Detalle portada primera edición de los Escritos de VN (1978).
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Con una generosidad que nunca le agradeceré bastante, Joaquín Riquelme, autor de un blog de referencia, Los papeles de Don Cógito, ha rescatado y me envía el número CCXXIV-V, de Papeles De Son Armadans, correspondiente a los meses de noviembre y diciembre de 1974, donde se publicaron las primeras páginas de mi ¿poema filosófico? De la naturaleza, capítulo penúltimo de la primera edición de mi libro Escritos de VN (1978), distinta a la edición quizá definitiva, Nueva edición de los Escritos de VN (2012). “… relato o poema filosófico de carácter apocalíptico que anuncia y describe el drama agonal del hombre moderno: protagonista y víctima de la barbarie contemporánea y sus críemes, los más horribles de la historia de la humanidad”.
De la nataturaleza era algo más que un homenaje a uno de los libros más legendarios de aquella época, Naked Lunch (1959), de William S. Burroughs, autor de culto, ya por entonces, que yo había descubierto en la traducción castellana de Aníbal Leal, Almuerzo desnudo (Buenos Aires, 1971, Siglo Veinte), fascinado por un texto que venía de las páginas finales del Ulises y las novelas de Samuel Beckett. Jorge Herralde todavía tardó dieciocho años en publicar, en 1989, la traducción de Martín Lendínez, pseudónimo de dos viejos maestros, Mariano Antolín Rato y Fernando Corugedo, los primeros lectores españoles de la obra de Burroughs, con Ignacio Gómez de Liaño.
Fernando ofreció a Cela un ejemplar del Almuerzo desnudo. Y Cela se apresuró a escribir otro libro inspirado en la misma prosa, Oficio de tinieblas, 5 (1973), que yo lancé en el INFORMACIONES de las Artes y las Letras, presentándolo como una versión española del Naked Luch. Texto, Cela y su Oficio de tinieblas, recogido en Memorial de un fracaso (1974).
Escribí De la naturaleza entre entre el 72 y el 73, cuando comencé a viajar a Los Angeles, donde escribí otros textos de los Escritos de VN: Los Ángeles, el arte, el paraíso y el infierno iluminados en un desierto 2. En su casa de Hollywood, Jaime Jimenez y Milton Williams me regalaron dos de los discos que más he escuchado y amado en mi vida, Lady in Satin, de Billie Holiday, y Charlie Parker with Strings. Por aquellos años, tarareaba de manera obsesiva una canción legendaria de Johnny Cash que siguo escuchando con emoción, I Walk The Line.
Quiñonero y la novela experimental española.
Escritos del joven Quino.
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Muchas gracias Quiño.
Dentro de unos días pondré otra cosa de «Los papeles de Son Armadans» no firmada por tí, pero en la que se refieren a tí.
Un cordial saludo.
PD: Por cierto, hoy he colgado algo que creo que puede ser de tu gusto…
Gracias a ti, Joaquín, moltísssimassssss…
Se refieren a mi… madre del Señor… así, de sopetón, no caigo. Vivir para ver.
Q.
PS. Efectivamente, una joya, a degustar una y otra vez, coquetería del viejo maestro:
«… yo soy una persona vaga, aplastada de horror y de perversidad, que daría la vida por una brizna de ternura, de cordialidad y de calma.»JOSÉ PLA . Mas Pla. Llofriu (Gerona).