En ese trabajo, los editores gráficos de las publicaciones más selectas se ganan el sueldo a pulso.
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¿Valérie Trierweiler? Nada de mostrarla de cerca, para dejar que hable la soledad de su rostro: mejor sacarla vestida de gala, para mejor maquillar con afeites “glamour” su tragedia íntima.
¿La calle de los amoríos del presidente Hollande? Bien solitaria, para mejor ocultar quien la frecuenta.
¿Una actriz famosa muerta de cáncer? Mostrando en primer plano los senos gloriosos que tanta fama le dieron, antes de ser el nido podrido que pudrió y se llevó su vida…
… sonríen satisfechos, ante el resultado comercial de su tráfico de muertos, muertas, vivos y vivas enterrados en vida en la tumba de la podredumbre audiovisual.
Se compran y se venden mujeres muertas.
“Se cogen las imágenes de una muerta desnuda. Se busca una señora o señorita presta a la metamorfosis: se le inflan los pechos ligeramente, con silicona; se les destiñe el pelo hasta el blanco platino; se la desnuda imitando las poses de la muerta. Y se tira…” Marilyn y la profanación de los muertos, 2.
- Marilyn y la profanación de los muertos.
- Marilyn y el comercio con el culo y el sexo de las muertas.
- Cannes, Marilyn y el mercado de las mujeres muertas.
- Fotografía y Periodismo en este Infierno.
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