Place des Pyramides, 1 mayo 2011. Foto JPQ.
Proceso histórico que llevo años contando → Extrema derecha obrera / Le Pen… la historia 3 → Los obreros votan a la extrema derecha de Le Pen desde hace muchos años… Cronología.
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Agrupación Nacional (AN, extrema derecha) ha sido el partido más votado por los obreros y las clases medias menos acomodadas, permitiendo a Marine Le Pen presentarse como “alternativa única” contra Emmanuel Macron, cuyo partido, La República En Marcha (LREM), ha sido votado por las elites sociales, intelectuales y económicas, agricultores incluidos.
El partido de Marine Le Pen no solo ha sido el más votado en las elecciones europeas (5.281.745 de electores, el 23,31 % de los votos). También es el partido que tiene una base social más grande y sólida.
Según los primeros análisis sociológicos realizados por el instituto Ifop (referencia canónica), el 47 % de los obreros y el 32 % de los empleados votaron a la extrema derecha de Le Pen, que también estuvo a la cabeza entre los electores de 25 a 65 años.
Durante los últimos veinte años, la extrema derecha lepenista solía contar con el 30 o el 35 % del voto obrero. Esa era la proporción antes de la elección de Emmanuel Macron como presidente. Dos años después, obreros y clases medias modestas giran a la extrema derecha.
La derecha tradicional (hundida hasta un modestísimo 8,48 % de votos) y las izquierdas tradicionales (socialistas, comunistas y extremas izquierdas), hundidas hasta condiciones grupusculares (del 2 al 6 % de votos), son las primeras víctimas de ese viraje político: obreros y clases medias modestas quieren “otra cosa”, menos “ideológica” y más “patriótica”.
La República En Marcha (LREM), el partido de Emmanuel Macron (5.076.469 votantes, 22,41 % de los electores) se confirmó como más que honorable segundo partido nacional. Pero su base social es mucho más diversa, fragmentada, volátil. El núcleo central del electorado macroniano (35 %) son las clases medias acomodadas, satisfechas con Europa y la mundialización. Macron también tiene buena opinión entre electores jóvenes y ecologistas (20 %). Técnicos, ejecutivos, intelectuales, son electores macronianos “naturales”.
Con 3.052.573 votantes (13,47 % electorado), los ecologistas consiguieron un estimulante tercer puesto. Pero su base social es muy heteróclita: jóvenes, “tercera edad”, clases medias acomodadas. La aspiración ecologista a “liderar” una “alianza progresista” todavía parece muy lejana.
Más allá del guerracivilismo ideológico sin cuartel, la nueva realidad social y cultural de Francia confiere a la extrema derecha una posición central, que Marine Le Pen desearía transformar en “alternancia”, presentándose como la posible matriz de una recomposición global del paisaje político nacional. Los Republicanos (LR, derecha tradicional) no han tenido tiempo para estudiar su nueva condición de partido minoritario, entre las derechas francesas. Emmanuel Macron aspira a construir una base social menos frágil; más adelante presentará “proyectos” para intentar conquistar o reconquistar nuevos electorados.
La extrema derecha de Le Pen, primer partido de Francia, con muchas ambiciones europeas.
La extrema derecha de Le Pen anunciaba los chalecos amarillos.
Extrema derecha obrera / Le Pen… la historia 3.
Los obreros votan a la extrema derecha de Le Pen desde hace muchos años… Cronología.
José says
No hay alternativa. La republica fragmentada tiene diferentes marchas en camino. No hay plazas publicas donde ponerse de acuerdo. Un pais unido centralista orgulloso de sus aciertos y consciente de sus atropellos. Vive un momento critico que no se puede visualizar con categorias pasadas de los ultimos doscientos años. La escuela mas igualitaria del merito de los estudiantes. La agricultura creativa se ha industrializado y parte vendido a intereses foraneos. El ejercito vuelve a ser napoleonico sin valores que lo justifiquen. Los barbaros a civilizar no estan fuera sino dentro. Obreros deberiamos ser todos pero sin especuladores rentistas capos… Dificil lo veo.
JP Quiñonero says
José,
Bueno… a decir verdad, hay muchas plazas públicas (redes sociales) que se utilizan de bien a muy mal, o peor.
En Francia, un agricultor se suicida cada tres días…
Los que viven bien votan a Macron. Le Pen tiene sus caladeros en la Francia más olvidada de la mano de Dios, el Estado, o quien sea…
Q.-
Fina says
Quiño,
No lo había pensado y es cierto, las redes sociales son como plazas públicas…
JP Quiñonero says
Fina,
Algo así: con la mala uva torticeramente de no pocas plazas de pueblo…
Q.-
Fina says
Sí, Josep,
Es tan difícil ponerse de acuerdo. Muchas veces ni nosotros mismos nos entendemos y pretendemos hacerlo con los demás. ¡Hay tantos puntos de vista…!
¿Cómo conciliar tantas diferencias? Si existiera buena voluntad y un diálogo constructivo, en lugar de los garrotazos…¡otro gallo nos cantara!
¿Existirá un páis ideal, bien gobernado, en este mundo? Por lo que leo al principio de tu comentario crees que: «No hay alternativa».
Recuerdo que mi amiga Isabel (que era también muy sabia y culta) me decía: «No te preocupes, Fina, que la vida se va autoorganizando».
