Plaza de Cataluña, 28 julio 2021. Foto JPQ.

Heridas individuales, heridas colectivas, heridas domésticas, heridas urbanas …

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“… El turismo masivo desbordó a las autoridades, que primero lo abrazaron sin control y después lo presentaron como el enemigo. La actual alcaldesa, Ada Colau, llegó al poder en 2015 con la promesa de limitar su impacto. La intención era buena: frenar la gentrificación de los barrios históricos, el cierre de los comercios tradicionales en favor de tiendas de recuerdos o el cambio del paisaje, tomado por hordas de visitantes que acaparaban La Rambla tras descender de los cruceros atracados en el puerto. “La alcaldesa de Barcelona a los turistas: marchaos”, tituló la prensa internacional al resumir su política.
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“La masificación coincidió con una degradación de los servicios, un aumento de la delincuencia, precios desorbitados de la vivienda y una epidemia de incivismo que fue tolerado durante demasiado tiempo por una alcaldesa que, sobre todo en sus primeros años, priorizó la ideología sobre la gestión. Pero antes incluso de la llegada de Colau, los políticos de la región habían escogido: localismo y catalanización frente a internacionalización. Barcelona fue utilizada como epicentro del pulso en favor de la independencia de Cataluña, con consecuencias calamitosas.
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“La metrópolis internacional, poco a poco, ha ido desandando el camino que inició en vísperas de los Juegos Olímpicos: a veces pareciera que su aspiración fuera volver a ser solo capital de provincia. Y, sin embargo, ahora que los turistas dejaron de venir, alarmados por la pandemia del coronavirus, la ciudad ha descubierto que no es tan fácil vivir sin ellos: en 2020, los ingresos se redujeron un 90 por ciento y miles de familias se empobrecieron.
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“La herida fatal para Barcelona, sin embargo, fue anterior a la pandemia. Llegó con la crisis política que siguió al lanzamiento del proceso independentista. La ciudad quedó dividida entre favorables y contrarios a la secesión, las imágenes de graves disturbios se propagaron por el mundo y los inversores empezaron a mirar a otros lugares para llevar su dinero. Muchas de las 7000 empresas que han abandonado Cataluña desde 2017 tenían sede en la ciudad condal. La COVID-19 ha agravado la situación y también la percepción de que la mayor beneficiaria ha sido su gran rival, Madrid…” New York Times, 29 julio 2021, Barcelona busca el esplendor perdido.

La destrucción de Barcelona contada por Vázquez Montalbán, Porcel y Quiñonero.

Barcelona el verano del coronavirus … agravación de la pobreza de masas.

París, Venecia, Barcelona… crisis, amenazas, destrucción y metamorfosis de las grandes ciudades.

Barcelona… crece la pobreza callejera en tiempos del PPP, Pollastre Presidencial Puigdemont.

Barcelona.

Fotografía.