
Barcelona. Carrer del Bonsuccés, 25 agosto 2021. Foto JPQ.
«Publicitarios, solaperos y plumímeros del ramo contribuyen activamente a la desertización cultural en curso…» escribí hace años.
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En esas estamos:
«Estamos derribando el mito sacralizado del autor, el alma de una persona vinculada a la novela.»
«Somos una reivindicación de la historia por encima del autor. Muchas veces, en literatura, se pone la importancia del autor por encima de la de la novela. Nosotros lo hacemos al revés.»
«La clave de una buena historia es definirla: qué va a pasar, quiénes son los personajes, cuál es el arco, qué va a pasar… Eso es común a una novela y a un guion. Nosotros tenemos nuestra profesión de guionistas y hemos aplicado el método.»
«Cuando uno hace una serie, muchas veces el capítulo 4 tiene que ver con el 8 y lo han escrito dos personas distintas. ¿Por qué? Porque está muy definida la trama, los personajes, su manera de hablar, la narrativa visual… Quien lo escriba no tiene tanta importancia.» La Vanguardia, 17 octubre 2021, Xavi Ayén, Colectivo de escritores ganador del premio Planeta, «No tiene importancia quién escribe el texto».
¿Es necesario recordar la historia y el puesto de la novela en la historia de nuestra civilización para comprender el inquietante alcance de tal visión de la «novela», amenazando y socavando la matriz literaria y moral de nuestras culturas?
Ramón ya denunció la desertización cultural que comenzaba con la «peste» de las «multitudes lectoricidas».
Se trata de un nuevo síntoma de la ya larga historia de la degradación de la cultura española a través de la industria editorial:
Grandes editores, como Josep Vergés, José Janés, Mario Lacruz, Jaime Salinas, Carlos Barral, entre otros, construyeron colecciones y editoriales que forman parte indisociable de la cultura española.
Poco más tarde, llegaron… dos tipos de nuevos editores: los interesados por la moda y lo “moderno”, y los capaces de vender “libros” con las páginas en blanco… ese doble cáncer lleva años socavando y destruyendo los cimientos de la cultura española.
-Los interesados por la moda y lo “moderno” cada temporada descubren el Mediterráneo de algo nuevo, genuinamente a la moda, dejando en la estacada todo lo demás. La plumifería del ramo se traga todos los burros muertos que el echen. Un escritor extremeño no puede nada contra un plumífero francés o californiano tocado del aura de las ventas y la moda.
-Los capaces de vender cualquier objeto en forma de libro impusieron la lógica de la pasta y los premios… A más premios, más pasta y más basura, en cantidades industriales. Con gran apoyo de batallones de solaperos, publicitarios e ignorantes.
Lo “moderno”, la moda y la pasta atizaron nuevas ambiciones mercantiles, iniciando a una generación de jóvenes trepadores, curtidos en el marketing y el lanzamiento de modas, movimientos y otras basuras empaquetadas con publicidad.
Ni que decir tiene:
-El proceso está arruinando o ha arruinado ya lo que en otro tiempo había de valores, principios, vagos cánones enterrados en los nuevos pozos de basura.
-Publicitarios, solaperos y plumímeros del ramo contribuyen activamente a la desertización en curso → Desertización de la industria editorial española.
Octavio Paz tenía una visión bastante similar del mismo proceso:
Zafarrancho de rebajas de cultura ya expendidas en las tiendas, sirven palabras a peseta (vale casi doscientes veces menos que los euros, degrádese así más la letra, sean poemas de «Cumpleaños de la Rosa, una chica muy hermosa, además es hacendosa y es con todos generosas», véase tal como nacido del estro de Pessoa, Juan Ramón o el mismo Dante, háganse trapaceras almonedas con Kafka, con Joyce, con Proust, con Músil y Tolstoi, tráigannos cine de Arnold y Stallone, aparezcan películas de monstruos que anticipan el Juicio Universal, ,lleguen con mucho ruido y muchas luces, caiga en oficio de tinieblas -pues la hacen invisible- la entera literatura, lleguen a parecernos monumentos creativos las hojas parroquiales y las anuncian bares y restaurantes de los chinos, escuchemos coloquios de los perros y los gatos, admirando ladridos y maullidos como si fueran cosa santa. ¡La Ilíada y la Odisea a cinco centimos! Hamlet y Don Quijote a cambio de dos latas de cerveza. Un clásico latino te dan por cada baile. ¿Un beso por el Fausto de Goethe?
