Barcelona, Plaza de Cataluña, 28 marzo 2018. Foto JPQ.
En su día, hace años, Goya y la historia cultural me permitieron elaborar este concepto: El Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.
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La guerra ¿fría? ¿sucia? de los lazos amarillos es una nueva manifestación callejera, previsiblemente duradera, con esos u otros “lazos”, del nuevo rostro del Proceso / Procés, que comencé por definir como Cuarta Guerra Carlista y PPP (Pollastre Presidencial Puigdemont:
–El PPP Pollastre Presidencial Puigdemont anuncia inestabilidad duradera para España / Cataluña.
–El Pollastre Presidencial Puigdemont (PPP) abre un nuevo frente en la Cuarta Guerra Carlista.
–Puigdemont, PPP, PP (Partido Popular) Cat, primeras maniobras de la Cuarta Guerra Carlista.
La crisis España / Cataluña del otoño 2017, las elecciones al Parlamento de Cataluña del 21 de diciembre pasado, y la prolongación indefinida de la misma e histórica crisis, desde entonces, creo que confirman de manera espectacular la existencia de una Cataluña cainita, que viene de muy lejos: La Cataluña cainita vista desde Catalunya.
El forcejeo y la esperpéntica “guerra” de los lazos amarillos, se inscriben, pues, en una estela que tiene profundas raíces culturales y políticas, locales, catalanas y españolas:
España / Cataluña… hacia la Cuarta Guerra Carlista.
Hoy como ayer, el mismo conflicto saturnal: España / Cataluña… la Nación es la guerra… Cataluña, Cataluña / España, “no tienen solución”… 1640, 1714, 1914-1925, 1934, 2012 / 2017, suma y sigue.
“La historia es trágica, y siempre acaba mal”, decía Raymond Aron, refiriéndose a Giscard. “De todas las historias de la Historia sin duda la más triste es la de España, porque termina mal…” decía Jaime Gil de Biedma.
En mi caso, sospecho que el Duelo a garrotazos, matriz política de las españas y del nuevo Proceso / Procés, es un siempre nuevo capítulo de la misma historia:
a jose says
El ecologista, el exiliado, el charnego, y la guerra. Son muy malos profesionales estos que intentan acabar con su país y en quinientos años no lo han conseguido. Hay enfermos que gozan de buena salud y eso que todos los días tienen al sacerdote para hacer su trabajo. Hay que acabar con el cuerpo para salvar el alma. El alma y el cuerpo moribundos están dando guerra y cada vez mas nos convertimos como pueblo en esa «unidad de destino en lo universal» eso si todos los pueblos ibéricos quieren ser el alma de los otros . Las nuevas brigadas internacionales de periodistas nos están poniendo de anomalía modelo para todos. Pronto nos copiaran. Hobbes vuelve «todos contra todos» (virtual y real).
JP Quiñonero says
Jose,
Algo así, efectivamente… «todos contra todos»… a garrotazos, con cualquier pretexto… una suerte de Entierro de la Sardina permanente… sin que nadie o casi nadie sea capaz de hablar con alguien de algo, si no es para dar la puntilla a otro vecino… es lo que hay.
En verdad, también hay buena gente que habla, escucha e intenta seguir tirando del carro de los problemas de cada día. Pero esa buena gente no siempre tiene altavoces… y su buena voluntad se queda con frecuencia en la cuneta… hace unas semanas, cuando se produjo el cambio de gobierno, se publicaron numerosos llamamientos al diálogo político… aquellos gestos de sensatez quedaron pronto eclipsados por la marea negra de los fanatismos, que tiene mucho eco, ay,
Q.-
Fina says
Josep,
Me pregunto si esa “unidad de destino en lo universal”, logrará salvar países, cuerpos y almas…
¡Cuánta incertidumbre…!
Me cansé de pensar, se impone el descanso…bona nit!