Yecla, Casa municipal de la cultura, 5 mayo 2018. Foto JPQ. La familia Corbalán: Pilar, Pancho, Pilar, Marta, Miguel, Pancho, Nacho, Antón, Ádria, Pablo.
Ha sido para mí un gran honor y una gran alegría participar en el homenaje a Pablo Corbalán, en su ciudad natal, Yecla:
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Yecla, Casa municipal de la cultura, 5 mayo 2018. Foto Ramiro Quintanilla. La familia Corbalán y JPQ: Pilar, Pancho, Pilar, Quiño, Marta, Miguel, Pancho, Nacho, Antón, Ádria, Pablo.
Juan Pedro Quiñonero elogiará la trayectoria profesional y humana de Pablo Corbalán.
El salón de actos de la Casa Municipal de Cultura lleva desde hoy el nombre Pablo Corbalán.
Siete Días, Yecla, Un homenaje en familia 1 [ .. ] Un homenaje en familia 2.
Siete Días Web TV, Homenaje a Pablo Corbalán.
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Estas fueron mis palabras…
Familia Corbalán,
Señor Alcalde,
Amigas, amigos…
Es para mí un gran honor y una gran alegría poder estar aquí, con vosotros, para recordar y rendir homenaje a Francisco Martínez Corbalán Alonso, que decidió firmar su obra literaria, periodística y crítica como Pablo Corbalán.
Honor y alegría que también tienen raíces muy profundas.
Cuando yo comencé a trabajar en el vespertino madrileño INFORMACIONES, hacia 1966 o 1967, de la mano de Miguel Ángel Gozalo, primero, y de Jesús de la Serna, más tarde, me colocaron como reportero de sucesos.
Cuando Pablo Corbalán volvió por aquellas fechas a INFORMACIONES, en el que ya había trabajado mucho antes, nos presentó Rafael Conte:
“Aquí Pablo Corbalán, que lo sabe todo de la Generación del 27”. “Aquí Quiño, que está comenzando a descubrir a Faulkner y Ramón Gómez de la Serna”.
Que el crítico literario de referencia de la época me presentase, en esos términos, a un hombre que podía ser mi padre y llegaba envuelto en una cierta leyenda áurea, era para mí entrar en un círculo muy privilegiado. El círculo de los happy few que tenían acceso al mundo mítico de la cultura y la vida literaria.
Intentando hacer honor a la presentación, comencé por balbucear:
“Justamente, estoy leyendo un libro de Ramón en el que habla con mucho cariño y respeto de un poeta que llevaba tu apellido: Francisco Martinez Corbalán…”
A Pablo le brillaron los ojos y me respondió con brevedad: “Sí. Era mi padre…”.
Aquella primera conversación quedó ahí. Pero fue el comienzo de algo que todavía perdura, hoy.
Andando el tiempo aprendí que Pablo y su padre eran de Yecla, a dos pasos de Almansa, donde entonces vivían y ahora están enterrados mis padres.
Un buen día, dos o tres años más tarde, descubrí que Francisco Martínez Corbalán Pérez, el padre de Pablo, había fundado en Yecla, en 1925, una revista literaria de vanguardia, Sirio, que también tuvo algo así como una administración en Almansa.
Entre los colaboradores de Sirio y los firmantes de un manifiesto con el que la revista se dio a conocer se encontraban Ramón Gómez de la Serna, César Vallejo, Guillermo de Torre, Pérez de Ayala, Eliodoro Puche, Araquistain, Díaz Casado, Gómez Baquero, Alvarez Santullano, Fernández Ardavín, Julio J. Casal, Ramón Prieto Romero, Roberto Molina y Amelio Quílez.
En esa relación se encuentran las semillas de casi todas las muy primeras pasiones literarias de Pablo, Ramón, César Vallejo, Guillermo de Torre.
