Madrid, 30 diciembre 2004. Esquina Desengaño, 30 diciembre 2004.
El ruido tóxico oculta el vacío.
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Rajoy reforma lo que Dios le da a entender. Y espera que sus reformas den algún resultado antes de las próximas elecciones.
Rubalcaba critica todo lo que puede. Pero es mucho menos prolijo en reformas que sean aceptables para la totalidad de su propio partido.
CiU y PNV desean reformar mucho más que la Constitución, pero sus políticas económicas son muy semejantes a las del PP.
El Instituto de Estudios Económicos (IEE, empresarios) y el Institut d’economia de Barcelona quieren reformar la financiación autonómica.
El Círculo de Economía (empresarios catalanes) y numerosos constitucionalistas quieren reformar la Constitución.
Los colectivos Por una Ley de partidos y Foro más democracia proponen reformar la financiación del modelo político.
El colectivo Economistas frente a la crisis propone una política alternativa, poco compatible, a mi modo de ver, con el Pacto / Tratado fiscal europeo, asumido por la Constitución española.
La Asociación contra la corrupción y por la Regeneración social se propone combatir la corrupción política y económica.
Se trata, en la mayoría de los casos, de reformas razonables y deseables, que será muy largo, complicado e incierto llevar a la práctica, con frutos imprevisibles.
Me sorprende, sin embargo, la aparente ausencia colectiva de ideas prácticas para intentar producir riqueza para distribuir de manera más justa, razonable.
Repetir “menos austeridad y más crecimiento” es la versión castiza y muy actual de las procesiones con santos de palo sacados de las iglesias para pedir agua al cielo.
“Invertir” en crecimiento con dinero prestado (deuda) es muy peligroso: la realidad confirma que el Estado es un muy mal gestor e inversor, que, por otra parte, ya “consume” buena parte del crédito al que no tienen acceso los particulares.
¿Qué hacer..? Intentar poner en práctica algunas ideas que produzcan riqueza que pueda distribuirse con generosidad.
Son productos raros y escasos, las ideas, la generosidad. Temas de trabajo de mi serie España, una temporada en el Infierno.
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