Gallimard, 9 octubre 2014. Foto JPQ.
Retrato improvisado de Patrick Modiano.
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Gallimard, 9 octubre 2014. Foto JPQ.
Retratos improvisados de Patrick Modiano, premio Nobel.
- Azorín, Baroja y Patrick Modiano, en el mismo barco.
- Baroja, Azorín, Pla, Modiano y la Torre Montparnasse, desde Saint-Sulpice.
- Retrato improvisado de Patrick Modiano, 3.
- Paisaje nocturno de Jean… Modiano.
- Azorín, Baroja y Patrick Modiano, en el mismo barco.
- Modiano. Una juventud perdida y…
- Retrato improvisado de Patrick Modiano, 2.
- Retrato improvisado de Patrick Modiano.
- Fotografía, París y Personajes en este Infierno.
Laura says
Sus fotos del personaje no tienen nada que ver con lo que se ve por ahí.
JP Quiñonero says
Laura,
Me hace una ilusión enorme tu observación. En esta ocasión, todo hay que decirlo, lo he tenido muy fácil. Le Monde de hoy, la referencia absoluta, en París, ilustra la cosa ¡con fotos de 2010! en plan joven moderno posando para una revista moderna.. ¡¡!!! El resto lo pone la incultura de una gran mayoría de editores gráficos, pensando que lo «informativo» es fotografiar micrófonos tapando la cara y ocultando al personaje…
Q.-
Irene says
De acuerdo con Laura, muy de acuerdo.
Tus retratos dejan ver algo de su personalidad más honda, que como lectora de Modiano me transporta a su primera novela, La Place de l’étoile, de título tan difícil de traducir (remite tanto a la parisina plaza de la Estrella como al lugar donde los judíos estaban obligados a llevar la estrella amarilla). En aquella primera novela Modiano tira hacia lo valleinclanesco, el esperpento, no ha dado todavía con su estilo onírico y tremendamente físico aunque brumoso de su obra hoy nobelizada. Tus retratos, para mí, captan aquella acritud y malestar del joven Modiano. Tienen algo de inquietante, como su literatura.
Gracias, pues Modiano es inquietante aunque se le quiera hacer pasar por un detective del pasado sin más.
JP Quiñonero says
Irene,
Uauuuuu… si… Esa «ambigüedad (que no es tal) de la plaza de la Estrella habla de lo esencial, tan presente en el primer Modiano. Ocurre con muchas otras palabras «maleta» recurrentes en la obra del novelista (rue Lauriston, por ejemplo, capital). Y eso está presente en su rostro… en sus silencios, en sus puntos suspensivos… Ante esa realidad atroz a la que tu te refieres, Modiano y sus editores prefieren dar la imagen del joven «detective», efectivamente, disfrazado de chico moderno y jovial… Le Monde y Liberation de hoy NO publican ninguna foto de ayer, todo lo «llenan» con fotos de archivo, cuidadosamente seleccionadas para eludir cualquier faceta dura o problemática. Ayer mismo, por ejemplo, me crucé en la rueda de prensa con el periodista y ensayista que mejor conocer a Modiano, muy de lejos. «¿Qué haces tú por aquí?», le pregunté. Y él me respondió: «Modiano no quiere hablar conmigo, desde hace años. A través de su editor me hizo saber que no deseaba hablar conmigo. Prefiere las entrevistas con periodistas que conocen de oídas su obra. No saco ninguna conclusión de esto. Pero, para escucharlo, en directo, tengo que venir a esta rueda de prensa»,
Q.-