José Hernández, Homenaje a las Coplas de Jorge Manrique.
Durante los próximos diez días debo recorrer varios millares de kilómetros, en avión, tren, automóvil.
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Cosas de quienes vivimos a caballo entre varios “mundos”, que tanto me recuerdan, por momentos, otra cuestión de fondo que los colegas me pidieron evocar, con motivo de dos o tres exposiciones madrileñas:
EL DESTIERRO, SEÑA DE IDENTIDAD SECULAR
Durante los años más oscuros de la España peregrina, Juan Ramón Jiménez publicó en Buenos Aires, en 1942, su libro de referencia sobre la identidad de los españoles: “Españoles de tres mundos”.
Las sucesivas ediciones de ese libro reúnen un centenar de retratos de escritores, artistas, intelectuales, personalidades muy diversas, de Bécquer a Luis Cernuda, pasando por Antonio Machado, Ramón Gómez de la Serna y Pablo Neruda, entre muchos otros, entre quienes es posible distinguir varias “categorías” de españoles.
Españoles cuya obra se hace en España, siempre, antes y después de la Guerra civil de 1936 – 39: Gregorio Marañón, Ortega, Xenius, Eugenio Montes, Salvador Dalí.
Españoles cuya obra comienza en la tierra natal y culmina en el destierro: Corpus Barga, Ramón Sender, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rosa Chacel, José Bergamín.
Españoles que se expresan en distintas lenguas españolas y llegan a sentirse ocasionalmente “extranjeros” en su tierra, Rosalía de Castro, Pau Casals.
Españoles asesinados por otros españoles, o muertos en la prisión o el destierro, Lorca, Miguel Hernández, Antonio Machado, Manuel de Falla, Picasso.
Americanos que Juan Ramón considera españoles, por ser escritores en lengua española, Rubén Darío, Pablo Neruda, Alfonso Reyes…
Sin duda, Juan Ramón no se proponía escribir un libro canónico sobre la identidad de los españoles. Sin embargo, “Españoles de tres mundos” puede leerse, justamente, como una reflexión nada elíptica sobre la identidad de los españoles, en sucesivas Españas peregrinas, dentro y fuera de España, que bien necesitaba reconstruir con urgencia su “arquitectura espiritual”, a través de la cultura.
Siete años después de la primera edición de “Españoles de tres mundos”, se publicó en Madrid, en 1949, un número extraordinario de la revista “Cuadernos Hispanoamericanos”, consagrado a recordar y rendir homenaje a Antonio Machado, en el décimo aniversario de su muerte, en Collioure, Francia, diez años antes.
“Cuadernos Hispanoamericanos” estaba dirigida por Pedro Laín Entralgo y Mario Amadeo, con Luis Rosales como subdirector. En aquel histórico número de la revista colaboraron Dámaso Alonso, José Luis Aranguren, José Luis Cano, Carlos Clavería, Gerardo Diego, Ricardo Gullón, Julián Marías, Adolfo Muñoz Alonso, Eugenio de Nora, José María Valverde, Luis Felipe Vivanco, entre otros.
En el destierro, años antes de recibir el premio Nobel, Juan Ramón había comenzado a escribir una historia personal sobre los distintos modos y maneras de ser español, en España y fuera de España. En Madrid, diez años después de terminada la última guerra civil, Laín Entralgo y Luis Rosales, entre otros, iniciaban el histórico proceso de homenaje y diálogo con los españoles de la diáspora. Diálogo empañado por la tragedia, llamado a prolongarse durante décadas, hasta hoy, ochenta años más tarde, cuando seguimos descubriendo páginas siempre mal exploradas de una España peregrina que siguió creando obras literarias, artísticas, cinematográficas y musicales sencillamente esenciales sobre las distintas formas de ser español, en el destierro y en la tierra patria.
“Españoles de tres mundos” nos recuerda que el destierro que comenzaba en 1939 para muchos españoles era un nuevo y trágico capítulo de una misma historia de las Españas peregrinas, que tuvo muchos otros capítulos, desde hacía siglos.
El homenaje “Cuadernos Hispanoamericanos” a don Antonio Machado nos recuerda que siempre hubo, desde hacía siglos, españoles capaces de tender la mano a los desterrados de otras Españas peregrinas, aspirando a reconstruir la arquitectura espiritual de España, “Atlántida de sí misma”, según la expresión de Verdaguer que Falla utilizó en la cantata escénica que lleva ese nombre y dejó inconclusa en su exilio voluntario, en Argentina. ABC Cultural, 14 diciembre 2019, El destierro, seña de identidad secular.