Ricardo,
Algo así, pero… un poquito más negro y degradante, para mi gusto.
Ramón fue el primero en denunciar el desierto que llegaba con las plagas de multitudes lectoricidas.
En esas estamos.
Para mayor desdicha … a nadie le importa: y la kultureta crece y crece… a ver …
Quizá todo sea una tarea solitaria …
Q.-
¡En qué Planeta vivimos, Quiño!
Ay, Mola, también fue general, jajajaja, no quiero iniciar más guerras hoy. La cultura no mola.
Sigo aquí, es que no me da tiempo a todo, pero os leo cómo siempre.
Pablo,
Siempre tan optimista / risueños… bien …
Q.-
La novela nuclear ni se ha escrito ni creo que se escriba. Se pueden hacer bombas atómicas sin sujeto incluso redactar derechos humanos grandes producciones grandes rascacielos … sin sujeto. No hay posibilidades de hacer arte sin sujeto. Imposible un poema un cuadro una sinfonía una novela…sin un sujeto que lo viva y lo plasme lo materialice. Sin sujetos no hay cultura ni espiritualidad solo piezas de la mega maquina de guerra. Cuando llueven bombas que lo arrasan todo miles de individuos desaparecen sin biografía solo biomasa que se retirará lo antes posible. El arte la cultura tenía la función de completar la naturaleza para vivir sin dioses ni Reyes y formar parte de una evolución hacia ideales que desde el principio se degradaron hasta llegar donde estamos. Una naturaleza inundada de peligros producidos por una especie inteligente y perversa. Se vive sin cultura ni arte en proyectos globales de destrucción masiva sin sujetos con vida propia. Nadie vive somos vividos por la Máquina Global sin historias que contar ni cuadros que pintar ni música que escuchar. Fausto no tiene alma que vender ni Mefistofeles almas que comprar. El planeta se despide dando el premio a los guionistas de la Bestia anda suelta.
Jose,
Menudos problemas, efectivamente.
Bueno … deseaba insistir en ese punto: los premios «literarios» como el Planeta son una suerte de plaga que siempre mucha podredumbre, creciente … lo de las «multitudes lectoricidas» es cosa de Ramón y me parece una realidad caníbal…
Q.-
¡Ay, Josep!
Sin tener vida propia, sin ser sujetos de nuestras acciones y sin alma… ¿qué caramba pintamos?
Menuda gracia me hace que otros bailen por mí, ya me parece suficiente el tener que hacerlo al son que tocan…
Y en cuanto a la situación de los premios literarios, la cultura, el arte y la espiritualidad, ya lo habéis comentado ampliamente vosotros…nada que añadir.
Pues sí, en esas estamos y desde hace tiempo. El proceso parece irreversible. Al tiempo, se van abriendo nuevas librerías en bastantes ciudades, grandes y pequeñas. En Barcelona son unas cuantas las nuevas y sobreviven, incluso se puede decir que viven relativamente bien. Libreros prescriptores que no se centran en los grandes premios ni por asomo. Aunque el alud de novedades constantes es un verdadero atentado contra el libro sin más…
Irene,
También yo creo que hay pequeñas editoriales, pequeñas librerías y escritores que intentan trabajar con honestidad, intentando escapar a la «lógica» del negocio impuesto por los grandes y muy grandes grupos …
Y confío en ellas y en ellos, claro,
Q.-