¿Industria nacional…? ¿Soberanía industrial…? Madre del Señor…
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En verdad, miles o decenas de millares de puestos de trabajo, están literalmente hipotecados, colgados, pendientes, de las decisiones soberanas que tomen empresas privadas francesas y alemanas, cuyos intereses empresariales, privados, reposan en cuestiones de principio, poco o nada estimulantes para ninguna “soberanía nacional”:
1. Se espera que los trabajadores españoles sigan ofreciendo mano de obra barata.
2. Se espera que los contribuyentes españoles sigan pagando impuestos para subvencionar empresas privadas, extranjeras, que, si no reciben tales subvenciones, instalarán sus factorías allí donde encuentren mano de obra barata y ayudas de Estado… España, Cataluña, industria del automóvil y soberanía nacional.
En 2012, dos empresas francesas, una alemana y otra estadounidense recibieron 107.360.470,94 euros de subvenciones del Estado, pagadas por los contribuyentes españoles:
-PEUGEOT CITROEN AUTOMOVILES ESPAÑA SA 66.765.406,69 €.
-RENAULT ESPAÑA SA 23.590.145,25 €.
-MERCEDES BENZ ESPAÑA SOCIEDAD ANONIMA 12.000.000,00 €
-GENERAL MOTORS ESPAÑA SL 5.004.919,00 €… Ranking de las sociedades mercantiles más subvencionadas (2012).
Hace apenas tres años cortos, el Estado español ya ofreció a los constructores extranjeros más de 5.000 millones de euros de subvenciones directas. Se trataba y se trata de proteger temporalmente 300.000 empleos directos y 2 millones de empleos indirectos. El sector representa en torno al 10 % del PIB y el 17,7 % de las exportaciones. Palabras mayores, e inquietantes: el automóvil puede sufrir mañana la suerte del ladrillo de ayer mismo.
En definitiva, está por ver cuantos años puede prolongarse con subvenciones estatales la vida pasablemente artificial de un sector en cuarentena en casi todo el continente: La crisis de la industria del automóvil amenaza a toda Europa.
El futuro de José Antonio Griñán, las tribulaciones de los socialismos catalanes, las cuentas de Bárcenas y las barbas de Rajoy & Rubalcaba son temas mucho más apasionantes, claro está.
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