Pronto descubrí que la primera y quizá más profunda de las pasiones literarias de Pablo, Miguel Hernández, también formaba parte de su herencia más íntima… Francisco Martínez Corbalán, padre, fue amigo y entrevistó con mucho talento al jovencísimo poeta de Orihuela en la revista madrileña Estampa, en 1932.
Aquella entrevista tuvo su importancia para la presentación madrileña de Miguel Hernández y fue una de las matrices de la formación y el futuro destino personal, profesional y cívico de Pablo Corbalán: toda su vida fue, en cierta forma, un homenaje íntimo al recuerdo de su padre, siguiendo sus pasos con piedad filial, como escritor, periodista y crítico de la cultura.
…
A partir de esos recuerdos, no solo personales, más allá de la leyenda y los debidos homenajes familiares, profesionales y amistosos, queda por reconstruir la historia de la participación importante de Francisco Martínez Corbalán, Pablo Corbalán, hijo de Francisco Martínez Corbalán, en varios procesos de cierta importancia para la historia de las culturas españolas…
De entrada, los recuerdos imprescindibles: Pablo hizo de “puente” entre varias generaciones de profesionales e intelectuales… Los hombres y mujeres que conocieron el periodismo y la cultura de antes de la guerra, los que hicieron y sufrieron la guerra, y los intelectuales y periodistas que iniciaron la reconstrucción del periodismo y la cultura española a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.
Sin duda, hubo muchos otros hombres y mujeres que contribuyeron, cada cual a su manera, a ese proceso de reconstrucción de la conciencia cívica.
Pablo tuvo una importancia particular, por razones que solo han sido estudiadas muy parcialmente.
Cuando yo llegué Madrid y comencé a trabajar en el viejo INFORMACIONES, Pablo era ya un maestro de periodistas y críticos literarios, con una trayectoria importante, en la cultura y la información, nacional e internacional, en la revista La Hora, como corresponsal en Madrid de El Noticiero Universal de Barcelona, como redactor jefe del vespertino La Tarde y el semanario Triunfo, como cronista en España de Tánger, Sol de España de Málaga y El Faro de Vigo. Antes de fundar el que fue el suplemento literario de referencia de su época, Pablo había sido miembro fundador de los Premios nacionales de la crítica, una institución.
Como director del suplemento literario INFORMACIONES de las Artes y las Letras, entre 1968 y 1979, donde él tuvo la inmensa generosidad de aceptarme como intrépido Reporter Tribulete, que en todas partes se mete, hizo un trabajo callado y esencial, como hombre orquesta, como introductor muy generoso y patriarcal a la vida profesional y cultural de una generación de escritores, intelectuales, artistas.
Citaré algunos ejemplos.
Pablo Corbalán fue el descubridor y primer editor de Andrés Rábago, El Roto que firma todos los días una viñeta en el diario El País… Andrés apareció un buen día por la redacción del viejo y difunto INFORMACIONES, con su carpeta de dibujos… Eran unos dibujos muy duros, muy influenciados por el Dadaismo y el Surrealismo, de imposible publicación en ningún periódico de la época.
Pablo quedó encantado. Y comenzó a publicar a Andrés Rábago, OPS, todas las semanas, consagrándole una página.
Pablo había conocido y trabajado en el semanario Triunfo con dos jóvenes críticos de cine, César Santos Fontenla y Jesús García de Dueñas. Al frente del INFORMACIONES de las Artes y las Letras, Pablo los instaló en el umbral de la gran crítica, equiparando la crítica de cine al resto de la más alta cultura.
En el terreno de la crítica literaria, sería necesario citar a buena parte de la crítica que vendría. Solo recordaré a dos viejos amigos, Victor Freixanes y Gustavo Fabra Barreiro, que entonces comenzaban y fueron, en su día, dos ejemplos del nuevo magisterio crítico.
En este capítulo de la cultura literaria, me veo forzado a recordar a dos personajes que conocí y conozco más o menos bien: Rafael Conte y yo mismo.
