Pont Saint-Michel, 15 abril 2019. Foto JPQ.
A las 18.50 h del martes estalló en el corazón de la catedral de Notre Dame, una de las cumbres de la arquitectura religiosa de todos los tiempos, uno de los incendios más espectaculares de la historia de París, Francia y la iglesia, en Europa.
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A primeras horas de la noche del martes, los portavoces oficiales y oficiosos no ocultaban la inquietud más profunda.
Varias autoridades temían que Notre Dame pudiera sufrir daños irreparables. Por su parte, los portavoces oficiales de los bomberos temían no poder frenar la propagación del incendio, destruyendo partes capitales de la catedral.
El incendio estalló en los andamios que se sitúan en el exterior del atrio de la catedral, en curso de reformas y restauración, desde hace dos años, cuando, el 2017, el arzobispo de París se vio forzado a pedir socorro financiero a muy diversas fundaciones norteamericanas, ya que el Estado y la alcaldía de París afirmaron no poder asumir el costo de la restauración de uno de los monumentos más emblemáticos de la historia cultural y religiosa de nuestra civilización. Tan melancólicas decisiones cobran hoy una dimensión simbólica trágica.
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Numerosas personalidades del arte y la cultura comenzaron a subrayar muy pronto la doble dimensión histórica y simbólica, comparada con algunos bombardeos de edificios religiosos durante las dos grandes guerras mundiales del siglo XX..
Le Figaro, Incendie à Notre-Dame : les autorités ne sont pas certaines de sauver la cathédrale.
París, la rentrée… Notre Dame busca mecenas.
El asesinato de París, desde el Pont Saint-Michel.
Pablo Eugenio Fernández Jiménez says
Quiño, no tengo palabras. Soy muy creyente de los signos, como el agua para el bautismo o Notre -Dame para Francia, para Europa.
Un abrazo, Quiño, algo se nos ha ido a todos
JP Quiñonero says
Pablo,
Ay… es una tragedia que apenas comenzamos a comprender en sus exactas proporciones. La estructura del edificio se ha salvado, sufriendo daños mayores. Puzzle dramático que tiene muchos flecos terribles,
Q.-
Fina says
Quiño,
Qué tristeza y desolación ver estas imágenes. Una pérdida irreparable y terrible. Parece que París se derrumba, arden siglos de historia y esfuerzos…Uno se siente huérfano sin Notre Dame…
JP Quiñonero says
Fina,
Tristeza y desolación, sí. Amén,
Q.-
José Julio Perlado says
Como si estuviera ahí esta noche así lo he sentido. ,Tantas visitas ! ,Tantas lecturas y recuerdos !
Un abrazo
José Julio Perlado
JP Quiñonero says
Querido José Julio,
Un agrazo grande, sí,
Q.-
Flâneur says
Quiño , ¡que tristeza! Voy a decir una barbaridad : me quita las ganas de vivir.
JP Quiñonero says
Flâner,
Jünger decía que la hombría de bien se mide por la capacidad de resistencia ante el dolor.
Vengo del barrio… el espectáculo tiene muchos flecos esperpénticos, sin duda. Quizá sea inevitable. La tragedia, el turismo de masas y el espectáculo callejero son cosas que se combinan francamente mal, ay,
Q.-
Flâneur says
No pensaba pasar por allí en mucho tiempo. Pero tu información sobre el esperpento me reafirma en que no podría soportarlo. No se si recuerdas que un día comenté, aquí en tu casa, que uno de los sitios que me hacían feliz, es el Quai d’Orléans. Pues tu comprenderás que la fatalidad o la torpeza de un obrero o quien sabe si el ISIS, me han quitado esa sencilla posibilidad.
JP Quiñonero says
Flâneur,
Te comprendo. Dicho eso, no te dejes llevar por las intoxicaciones que están haciendo circular grupúsculos de extrema derecha. Tras el esperpento del espectáculo callejero, también hay gente sincera y bien, sensible, claro, faltaba más,
Q.-