Place Dauphine, 18 febrero 2019. Foto JPQ.
Geógrafos y topógrafos lo saben bien: la Place Dauphine se encuentra en el centro geográfico de la ciudad.
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André Breton compara la plaza con el sexo femenino, matriz y origen del mundo: “Le triangle de la Place Dauphine serait le pubis de cette forme rêvée, la matrice originelle d’où tout serait né”.
“Je suis le dauphin de la place Dauphine”, dicen Jacques Lanzmann y Jacques Dutronc jugando con las palabras: hay quienes piensan que Dauphine / “Delfina” es el femenino de un delfín descarriado ¿por amor? en esa plaza, que, en mi caso, evoca una ciudad desaparecida en la que sigo viviendo, persiguiendo fantasmas muertos: Il est 5 heures, Paris s’éveille. JL, in memoriam.
Place Dauphine : la felicidad.
Y no precisamente por la comparación de Breton. Ahí , como se dice en España, se le fué la pinza .
Flâneur,
No se, no se… la felicidad… ahora que no nos oye nadie: me aburriría soberanamente «encerrado» en tan ilustre plaza… ¡Perdón..!
Q.-
Me inclino por la felicidad y la plenitud…en la Place Dauphine.
Perdón, Quiño, y si te aburres allí, París es muy grande…y tú lo conoces bien… 🙂
Fina,
Te comprendo perfectamente…
Mea culpa: tanto orden, tanta quietud, tanta limpieza, tanta soledad acompañada de turistas de paso me aburren cantidad.
Dicho eso, hay otra Place Dauphine, la de un par de lugares donde Simenon piensa que Maigret podía comer una blanquette de veau… eso, ya, es otra historia; pero, ¿calculas cuantas calorías tiene una blanquette de vea, con pan, vino y quesos de postre..?
Q.-
Por favor, Quiño,
No me hagas calcular calorías y permíteme disfrutar de este festín…
Bona nit!
Perdón, Fina, perdón…! Por decir barbaridades de ese tipo, ay,
Q.-
Por favor, Quiño,
Nada en absoluto que perdonar y en cambio mucho que agradecer, desde que estoy en tu blog.
Aquí no sólo aprendo y me pongo al día de las últimas noticias, sino que además me divierto con tus comentarios y ocurrencias…
Como dice mi admirado Don Ricardo Lanza, no todos tenemos la misma «dimensión intelectual».
¡Ay, Quiño, ya me gustaría a mí poseer la tuya…y la de los contertulios que por aquí se pasean!
Fina,
Anda, anda…
Tu pones la sal de la gracia, con tu generosidad amistosa, claro,
Q.-
¡Oh, Quiño!
Esas cosas tan bonitas que pones, engordarán más que «una blanquette de vea, con pan, vino y quesos de postre».
¡GRACIAS!
Fina,
Creo decir la verdad, oye… pero, ¡ojo..! .. No hay que perder de vista las calorías…
Avanti..!
Q.-
Vale, vale, Quiño,
Lo tendré en cuenta. Intentaré no perder la moderación y calcular las calorías, de vez en cuando… 🙂
Cool, Fina, ojooo
Q.-