Rafael ya era un crítico reputado antes de trabajar en INFORMACIONES. Pero el suplemento literario dirigido por Pablo Corbalán lo instaló en su pedestal definitivo.
En mi caso, qué decir… llegué a Madrid poco antes de los veinte años. Y Pablo no solo me dio trabajo: me sirvió de guía, ofició de “padre” cultural y profesional, me marcó la pauta a seguir, en el terreno profesional, cultural y cívico.
¿Había algo particular en ese trato tan paternal y humano? Insistiré en este punto: Pablo era un hombre abrumadoramente generoso, capaz de escuchar a jovenzuelos que podían ser sus hijos, como Andrés Rábago o yo mismo, y darles faena, abrirles puertas, guiarlos de la manera más generosa en su iniciación a la profesión, la cultura y la vida.
Esa dimensión íntima de la vida de Pablo “solo” sería -y entrecomillo palabra “solo”-, solo sería una virtud personal, lo que no es poco y puede ser excepcional, si no hubiese estado acompañada de otras facetas de su personalidad.
Al frente del INFORMACIONES de las Artes y las Letras, Pablo también jugó un papel esencial en varios procesos históricos de cierta importancia: la modernización de la información y la crítica de la cultura, el descubrimiento de la nueva literatura hispanoamericana, y el rescate del arte y la literatura española del destierro.
Se han publicado varios ensayos contando el puesto que tuvo INFORMACIONES de las Artes y las Letras en la historia de la cultura española de su tiempo. Pablo, Rafael Conte y yo mismo, perdón por la inmodestia, somos citados con cierta generosidad. Insistiré en un punto, importante: Rafel Conte o el joven Quiñonero podían decir misa, pero… el arquitecto de aquel proyecto colectivo fue Pablo. Era Pablo quién repartía y organizaba el trabajo, era Pablo el que valoraba de esta o aquella manera la crítica y la información cultural, literaria y artística.
Tarea esencial, que comenzaba por ser una tarea de resistencia crítica: resistencia, oposición y crítica contra todos los poderes dominantes e institucionales, políticos, económicos, incluso empresariales, si se me apura.
Esa tarea esencial fue posible gracias a una familia de grandes periodistas, que en aquel momento encarnaban Víctor y Jesús de la Serna… fueron ellos los que dieron a Pablo Corbalan la confianza y libertad para ejercer el periodismo y la cultura como Pablo entendía esas tareas, profesional y cívica.
La primera consecuencia de aquel ejercicio de libertad fue la ruptura de las fronteras que todavía imponían la censura política, la censura periodística y la censura literaria de la época… Pablo, acompañado de Pepe / José de Castro Arines, el crítico de arte de la casa, otro personaje memorable, por rescatar, abrió el INFORMACIONES de las Artes y las Letras a las grandes corrientes artísticas y literarias que venían de fuera.
Pablo y Rafael Conte fueron dos de los maestros y protagonistas que contribuyeron a presentar en España la gran literatura hispanoamericana de la época… fueron ellos los que lanzaron en la prensa y la crítica literaria española a Octavio Paz, Julio Cortazar, José Lezama Lima, Gabriel García Marquez, Juan Rulfo, Mario Vargas Llosa, José Donoso, Manuel Scorza, entre otros.
Sin duda, esos y otros grandes maestros, tuvieron muchos otros embajadores. Pero, todos los historiadores de la crítica literaria han insistido en este punto: el INFORMACIONES de las Artes y las Letras fue el primero y más influyente de los medios que contribuyó a instalar a los maestros americanos en el Panteón del magisterio emergente.
La revelación y lanzamiento de la gran literatura hispanoamericana estuvo acompañado de otro debate, igualmente esencial, que pudiera resumirse así: ¿cuál es la función y la tarea social de la literatura y el arte..? En mi caso, desembarqué en la crítica literaria con una modesta intervención, en ese terreno, que terminó enfrentando a dos viejos amigos, Isaac Montero y Juan Benet. Era Pablo quien ejercía de animador y patrón de unos debates de gran calado en la historia de la evolución de la crítica literaria y cultural.
