Musée Maillol, 23 febrero 2022. Foto JPQ.
JF me invita a visitar la retrospectiva de Steve McCurry en el Musée Maillol.
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Con frecuencia, la obra más conocida de McCurry me parece excesivamente «artística», «humanista», «poética».
Por el contrario, cuando McCurry se «libera» del corsé de lo «artístico» su trabajo cobra para mí su rostro más profundo, enfrentándonos a nuestra condición de espectadores de la tragedia.
Hace siglos, Jorge Lavelli me decía: «A mi modo de ver, la televisión, en directo, tiene hoy una fuerza dramática que ha dejado de tener el teatro…”. Desde esa óptica, en su versión ideal, la tv, los nuevos recursos audiovisuales, pudieran tener algo de la obra dramática total soñada por Wagner, integrando todas las artes en un espectáculo único. Shakespeare o Goya, en directo.
En esas estamos. Cuando la televisión es capaz, puede y tiene los recursos necesarios (¿?) para contar con imágenes la realidad que suele ocultarse o maquillarse con palabras.
«The rest is silence».
Ucrania, la Torre Eiffel, Paul Klee, Walter Benjamin, Gershom Scholem, y el Ángel de la historia.
Goya.
Una imagen mental nunca será una imagen visual. El cine y más la TV. son copias de lo que se ve o de lo que se imagina pero materializado. La cultura en todas sus manifestaciones es lo invisible que nos sirve para entender un poco lo visible y al mismo tiempo que haga su función terapéutica. Es como los números figuras geométricas conceptos sonidos…nos ayudan a construir un orden y armonía que jamás ha tenido ni tendrá la realidad que vemos. Hemos construido una realidad ajena a lo que vemos. Cuando la matemática lo colonizó todo empezó esa realidad en la que nos movemos y en parte olvidando la otra realidad compartida con las otras especies. Hemos fabricado lo que todo lo ve todo lo puede y todo lo sabe. Nunca podremos ver la imaginación colectiva que se necesita para organizar y llevar a cabo una guerra por ejemplo o fundar una ciudad. El verdadero arte es el intento de curar los males del espíritu de la época de la misma manera que la naturaleza nos regala los metales nobles y las perlas en su belleza nos hablan de como se consiguió superar una patología. No hay ninguna cámara que pueda captar en su totalidad la creación artística de la misma manera que no se puede captar el gran arte de las matemáticas y geometrías invisibles en lo que hay. El canon requiere esfuerzo para captarlo lo que vemos nos distrae. Lo mismo las enfermedades del espíritu como del cuerpo requieren esfuerzo para superar el dolor lo demás son falsas curas con drogas que esconden la enfermedad. El buen arte siempre nos habla de la tragedia . Los espectáculos nos sedan que no está mal. Las imágenes mentales nos hacen pensar y a veces a pocos sufrir para continuar regalándonos alguna perla para soportar las enfermedades del espíritu de nuestra época. Hay pocos artistas dispuestos a entregarlo todo por una nueva joya que amplíe el tesoro de la humanidad lo demás es espectáculo y destrucción creación en los ciclos naturales de lo que hay o mejor de lo que había antes de nosotros.
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José,
Bastante amén, claro.
«Ojos que no ven, corazón que no siente…» …
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Lo complicado es conseguir buenas imágenes, buenas fotografías … y, en este caso, mucho más claro…
Un respeto grande para los colegas que se juegan la vida en esa dura tarea, muy mal pagada, por otra parte, ay,
Q.-
Josep,
No había pensado en la función terapéutica del verdadero arte, como tú dices…
«El verdadero arte es el intento de curar los males del espíritu de la época de la misma manera que la naturaleza nos regala los metales nobles y las perlas en su belleza nos hablan de como se consiguió superar una patología».
Según esta visión, el arte contemporáneo, que pretende impactar al espectador más que curarlo, no sería verdadero arte…¿cierto?
¿Y dices que «el buen arte siempre nos habla de tragedia…»?
Me pregunto, Josep, si la tragedia puede ser terapéutica…ya me explicarás.
No lo sé, pero me parecen más curativos, el amor, la alegría, la paz, la concordia… y la dieta Mediterránea, como dice Quiño…😀
En fin, es un tema sobre el que se podría hablar largo y tendido…
Fina
La tragedia. El canto del macho cabrio.
El amor hijo de Poros y Penita.
La paz si la quieres prepara la guerra
La alegría nace de la tristeza
La concordia fraternidad hermandad … las leyes de la ciudad enfrente de las leyes naturales
La tragedia está en todas partes es el encuentro de Apolo y Dionisio.
El arte puede crear orden para poder aceptar el desorden. Armonía para poder aceptar el caos. Belleza para aceptar la fealdad…el conflicto nadie consigue superarlo por eso el trabajo del artista queda siempre infructuoso y es trágico en su insatisfacción final como señala Holderlin.
Josep,
La diosa fortuna me acompaña. Es de agradecer tener un amigo, profesor de filosofía, que te explique las cosas que no llegas a entender…
Tienes razón, lo comprendo, sin sombras no se distinguiría la luz…
Siempre Apolo y Dionisio…
Gràcies!!!
Quiño,
Terrible la trágica realidad!!!
Pienso también en el sufrimiento de las madres de los corresponsales de guerra, que se juegan la vida para tomar imágenes como esta…
Una vida no tiene precio.
Buenas noches a todos/as.
Fina,
Amén.
Goya recuerda muy mucho a las madres con hijos, padres, hermanos y compañeros en la guerra, sí…
Q.-
Ay, Quiño!!!
¿Veremos terminar los desastres de la guerra…?
Venga, siempre palanteee…!!!
Ay, Fina,
Temo que hay que bregar con lo que hay: que es mucho lío trágico…
Calmaaaaaaa
Dieta mediterránea, caminar, consumo moderado de televisiones y cosas así…
Palanteeeee
Q.-