventuras. Me atrevería a subrayar, por mi parte, que el eclipse de las humanidades quizá “solo” sea, en el fondo, uno de los rostros del inconcluso combate entre los Inmortales y los Titanes evocado con precisión clínica por Jünger, a la luz de los descarríos y amenazas que pesan sobre el destino de nuestra civilización.
Jordi Llovet pone en perspectiva, personal, catalana, española, europea, trasatlántica, tal proceso histórico: la degradación de la universidad, síntoma agonal de la degradación de la cultura, víctima, en definitiva, de la crisis de todos los valores (Nietzsche) y de la crisis de nuestra íntima relación con nuestras lenguas, historias y memoria.
Ahí es nada. Siendo significativa la aportación personal de Llovet a tan crepuscular historia, quizá sea oportuno insistir en otros aspectos de su libro, saliendo al paso de procesos de este tipo:
-Proliferación de mafias universitarias, imponiendo su Ley con temible brutalidad burocrática.
-Burocratización desalmada del funcionamiento de las universidades.
-Conversión de las universidades en factorías productoras de títulos vagamente relacionados con la transmisión del saber y la cultura.
-Proliferación de mafias “especializadas” en el control político y mercantil de la cultura, sometida a los más bajos intereses ideológicos y empresariales.
-Condena al ostracismo de un número creciente de profesores y hombres de cultura, víctimas de su alergia al sometimiento del cuartel ideológico o la factoría mercantil.
-Degradación de la vida cívica, como consecuencia última de la degradación desalmada de la cultura y la transmisión del saber.
… quizá lo más grave, para mi sensibilidad, sea el aislamiento, ostracismo y vacío desalmado en el que caen tales advertencias solemnes, silenciadas por las mafias que controlan los tejemanejes de las industrias de la incultura y los medios de incomunicación de masas, no solo cultural, hélas.
Durante el franquismo tardío, tales cuestiones provocaron debates de cierta relevancia en la prensa de la época. La prensa de nuestro tiempo prefiere confirmarse como mero altavoz publicitario de las industrias de la incultura.
Otros elementos de juicio y trabajo:
- Desertización cultural de Caína.
- De cómo la industria editorial incrementa la incultura.
- Así funciona la industria de la incultura y la importación de basuras.
- Ecología del espíritu: recursos para acelerar la desertización moral de un pueblo.
- De como se envenena a los niños.
- Promoción de la incultura de masas.
- Las literaturas, amenazadas por la escuela, la industria y el Estado.
- Contra el Estado y las modernas tiranías endemoniadas.
- Fumaroli, manipulado.
- Medios de incomunicación y confusión cultural.
- Fahrenheit 451, premios, literatura e incultura.
- Octavio Paz, la muerte de la literatura y la degradación de España a través de la industria editorial.
- Así destruye la cultura la industria editorial.
- Premios literarios e industrias de la incultura.
- Así destruye la cohesión social la industria de la incultura.
- Así funciona la industria de la incultura y la importación de basuras.
- Rimbaud, Brecht, Jordi Llovet y la desertización cultural.
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Jesús says
Conversaba Jordi Llovet hoy en las Converses de Jordi Garcia Soler de la «ràdio nacional de Catalunya». No acabo de saber si estoy de acuerdo con Llovet y contigo, fundamentalmente en lo ajustado del concepto de «decadencia» para describir el proceso, que encuentro cierto, de desinterés por algunas disciplinas. Con licencia, yo me volvería a leer a Weber, por ejemplo, y en lo que cuenta de la universidad humboldtiana de antes de la guerra (de la madre de todas las guerras…) o de la universidad de Barcelona de Josep Pla. En la propia entrevista Llovet creo que alucina ad verecundiam: cuando glosa la bondad de la universidad italiana, por ejemplo, o cuando habla de que en Inglaterra (o en Francia) quedan «intelectuales» al estilo de Ortega y Gasset, Unamuno, &c. (sin preguntarse por la positivo para la vida cívica de la vocación pontifical de intelectuales al estilo de Ortega y Gasset, Unamuno, &c.) Son temas que se han de hablar, eso sí, pero sin nostalgias.
JP Quiñonero says
Jesús,
Ninguna nostalgia, por mi parte.
OK en tus reservas a la ilusión italiana, francesa y británica de Llovet. De hecho, Steiner, Bloom y Fumaroli insiste en la decencia de las humanidades universitarias en…
Lo de Ortega, Unamuno and Co. me parece otra forma de ilusión: Ortega no entendió nunca el problema catalán; Unamuno tenía mucho de genio místico, pero también estaba out en temas más o menos históricos.
Por el contrario, moi, digo yo…
… si que estoy convencido del ocaso, eclipse de Occidente, tantas veces glosado en este Infierno.
Qué quieres,
Q.-
Jesús says
Que la decadencia (o el eclipse o el ocaso, &c.), como categoría de conocimiento, nunca me ha parecido particularmente relevante porque me parece fundamentalmente improductivo, pero la explicación requeriría algo más de espacio o de ocio disponible, aunque me alegra que no estemos de acuerdo sobre el particular.
JP Quiñonero says
Jesús,
La discusión sobre palabras o conceptos (ocaso, decadencia, and so on), quizá oculte «convergencias» de fondo, que sería demasiado largo razonar en un cuaderno de este tipo.
Valga apenas una nota…
Cuando tu hablas de la Castilla presuntamente triunfal del siglo XVII estás nombrando (si usar mi terminología) algo muy semejante al proceso que yo describo de otra manera, Melancolía, eclipse de Europa, destierro del artista y comunión de los hombres libres… tu «presuntamente» nombra por omisión (sic)la realidad del eclipse carpetovetónico, que coincide con el triunfo imperial de la ética y la estética de la picaresca… De ahí que el modelo español de bancarrota ilumine la crisis de la Deuda / euro…
Q.-
Jesús says
Quedo como siempre agradecido de la atenta lectura y de la cortesía de la discrepancia en el matiz, que alivia y consuela.
JP Quiñonero says
Jesús,
También yo agradezco mucho la posibilidad de hablar con respeto independiente, oye,
Q.-
Antonio Castillo Algarra says
«Ortega no entendió nunca el problema catalán».
¿Es el decir esto un acto reflejo, un lugar común entre algunos, un prejuicio, un desahogo, un exorcismo?
Leerlo ayuda.
http://recherche.univ-lyon2.fr/grimh/ressources/nacionalismos/cataluna/ortega.pdf
Un saludo
Jorge says
¿Alguna noticia de cuándo saldrá en castellano este libro?
Saludos
JP Quiñonero says
Jorge,
Ni idea de cuando pudiera traducirse; pero a JLl se le entiende todo, incluso en catalán…
Q.-