El debate de inmenso calado de la función social de la literatura y el arte era algo esencial para Pablo, y desembocó forzosamente en el rescate del arte y la literatura del destierro, la obra por rescatar, por aquellos años, de Rosa Chacel, Ramón Sender, Rafael Alberti, Max Aub, Francisco Ayala, Manuel Andujar, Mercè Rodoreda, Josep Carner, Carles Riba, entre tantos y tantos otros.
En ese terreno, la tarea de Pablo fue sencillamente capital. Por varias razones:
Como hijo de periodista y escritor, Pablo Corbalán fue un gran conocedor de la Generación del 27 y de la Generación del 36, a la que él mismo pertenece. La biblioteca de Pablo, que hoy vuelve definitivamente a Yecla, era y sigue siendo una mina. Para los hombres jóvenes que llegamos a Madrid, hacia finales de los años 60 del siglo pasado, era una referencia absoluta.
Como periodista, escritor, ensayista y poeta, estudioso, autor de ensayos y antologías de referencia, como la que consagró al surrealismo español, Pablo ejerció de manera patriarcal y generosa su saber hacer profesional y su saber estar en pié, como un hombre, oficiando de “puente” generacional que restauró una continuidad esencial… cuando Pablo nos explicaba por lo menudo la importancia histórica de legendarias revistas vanguardistas, como Favorables París Poema, que animaron César Vallejo y Gerardo Diego, o Sirio, la revista animó su propio padre, Francisco Martínez Corbalán, entre Yecla y Almansa, su magisterio se confundía con su humanidad; y esa humanidad tenía unas raíces muy profundas en su vida íntima y en su vida cívica.
Así, cuando Pablo compartía con nosotros, sus amigos, sus colegas, sus hijos profesionales, sus sabidurías culturales y su sabiduría del oficio, Pablo intentaba compartir y transmitirnos lo esencial: la alegría y la fraternidad de compartir con otros hombres el pan y la palabra.
Todavía un recuerdo, y ya acabo.
Ví por última vez a Rafael Conte en Madrid, en el restaurante Belarmino, en la calle Claudio Coello.
Cuando llegó la hora del café y la despedida, Rafa puso su mano en mi brazo y me dijo:
Quiño, sabes una cosa… Recuerdo a Pablo con mucha frecuencia. Y a ti con él. Quiero que estéis conmigo, siempre.
Han pasado los años. Me ha parecido de justicia traer a Rafael Conte a este homenaje a Pablo Corbalán. Y es para mi un gran honor y una gran alegría poder estar con ellos, juntos, de nuevo, gracias a Yecla, Almansa y vosotros. Amén.
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INFORMACIONES y la delincuencia periodística.
INFORMACIONES y una década prodigiosa.
INFORMACIONES y el viejo periodismo.
Alberti, Vargas Llosa, Scorza, el INFORMACIONES y yo.
Quiñonero, entre Galdós, Solzhenitsyn y el INFORMACIONES, en Madrid.
Recuerdo de Jesús de la Serna y aquel INFORMACIONES.
Fina says
¡Oh, Quiño!
Qué bonito y sentido homenaje. Gracias por compartirlo.
Es admirable saber transmitir lo esencial: «la alegría y la fraternidad de compartir con otros hombres el pan y la palabra».
JP Quiñonero says
Fina,
La verdad sea dicha… Pablo fue algo importante para mí, en unos momentos / años, esenciales en la formación de un hombre.
Poder participar en el homenaje fue para mi motivo de orgullo y alegría, sí,
Q.-
Fina says
Quiño,
Es conmovedor lo que cuentas de Pablo Corbalán y Rafael Conte. Siempre estaréis juntos los tres.