Veremos…
Pablo Eugenio Fernández Jiménez says
Si, Quiño, llevas años repitiendo esta verdad, los obreros son de Le Pen. Y entonces menos me explico lo de España ¿somos más listos?
El movimiento obrero no existe en España, los lideres sindicales están más próximos a la manera de vivir de los grandes empresarios, conocen mejor los estudios de radio que la calle.
En Francia, tú nos lo cuentas, hay chalecos amarillos, son un grupo heterogéneo, también nos hablabas que hay agricultores y obreros votantes de Le Pen.
Se exige mucho a las clases medias, se las exprime mucho, los impuestos llegan al 50% y eso sin contar con los indirectos, combustibles, ropa, alimentación, electricidad, vivienda…en este clima de asfixia se tira de patriotismo, de culpar a otros, como ocurre con los independentistas catalanes, nosotros seríamos más grandes, mejores, viviríamos mejor, sin esos otros.
Pero tus datos son elocuentes más del 23% mientras La República en Marcha chupa rueda, y ojo, Los Republicanos, una especie de PP, en el 8% ¿imaginamos vox con el 23,31% de votos y el PP con el 8,48 %?
Te soy sincero, veía a Ciudadanos por encima de PP en estas elecciones municipales y europeas, al modo de Francia.
Lo que no vamos a hacer comentarios es de la Saga Fuga de MV, no creo que Torrente Ballester tuviera en la cabeza un exprimer ministro de Francia en Castroforte del Baralla.
Os lo devolvemos
JP Quiñonero says
Pablo,
El aznarismo era y es una cosa, el marianismo era y es otra cosa; no sé si el casadismo llegará a ser algo algún día… es normal que los hombres o mujeres que esperaban o esperan encontrar algo a la derecha se hagan un lío.
El sanchismo es una cosa que trapichea con varias familias, que no siempre se entienden entre ellas: los socialistas catalanes y los socialistas andaluces piensan cosas muy distintas sobre España & Cataluña, sin que esté claro de qué bando están los socialistas valencianos y castellanos, vascos o manchegos.
El riverismo ha sido media docena de cosas. Hace apenas cinco años fue votado masivamente en un barrio importante de Barcelona (Nou Barris) que ha votado socialista el domingo pasado Entenderse en Sevilla con unos y en Barcelona todavía no se sabe con quién tampoco aclara nada.
Que el abascalismo piense que comienza la Reconquista en Covadonga es una opinión, que no sé si puede entenderse en Cartagena, Valencia o Zaragoza.
…
A partir de ahí, comparar esos líos con la derecha francesa, Macron o el socialismo francés me parece poco razonable. Los franceses tienen problemas propios. Pero aznarismo, marianismo, sanchismo, riverismo y abascalismo son productos “nacionales”, castizos, que tienen mala traducción y exportación más allá de sus respectivos feudos patrióticos, que son pequeños reinos de Taifas, a toda hora empeñados en disputas que no siempre salen de las tabernas audiovisuales,
Q.-
PS. Perdón por el tono. Francia está echa un lío, claro. Pero, comparada con España, qué quieres que te diga…
Pablo Eugenio Fernández says
Jajajajajajaja!!!! no sé en qué estaría yo pensando ,Quiño, pero también hay ismos en Francia, si bien el abismo no es como el de España, aún no.
Pero el lío es generalizado en Europa, el Reino Unido fue a por tabaco y no sabemos si vuelve, Alemania taciturna de unos meses para acá y el tándem Macron&Sanchez queriendo robarle protagonismo. Bien te leo.
Esto parece una orquesta de instrumentos desafinados.
Y, vuelvo a lo primigenio, la extrema derecha de Francia es el primer partido, y muchos de sus votantes obreros. Y esto no es de ahora.
A ver dónde acabamos todos.
Buenas noches, sigue haciendo fotos por mucho tiempo, y yo que las vea
JP Quiñonero says
Ay, Pablo…
A decir verdad, lo de Macron & Sánchez me parece un comecocos publicitario intoxicante.
Creo que todo puede resumirse cariñosamente así: «… esto parece una orquesta de instrumentos desafinados». Si te parece, podríamos sustuir «orquesta» por «palmeros», que para colmo no cobrar por jalear con cantes festeros…
Q.-
Luis Manteiga Pousa says
Es que eso de que si eres obrero y de derechas eres tonto es algo muy rancio, la sociedad ha cambiado mucho, por lo menos en Europa, EE UU, Canadá…en los países democráticos avanzados. Puede ser más o menos valido en los países subdesarrollados y en vías de desarrollo. Pero incluso ahí es muy discutible y depende de cada circunstancia. Y a todo esto hay que unirle el fracaso de los países comunistas y su falta de libertades. Y lo digo yo que ni soy obrero ni de derechas. No soy de nadie, en unas cosas estoy de acuerdo con unos y en otras con otros, y en otras con nadie. La realidad no es en blanco y negro, tiene muchos matices, y en política, obviamente, también. Y lo mismo vale para lo de oprimidos y opresores, es mucho más complejo y variable. Porque además hay movilidad social, no son todo compartimentos estancos. Y, con sus multiples defectos, que hay que limitar y controlar, el capitalismo demostró ser el mejor sistema para crear riqueza, por lo menos de los conocidos hasta el momento. Porque ¿cual es la alternativa?. Hoy por hoy no existe. Quejarse es fácil, lo difícil es buscar soluciones.