Caldes d’Estrac. Playa Els Tres Micos, 10 agosto 2019. Foto JPQ.
Quizá está por estudiar la “continuidad” y las “divergencias” entre la Madonna / Virgen con el Niño y las madres con niño de nuestro tiempo.
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Madre con niño, en una hamburguesería.
Parisina, madre de nuevo cuño con niña, en el autobús.
Parisina, madre tradicional con niño, en el autobús.
Madre con niño en un centro comercial: “¡Te voy a comer..!”.
José says
Los primeros años son fundamentales. Uno de los pocos descubrimientos importantes de Freud que se lo inspiraron las chachas cuidadoras de niños de otras. Nacemos prematuros inermes y mamíferos con la cabeza muy grande para despertar la simpatia de los que nos cuidaran. Solo a partir de los tres años alguno podria sobrevivir pero no antes. Esos tres primeros años de los que no tenemos recuerdos son fundamentales para la vida posterior
El calor del cuerpo adulto y el pecho alimentador son vitales. Hoy hay guarderias pues las madres tienen que ausentarse en trabajos que muchas veces es cuidar niños de otras mujeres y algunos niños se sienten desatendidos en los primeros años. Esto no suele ocurrir entre los mamiferos y en sociedades con comunidad Recuperemos la madre cariñosa y reponsable y el padre colaborador de la crianza y evitemos en lo posible las instituciones que con profesionales guardan niños. Un pueblo para criar y educar un niño recuerda la pedagogia africana. Ninguna madre virgen. Solo madres con hijos.
JP Quiñonero says
José,
Bueno… a decir verdad, creo que la gran mayoría de las madres son cariñosas y responsables; los padres… bueno… hacemos lo que podemos…
Q.-
PS. Quizá hay una «virginidad» profunda en la realidad «trivial» de la madre con su niño en brazos, presta a dar su vida para defenderlo, cubriéndolo con su cariño, sus besos, su amor…
Fina says
La maternidad y paternidad responsables, me parecen actos de amor y entrega sin igual. Un amor incondicional que se transmite, como decía mi madre, de generación en generación, de padres a hijos.
Pero creo también en otro acto de amor que aporta la plenitud. Me refiero a encontrar y reconocer «el tesoro».
Es por esos «instantes de gracia» que nos otorga la vida, de fecundidad y estímulo (en pareja), por los que pienso merece la pena el nacer en este mundo.
Buen día a todos/as.
JP Quiñonero says
Fina,
Amén. sí.
… transmisión de la vida, el amor, la palabra… ah… palabras mayores, cómo dudarlo…
Avanti..!!
Q.-