Historias como ésta, devuelven la confianza en el género humano.
JP Quiñonero says
Fina,
En cualquier caso, como digo, fue muy emocionante. Y, efectivamente, Pablo, Rafa y yo creo que estaremos unidos por los siglos de los siglos. Amén,
Q.-
Fina Ferrán says
Amen, Quiño, amén.
Que nos puedas seguir contando experiencias tan bellas y ejemplares.
Pilar Corbalán says
Querido, Quiñonero…
Lo leo, lo releo y cada vez me gusta más!!
Daría la vida por haber visto, por un agujerito, la cara de mi amado padre, mientras leías , mientras «os reencontrabais» Conte, él y tu… Cómo habrá disfrutado!!
Un abrazo inmenso, amigo.
JP Quiñonero says
Querida Pilar,
Quizá lo más bello sea que… ¡todo es cierto..!
Y tu padre está en el origen de todo: su amor por las palabras y su hombría de bien sembraron muchas cosas que nosotros terminamos descubriendo en Yecla. Quizá Rafael me hablaba de esa realidad, volver a estar juntos, con vosotros, unidos a través de su fe en la verdad de las palabras compartidas con el pan y el vino en la mesa de todos, con su herencia, su legado, sí.
Un abrazo grande,
Q.-
Carmen says
En las noches de verano madrileño y axfisiante , en la esquina de la calle Narvaez con Doctor Castelo , conversaban incansables , Pilar , Concha y los hermanos Corbalán …allí les daban las tantas y se les oía apasionados en la noche silenciosa de aquellos años… yo les veía desde mi ventana e imaginaba el ardor de la conversación y lo q yo hubiera dado por escucharles de cerca…era yo muy jóven y sentía gran admiración y afecto por aquellos ineresantes y entrañables personajes q nunca olvidaré.
Ricardo Lanza says
El recuerdo de Yecla, «la inmensa, con sus llanadas», la subida a esa acrópolis que asienta a las más de las ciudades mesetarias, la imagen del cuadrado y sinuoso amasijo de casas y callejones, visible (y muy bien) desde el santuario de la fortaleza, cuestas y cuestas que el verano hace aún más pinas; no se sabe si es allí la Castilla de siempre o nos llama el levante, sus playas y su mar, las sierras costeras. Gracias, estimado, por la memoria del Corbalán yeclano.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Ya en Yecla… quedé encantado con un museo arqueológico que está muy bien montado y tiene alguna pieza excepcional, como un busto de Adriano que puede «competir» con los mejores del mundo.
Y Pablo, sí… un grandísimo maestro que siempre me acompaña, de alguna manera,
Q.-
Fanny Rubio says
Me emociona encontraros, Quiño, Corbalanes, al cabo de los años. En la Biblioteca del Círculo de Bellas Artes. Cinco años después.
Todo lo que cuentas de Pablo y de Rafa en los años en que se construyeron cosas importantes en la cultura de este mundo vuelve a emocionarme. Ver a su familia tan guapa me acerca a aquellos años de Informaciones en que Pablo un jueves de 1971 publicó mi primer poema. Con Quiño. Después Rafa en El país, Tanto ayudó Pablo a los jóvenes, tanto quiso a los poetas, a Fernando Quiñones y a tant@s que vuelven a vivir en nosotros. Besos a todos
JP Quiñonero says
Emoción y alegría, querida Fanny, sí… Qué años aquellos… Quizá sea justicia recordar a Víctor y Jesús de la Serna, que dieron a Pablo, dieron a Rafa y me dieron a mi una libertad única por aquellos años.
Pablo Corbalán y Rafael Conte, por su parte, fueron grandes maestros y, en mi caso, algo así como padres, figuras tutelares que guiaron mi iniciación a tantas cosas.
Te envío un abrazo grande, grande, querida Fanny, hoy como ayer, sí, palanteeeee …
Q.-