Mariano Rajoy, Moody’s, el euro y las crisis españolas

¿Existirá el euro cuando Mariano Rajoy pueda formar gobierno..?

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De entrada, constato encantado que Moody’s lee este blog (¡!). Decíamos ayer… Europa, euro… nadie se fía de ningún Estado. Moody’s dice hoy: «Todos los Estados europeos están amenazados…» Rising severity of Euro Area Sovereing Crisis Threatens Sovereings Ratings.

Pero sigo…
Los intereses de la deuda / herencia Zapatero cuestan a los contribuyentes españoles unos 100 millones de euros diarios, 700.000 millones de deudas, 75 / 100 millones intereses diarios.

Nadie parece temer que el calendario institucional y el calendario de la deuda española sean una amenaza catastrófica:

-La basura ideológica sigue imponiendo su tiranía en los medios de com. e incomunicación: no solo maquilla y oculta la realidad, crea una realidad cultural endemoniada.

-España está perdida en su limbo tóxico cuando Alemania, Francia e Italia intentan sortear el riesgo de implosión del euro, víctima de las diferencias de cultura económica entre Berlín y la Europa mediterránea.

-El modelo alemán de salida de la crisis (austeridad, trabajo y menos gasto, para sanear la deuda y sus intereses) requiere meses y años de trabajo, cuando los intereses de la deuda aumentan día a día.

-El modelo “socialista” de salida de la crisis (gasto público para “crear” crecimiento) destruyó los cimientos del Estado providencia, incrementando la pobreza, el paro y la deuda…

Quizá fuese sensato esperar un debate público sobre la naturaleza de la crisis y la mejor manera de combatirla: pura ilusión mía… en Caína solo vale el navajazo trapero de la ignorancia, maquillada con basura de caballo ideológico guerracivilista, “buenos”, “malos”, “izquierda”, “derecha”, etcétera, atizando el odio a toda hora.

Hay otras crisis españolas, claro está. El inmovilismo ante la crisis de la deuda agrava el resto de las crisis de fondo.

Refiriéndose a España, el Economist decía, días pasados, que “mañana no puede esperar”. El sonambulismo del Estado español -su modelo institucional- prueba lo contrario: es posible continuar hipotecando el futuro de los españoles con el incremento de unas deudas que continúan creciendo con cada día de inmovilismo.