Belén Esteban da una excelente idea del casposo estado de la sociedad española.
[ .. ]
Quizá sea insuficiente.
Las fotos de los profesionales de la política (en color) y las fotos de ancianas buscándose la vida en los cubos de basura (en blanco y negro, photoshopeadas) tampoco dan una imagen vagamente real de la marcha de la vida.
La prensa también consagra mucho espacio a gráficos, publicidad de actividades subvencionadas, publicidad de productos audiovisuales, publicidad de actividades de recreo, catástrofes (lejanas, de preferencia).
Con las salvedades que correspondan, esa realidad visual (entre el rosa sucio de la basura audiovisual y los cadáveres de inmigrantes recogidos en las playas) deja fuera de campo inmensas parcelas de la realidad, las más próximas y visibles para el hombre de la calle, en su barrio, en su puesto de trabajo, en su pueblo, en su vida de cada día.
Suplantada por cantidades industriales de basura publicitaria, esa realidad invisible quizá sea indispensable para intentar comprender las ilusiones y tormentos de hombres y mujeres víctimas de las nubes tóxicas que pretenden amueblar sus vidas con mentiras, basura y publicidad.
[ .. ]
Paisaje, desde el MACBA, 15 agosto 2009. Foto JPQ.
Paisaje de Luis Marsans, desde el MACBA.
El Estado no paga para que se fotografíe la realidad: prefiere maquillar su rostro con orines y excrementos.
El museo contemporáneo, el MACBA y el maquillaje de Estado.
El ‘flâneur’, el cazador furtivo, el ‘Waldgänger’ y la fotografía de Quiñonero.
La fotografía es la guerra, por otros medios: de WPP a Dark Lady.
Deja una respuesta