Terraza del Mirador, ¿?. Foto Fernando Castillo.
Defensor de causas perdidas, como corresponde al gentlemen genuino definido por Kipling y Borges, Fernando Castillo nos propone rescatar Tánger para nuestra memoria, culturas, incluso identidad, amenazadas:
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“Ahora, apenas queda nada de la liberalidad de Tánger, de su diversidad de población, de esa convivencia de mezquitas, sinagogas e iglesias que sorprendía a los viajeros, de ese encuentro de culturas y lenguas que resumía el habla de Juanita Narboni. Hoy, una vez culminada la islamización de la ciudad, y tras un crecimiento desmesurado y transformador, se encuentra en una nueva etapa de su larga historia y a punto de olvidar los días del Estatuto Internacional…” Fernando Castillo, Un cierto Tánger (Editorial Confluencias).
José Luis González-Hidalgo (“Tánger en la literatura española”) y Rocío Rojas Marcos (“Literatura española en Tánger. Desde el siglo XIX a nuestros días”) han contado lo esencial de las relaciones de Tánger con las literaturas españolas contemporáneas.
Fernando Castillo parte de esa matriz, esencial, y recuerda minuciosamente la historia de los sucesivos descubrimientos españoles, franceses, ingleses, norteamericanos, literarios, artísticos, fotográficos, periodísticos, generacionales, etcétera, de los últimos cien años cortos, alimentando el fuego de una leyenda comparable a las leyendas de la Lisboa de Pessoa, el San Petesburgo de Andréi Biely, la Viena de Wittgenstein, el Berlín de Alfred Döblin, el Nueva York de John Dos Passos, el Madrid de Cela o la Barcelona de Juan Marsé y Carmen Laforet (que también tuvo una escala tangerina, como esposa de Manuel Cerezales, director de España, a quién sucedió Eduardo Haro Tecglen, padre de Eduardo Haro Ibars, viejo cómplice).
En el caso de Tánger, a mi modo de ver, tan gloriosas tradiciones debieran comenzar con Ibn Battuta (1304 – 1377), el más grande e ilustrado de los viajeros musulmanes, el más ilustre de los tangerinos de todos los tiempos. Para comprender el origen último de la ciudad “fronteriza”, multicultural, cosmopolita, universal, también resulta imprescindible recordar la obra de los poetas arábigo andaluces traducidos por Emilio García Gómez, escritores condenados al destierro, en algunos casos, recordando su Andalucía natal desde las ciudades fronterizas del norte marroquí, camino de Agmat, en el sur.
El restaurante “Las Mil y Una Noches” de Brion Gysin, por donde transitaron William Burroughs y parte de la Generación Bet, la residencia de los Bowles (Paul y Jane, amiga y cómplice de Truman Capote y Ángel Vázquez), se inscriben en esa leyenda áurea que comienza con los «Viajes» de Battuta y la elegía de Ibn al-Labbana, de Denia, llorando la ruina de los abbadíes y el destierro marroquí de Mu’tamid en el puerto de Sevilla, tras la conquista almorávide
El Juan Goytisolo de la “Reivindicación del Conde don Julián” también “contempla” Tánger desde las leyendas e historias andalusíes anteriores y contemporáneas de Battuta. Don Julián, conde de Ceuta, no lo olvidemos, cuya historia y leyenda comenzó con los historiadores musulmanes.
La obra maestra absoluta sobre Tánger, “La vida perra de Juanita Narboni”, de Ángel Vázquez, y su versión cinematográfica, “Juanita de Tánger”, realizada por Farida Benlyazid, nos recuerdan otra historia esencial. Ángel Vázquez todavía hablaba la haquetía / yaquetía, el español / idioma dialecto judeoespañol de los sefardíes del norte de Marruecos, cuyo origen se remonta a los siglos XIV y XV, cuya herencia y difusión se propagó por Tánger, Casablanca, Tetúan, Laracha, Ceuta y Melilla…
Esas son las historias y leyendas amenazadas con la islamización que nos recuerda Fernando Castillo, cuyo Tánger, “Un cierto Tánger”, también es una púdica elegía a la historia contemporánea de una ciudad liberal, cosmopolita, multicultural, que comienza a cubrirse con la niebla celeste de lo perdido y las leyendas.
Tánger, Juanita Narboni, lenguas españolas y otras cosas amenazadas.
Juanita Narboni: Una estrella solitaria, diamantina y proscrita.
Emilio Sanz de Soto In Memoriam.
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Retrato improvisado de Fernando Castillo.
París – Modiano… una revisión indispensable.
Patrick Modiano y la guerra, en España.
Los alegres contertulios de una casa para torturar y asesinar confortablemente, rue Lauriston.
Fina says
Quiño,
Cómo me gustan las leyendas e historias de ciertas ciudades…
Tanto que aprender y leer todavía…
JP Quiñonero says
Qué quieres, Fina,
Sí, Tánger es una ciudad legendaria para mucha gente… Ellos sabrán…
Q.-