Debate económico de muy altos vueltos teóricos, en el País Vasco.
[ .. ]
Debate que, en verdad, va mucho más allá de Euskadi.
Debate en el que nadie desea entrar y del que nadie o casi nadie informa.
Debate que ilumina un cierto vacío cultural, en Cataluña, particularmente.
Copio y pego:
1. Al País Vasco le están sucediendo a la vez dos de los peores desastres que pueden sucederle a cualquier país: está perdiendo su sistema financiero y está perdiendo su clase política.
2. Estamos perdiendo nuestro sistema financiero mediante la desaparición del control público y social de las cajas de ahorros -en realidad, de cualquier control- para su abandono en manos de una élite blindada frente a cualquier supervisión externa.
3. A la vez, dirigentes de primera línea de ciertos partidos políticos y primeros responsables de instituciones públicas se están implicando directa y personalmente en esta estrategia de expolio de la sociedad vasca destinada a trasladar el control de su sistema financiero a su “grupo de confianza”.
4. Se trata, ya lo hemos dicho, del mayor expolio sufrido por nuestra economía en toda su historia, incluyendo –por si queda alguna duda- el período franquista y la guerra civil. Se trata de la apropiación del 40 por ciento de nuestro sistema financiero y, con él, de las bases de nuestra economía y de nuestra estructura social.
5. La importancia económica y política de este expolio es de tal dimensión que estas personas están aceptando el riesgo de desacreditar de forma permanente –quizás para siempre- no sólo su propia imagen sino la de los partidos y la de las instituciones que representan.
6. El proyecto de apropiarse de nuestro sistema financiero a través de los patronatos que controlarán las nuevas fundaciones bancarias es tan burdo, tan evidente, que el escándalo y la indignación creciente de la sociedad vasca van a ser imparables.
7. A pesar de ello, en ocasiones, la ambición personal o de grupo supera el miedo al escándalo o a la pérdida de cierto número de votos. Estos responsables políticos, al parecer corroídos por la ambición, parecen haber decidido aguantar y –de ser posible- incluso intentar contraatacar.
8. Dentro de este contraataque, la consigna parece clara: evitar a toda costa argumentar sobre el fondo de la cuestión, que no es otro sino la composición de las fundaciones bancarias que sustituyen a las cajas y a cuyo Patronato se traslada el poder de las mismas.
9. Nuestra clase política no sólo está utilizando la demagogia más barata para evitar argumentar sobre la cuestión de fondo, sino que está mintiendo una y otra vez, de forma reiterada y constante, y perdiendo así de forma acelerada el prestigio acumulado durante décadas por sus antecesores.
10. Un dirigente político no puede engañar de forma tan directa a sus afiliados, a sus votantes, a los ciudadanos cuyos intereses debe defender. Un dirigente político no puede mentir de forma tan descarada y reiterada, por grandes que sean sus intereses en lo que pretende conseguir a cambio.
11. Desgraciadamente, esta apropiación del sistema financiero por parte de las camarillas de los partidos políticos va a romper muchas cosas en Euskadi. Mucho nos tememos que, salvo que se produjera una rápida rectificación –lo que no parece probable- la ruptura interna que esto va a generar va a producir un daño irreparable a nuestra economía y a nuestra sociedad. Y, sobre todo, va a generar una ruptura entre sociedad y clase política como no se había conocido en Euskadi desde el franquismo… Euskadi pierde su clase política.
Las negritas son mías.
- Corrupción de las cajas de ahorros y corrupción del sistema político.
- Los cooperativistas de Mondragón, víctimas de las deudas contraídas por sus dirigentes.
- País Vasco, España y Economía en este Infierno.
Deja una respuesta