Señas de identidad en las que me reconozco:
Quiñonero, Retrato del artista en el destierro.
El Cid vuelve a la villa que le rendía homenaje, camino del destierro.
Autorretrato, en el destierro.
Una de las formas más castizas de ser español es vivir en el destierro.
Arte.
Irene says
Gracias por este hermoso y preciso texto, Q. Buen viaje, buenos viajes, buenas fiestas, buen 2020!
A tod@s aquí:
Bones festes, bon 2020!
JP Quiñonero says
Encantado me dejas, Irene, ah…
Bon Nadal..!
Feliz Navidad..!
Q.-
Fina says
Gràcies, Irene,
Molt bones festes!
José says
Peregrinos desterrados apatridas. Conquistadores misioneros explotadores. Como podemos construir las identidades nacionales. La lengua el territorio y las posesiones la cultura la religion el ejercito . Unen y separan identidades. La identidad es una tautologia teologica o matematica en la realidad no hay identidad todo esta sometido al cambio y nada es igual a si mismo. Solo los que pierden la razon se creen superiores a los otros y solo pueden vivir la vida del otro aniquilandolo fisicamente o psicologicamente. La disciplina la obediencia de las masas son los uniformes y los desfiles del nacionalismo identitario pero siempre imprevisibles. Solo hay identidad nacional en los cementerios y hoy ni eso. Las cenizas de los muertos se esparcen en la tierra y las aguas transportadas por el viento gracias al fuego. Nos queda parte de sus ideas en sus escritos en un lenguaje incapaz de plasmar la verdadera realidad solo algunas pistas incompletas del macro discurso de la historia. La incompletud la incertidumbre y el caos es nuestro conocimiento posible de nuestro mundo complejo misterioso e incomprensibe y que asi sea
Felices pensamientos optimistas para todos los de este infierno.
Fina says
Amén, Josep, amén…
Me encanta eso que dices: «Felices pensamientos optimistas para todos los de este infierno».
Que así sea, y no solo durante estas fiestas. ¿Todo empieza por un pensamiento…verdad?
Después vienen las acciones impulsadas por los pensamientos…¿o no?
Puede que los instintos también cuenten (actuar por instinto), sin pensar.
Bueno, podríamos estar filosofando días y días, Josep, y todo por pensar acerca de la identidad de los españoles y el destierro…
JP Quiñonero says
José,
Amén.
Aquí Paz y después Gloria.
Viva el infierno..!
Y las comunas de madres solteras..!
Q.-
Fina says
¡Caramba, Quiño!
Me da la impresión de que en los próximos diez días vas a llegar muy lejos, puede que hasta el fin del mundo…
¿Podremos tener noticias tuyas o este INFIERNO quedará paralizado hasta tu vuelta?
Tú a disfrutar, no te preocupes que ya somos mayorcitos y sabemos esperar…
Bon voyage!
JP Quiñonero says
Fina,
A decir verdad… no lo tengo muy claro.
Ayer noche tuve un rato de «libertad» y pude hacer de las mías…
Pero hoy me toca disfrazarme de señor de orden y lo tengo fatal. Luego me espera un ave larguísimo.
Mañana, vaya usted a saber…
Graciasssss
Avanti..!
Q.-
Fina says
Quiño,
Las gracias a ti.
Que bien tan preciado es «la libertad»…
Pues nada, a bailar al son que tocan…Cada día trae alguna nueva sorpresa.
Hoy no tuve ocasión de bailar, pero sí de ir a la Ópera Nacional Griega, en la Fundación Stavros Niarchos (Niarxos). Representaban «Don Carlos», de Verdi. Aunque no sea ninguna experta en óperas…¡me encantó!
Buenas noches a todos/as.
JP Quiñonero says
Fina,
Oséase, que te lo pasas pipa.
Biennnnnn..!!
Moi, de arriba para abajo.
Tan ricamente, oye,
Q.-
Jordi says
Te leo y me proyecto en tu descripción de “vivir entre mundos”. Se hace más vivido, si cabe, en estos días festivos. Avanti… y Bon Nadal, Feliz Navidad, Joyeux Noel, Merry Christmas!
JP Quiñonero says
Jordi,
Ah… qué bien…
Sí…
Feliz Navidad..!
Bon Nadal..!
Avanti..!
Q.-